Todas las voces, toda la alegría

Las manos de los jugadores, cuerpo técnico, médicos, utileros, auxiliares, dirigentes y de todo el mundo se chocaban infinitamente ayer en la fría noche de Mar  del  Plata. Es que la Selección  Argentina de básquetbol acababa de sumar una nueva hazaña a su rico historial de victorias. Las felicitaciones por el logro llegaban de todos lados. En medio de ese escenario los jugadores expresaron toda su felicidad ante los micrófonos.

El escolta santafesino Carlos  Delfino se encargó de destacar la labor de sus compañeros y la defensa en conjunto: “Luifa la rompió en el primer cuarto y Manu se puso el equipo al hombro. Jugó por él, por mí y en algunos momentos por los cinco. Eso es el equipo. Eso es lo que somos nosotros. Vinimos a buscar algo y lo ganamos así. Creo que la ultima pelota, la ultima defensa es la marca de cómo jugamos nosotros, como podemos defender. Esto está merecido. Trabajamos durísimo y tenemos el objetivo cumplido”, concluyó.

Por su parte, el goleador del partido (27 puntos), Luís  Scola, se encargó de remarcar las virtudes de Puerto Rico: “Fue un juego muy duro. Nos complicamos el partido. Era para terminar mucho más tranquilos. Hay que darles mucho crédito a ellos. Muchísimo crédito. La gente nos levantó porque el partido estaba complicado”. Además, contó lo que significa para él tener la posibilidad de Jugar su tercer Juego Olímpico: “Mucho. Cuando era chiquito y estaba creciendo si me decían de jugar un Juego Olímpico era un súper sueño, una locura porque no habíamos clasificado nunca. Luego jugamos pero sin clasificar y después habíamos clasificado una vez y no pudimos estar. Y hoy puedo jugar mi tercer juego olímpico”, sentenció.

En tanto, Federico  Kammerichs fue uno de los que más alegría mostró. El correntino habló de lo que les costó este encuentro y lo que será la final de mañana ante el clásico rival: “Nos jugamos la vida con un gran equipo. Todos vimos lo que es Puerto Rico. Tuvo a los jugadores que se pensaban que iban a ponerse el equipo al hombro y lo hicieron pero se pudo controlar a los demás. Con respecto a la final, mañana se enfrentan los dos mejores. Nosotros tenemos bien presente la derrota en la clasificación. Ya nos meteremos de lleno en el partido”, sostuvo.

Por su lado, a Andrés  Nocioni, si bien se lo notó contento, algo en su cara dejaba entrever que la alegría no era completa por los escasos minutos que pudo jugar debido a la lesión en el tobillo. El alero contó cómo se sintió el tiempo que estuvo en cancha: “Probé en el primer tiempo y la verdad que me parecía que no podía forzar mas, en el sentido de no perjudicar al equipo. Dolor no tuve mucho pero realmente estaba muy disminuido y tomamos la decisión de no volver al campo de juego en el segundo tiempo. Había que ver como estaba porque nunca se sabe. Pero me encontré con una situación que era muy difícil de mejorar y preferí que jueguen los que están bien físicamente”, explicó.

Martín Candalaft
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