Dallas protagonizó otra remontada espectacular. Cerraron el partido con una ráfaga de 17-4 y derrotaron a Miami 112 a 103 para adelantarse 3-2 en la serie y quedar a una victoria del anillo. El aporte desde el banco de Jason Terry fue clave, sobre todo en el final. Nowitzki otra vez figura con 29 puntos mientras que a LeBron no le alcanzó su triple doble. El domingo puede haber un campeón.
Autor:Sebastián Ciano (sciano@pickandroll.net)
Es una serie de rachas. Todos los partidos parecen haberse cortado con la misma tijera. Anoche Miami había tomado en control con un parcial de 9-0 con menos de 5 minutos por jugar, sin embargo los Dallas Mavericks volvieron a hacer de la suyas: A partir de allí fueron ellos los que aprovecharon su momento, cerraron el partido con un furioso 17-4 y se lo llevaron por 112 a 103. La gloria está cada vez más cerca.
Hubo un condimento que fue importante para que los Mavs estuviese en juego y lograran pasar al frente en la serie por 3 a 2: Los triples. El equipo de Rick Carlisle tiró 13 de 19 (68,4%) igualando la marca histórica en finales que también ostentan los Boston Celtics (vs Lakers en 2008). Sobre el final clavaron tres que fueron definitorios.
El primero vino de las manos de Jason Terry, una de las figuras del encuentro con 21 puntos, 6 asistencias y 4 rebotes desde el banco, quien igualó el marcador en 100 a falta de 3:23 para el final. Luego llegó el de Jason Kidd, quien perdió el pelo pero no las mañas, adelantó a los Mavs 105-100 y completó un parcial de 10-0 con 1:26 en el reloj. Por último, para ponerle la frutilla a la torta y cortar cualquier ilusión que pudiera mantener a los Heat, una vez más Terry clavó una daga en el corazón de Miami con una bomba - sobre la marca - con solo 33 segundos por delante que dejó el partido 108-101. Le bajó el telón el acto.
Al margen del final, una vez más fue Dirk Nowitzki quien mantuvo a su equipo durante toda la noche. Más precisamente desde el segundo cuarto, cuando anotó 10 de sus 29 puntos que sirvieron para que sus Mavs se fueran al descanso largo con ventaja de 60 a 57. El alemán terminó con 9/18 de cancha (1/1 en triples) y perfecto desde la línea con 10 de 10. Asimismo sumó 6 rebotes y 3 asistencias en 40 minutos de juego.
Otro que tuvo un buen encuentro, y de alguna manera se reivindicó en lo individual, fue LeBron James, quien sumó una triple decena producto de 17 puntos, 10 rebotes y 10 asistencias. Él y Dwyane Wade hicieron todo desde la segunda mitad del tercer cuarto en adelante. Anotaron, pasaron, tomaron rebotes y robaron balones. Pero no fue suficiente. El escolta, que jugó prácticamente todo el partido con un dolor en la cadera tras un choque con Brian Cardinal, encabezó a los Heat con 23 tantos y 8 pases gol.
Wade anotó 10 puntos en el último cuarto y parecía que los de Spoeltra se lo llevaban cuando metieron un parcial de 9-0 y se adelantaron 99-95 a falta de 4:38. Fue el mejor momento de Miami en la noche, pero también fue pasajero. Todavía faltaba la palabra de Dallas.
El próximo domingo puede haber un nuevo campeón en la NBA si los Mavericks consiguen ganar en el American Airlines Arena de las ciudad de Miami. Si ocurre lo contrario, el séptimo y definitivo partido también se disputará en el estado de Forida el martes.