El base venezolano, Greivis Vásquez, que eliminó a Manu en la NBA lo tiene como ídolo por lo que superó y trabajó. “En todos lados ha ganado y eso lo hace uno de los mejores cinco de la NBA o el mejor extranjero, quizá por encima con Nowitzki”. cuenta sus comienzosy le pone toda su ilusión a una de las plazas para Londres en el preolímpico “¿Por qué no?”, dijo.
Cuenta que el padre lo llevaba a ver béisbol, pero un día se animó a decirle que lo aburría. “Yo soy inquieto y es un deporte en el que hay que tener paciencia hasta que la pelota llegue...”, le cuenta a Olé desde Memphis. Se trata de Greivis Vásquez, el venezolano NBA que estará en el Preolímpico (ver Polémico ). Pero antes contó su historia con una asombrosa amabilidad.
El base de 1m98 y 24 años se crió jugando picados en los barrios más peligrosos de Caracas y mirando al armador Diego Guevara. Luego, sin saber inglés, se marchó a EE.UU. para estudiar y jugar. Fue compañero de Kevin Durant en el secundario y luego brilló en la Universidad de Maryland. Drafteado en 1ª ronda (N° 28), Greivis dio el salto a la NBA y esta temporada, su primera, se destacó (3.6 puntos en 12m). Y hasta se dio el gusto de eliminar a Ginóbili con los Grizzlies.
Vásquez es el producto de una carrera sacrificada. “De más chico escuché tantas críticas... Decían que era lento, que en realidad no era piloto (base) sino un tirador, que no tenía nivel, pero mi corazón y mi mente siempre me llevaron lejos, adonde quería...”, dice.
-¿Fue sólo eso o tuviste algún referente? -Mi familia y entrenadores me ayudaron, pero también tuve un referente como Manu. Es una persona que admiro, un héroe. En todos lados ha ganado y eso lo hace uno de los mejores cinco de la NBA o el mejor extranjero, quizá por encima con Nowitzki.
-¿Qué lo hace especial para vos? -Ha sido mi inspiración porque, como yo, no es el más rápido ni el más atlético, pero sí es muy inteligente, sabe jugar y siempre hace la diferencia. Es quien me motivó a seguir trabajando porque yo siempre me sentí reflejado en él. Nunca tiene temor de tomar el último tiro o de penetrar pese a los golpes. Es un ganador. Cree en él mismo pero a la vez también en sus compañeros. Yo, cuando tuve mis obstáculos, pensé en su historia y me sirvió. Yo hice eso, creí en mí, trabajé duro y llegué.
-¡Qué elogios! -Claro, es un ejemplo a seguir. Si te fijás, salió de su ciudad, tuvo que jugar en todos los niveles, fue escogido en la segunda ronda del draft y llegó igual. Yo siempre noté en mí su pasión por el básquet.
-Y ahora tuviste la chance de eliminar a Manu... -Sí, nada más y nada menos. Fue un sueño hecho realidad. Estar frente a frente, jugar minutos sólidos y que mi equipo eliminara al de él fue increíble, aunque con todo el respeto.
-¿Hablaste con él? -Sí, Manu es muy humilde. Intercambiamos felicitaciones y nos abrazamos.
-Ahora lo enfrentarás en el Preolímpico. Llevás semanas preparándote. -Sí, quiero llegar muy bien preparado al torneo porque el nivel será alto y deseo estar a la altura. Las últimas veces con la Selección sentí que quedé en deuda y ahora sé que tendré otra responsabilidad.
-¿Sueñan con pelear por uno de los dos lugares? -Vamos a buscar una de esas plazas, ¿por qué no? Pero más que nada buscamos buenos resultados. Estamos en proceso de cambio con una selección joven y queremos que en cinco años sea diferente, que el básquet venezolano cambie para mejor...
-¿Qué tiene Venezuela y qué debe cambiar? -Nivel hay, pero tenemos que sacrificarnos más, los jugadores, los directivos y los coaches. Hay que cambiar la mentalidad y tener una mejor preparación. Ojalá demos la talla...