Scola: “No veo al Preolímpico como una despedida”

Como dijo Sergio Hernández: “Podría estar de vacaciones, pero entrega su tiempo y su energía en hacernos mejores a los demás. ¡Qué bueno que existan este tipo de personas en nuestra sociedad!”. Sí, y qué bueno es que Luis Scola sea argentino e integre el seleccionado que jugará el Preolímpico de básquetbol, el mes próximo en Mar del Plata. ¿O no? Mejor, que lo explique él mismo, tal como lo hizo en una íntima rueda de prensa tras cerrar ayer el Programa TAP (Transición al Profesionalismo) para jóvenes jugadores de la Liga Nacional.

-¿Cómo los puede afectar el lock out de la NBA y los seguros requeridos para poder jugar en el Preolímpico?
-Obviamente es un problema. Hasta hoy -por ayer- no había solución. No sé cómo se va arreglar. La Confederación Argentina está trabajando en eso y la Selección ya sabe que sin seguro, no vamos a poder jugar. Es una situación complicada. No es sólo para los jugadores argentinos. Afecta a todos a nivel internacional, aunque a mí me preocupa Argentina. Y como es un problema extendido a todo el mundo, pienso que la FIBA tendría que interceder de alguna forma. Falta sólo un mes para el Preolímpico. Ya transmití mi preocupación y mi postura. Sin seguro no se puede jugar. Ojalá se pueda solucionar en esta próxima semana. Germán (Vaccaro, presidente del a CABB) es optimista y yo tengo que ser optimista también.

-¿Pensás que no corre peligro tu participación y de tus compañeros NBA en el Preolímpico?
-Si no hay seguro, no hay participación. No podría atribuir un porcentaje de posibilidades. En este caso, los seguros tendrían que pagarlos las confederaciones.

-¿Y si no fuera así?
-No habría seguro y no jugaríamos. No podemos hacerlo. Está reglamentado por la NBA. Tampoco quiero plantearlo como un tema súper negativo. La CABB dice que va a haber un seguro y confío en que vamos a jugar. Pero no está resuelto hoy y a medida que pasen los días me voy a empezar a preocupar.

-¿Si se levanta la huelga en la NBA?
-Eso facilitaría todo, porque ya está reglamentado. Al estar bajo contrato de la NBA, sólo hay que pagar la parte proporcional del período en que el jugador está con su selección.

-¿Como recibieron la convocatoria de Pepe Sánchez, que vuelve a la Selección?
-Bien, bien. Es bienvenido, por supuesto. El ha dejado mucho, una huella muy grande en la Selección y ojalá que nos pueda ayudar. No tuve la suerte de verlo jugar en los últimos dos años pero sí tengo referencias de lo bueno que hizo. Y personalmente, como es un gran amigo, estoy muy contento de poder volver a jugar con él.

-¿Se junta un excelente grupo otra vez para la gran despedida de la Generación Dorada?
-Yo no lo veo como una despedida. Ni para mí ni para nadie. No estoy de acuerdo con ese concepto. Es un torneo muy importante, igual que todos los otros Preolímpicos, con el plus de que se juega en casa. Pero no es una despedida.

-Máxime porque si clasifican, tendrán nada menos que el desafío de Londres 2012 por delante...
-(Se ríe) Y si no clasificamos, yo tengo la esperanza de poder seguir jugando en el futuro. No vaya a ser que nos retiren a todos, nos den una placa y nos digan “gracias por todo”. También tengo la esperanza de que vuelva a hacerse otro torneo así en Argentina. No tiene por qué ser el último.

-¿Cómo marcha la recuperación de tu operación?
-Bien, todo normal, por suerte. La rodilla está evolucionando correctamente.

También, claro, la charla derivó en la importancia de “su” creación, el TAP, cuya segunda versión concluyó ayer en la ciudad.

-¡Qué bueno poder incorporarle a jóvenes jugadores cosas elementales hoy en día!
-Sí, de todo un poco. Tratamos de ayudarlos en cosas básicas y en otras más avanzadas. Nos hemos sorprendido, porque en algunos casos da la impresión de que los subestimamos, y en otros, parece que hablamos de cosas para las que no están preparados. Esta es la segunda edición del TAP y, en principio, para mí ha sido mucho mejor que la anterior, aunque todavía falta hacer nuestra reunión para una evaluación general. Esperamos que el año que viene sea todavía mejor. Acá hay 50 chicos y no se llega a todos por igual. Sólo algunos asimilan lo que van escuchando en las charlas. El secreto es la continuidad. Si lo podemos hacer todos los años, podemos ir cambiando a unos 6, 8 ó 10 pibes, pero eso no modifica demasiado. Pero si se consigue un efecto para despertar inquietudes, y que esos mismos chicos vayan a sus clubes y se las trasladen a otros... Con un poco de suerte, dentro de unos años mejoraremos el producto final y lo vamos a aprovechar todos.

-¿Cuál es el origen? ¿Fue a partir de detectar una necesidad o por una inquietud tuya?
-No hay dudas de que hay una necesidad. En todo el deporte argentino. Tenemos una gran influencia del fútbol y allí hay un claro ejemplo de las carencias. Es difícil encontrar gente que hable bien, que esté bien preparada, que tome buenas decisiones. En el básquet, que es mi ambiente, no se ve tanto, porque sus jugadores están menos expuestos y sus problemas se notan menos, pero existen. En nuestro país hay mucho talento para el deporte. Y el talento se descubre rápido y el mundo profesional es duro. Los chicos, de una manera u otro, hipotecan muchas cosas que se aprenden enter los 16 y los 25 años. Van a seguir siendo jugadores de básquet y es obvio que no van a tener la preparación de un universitario, pero hay pequeños trucos que los pueden ayudar. Lo que intentamos es abrirles un poco la cabeza y hacerles ver qué va pasar en el futuro. La carrera es corta y hay que estar preparado para lo que viene después.

Fuente: Marcelo Solari.
Foto: La Capital de Mar del Plata.