Se reencontró con su defensa para ganar

El bicampeón tenía que ganar para recuperar la sonrisa, para no perder dos partidos seguidos de local, algo que no ocurre hace tres años y sobre todo para corregir algunos errores que lo dejaron molestos por la caída ante Obras.

El primer tema siempre es crear una defensa estable que le imponga al rival todo tipo de problemas para luego alimentarse de ellos. Peñarol es un equipo muy preparado para hacer pagar caros los errores y ante un conjunto en formación como 9 de Julio, que tenía incluso la incógnita del debut de un extranjero, la chance era ideal para que la ofensiva “milrayitas” vaya comiendo de lo que su defensa le daba.

Pero toda esta linda apertura teórica no se dio en el primer tiempo y el entrenador de Peñarol, Sergio Hernández, fue el más fastidiado de todos. Se mostró muy disconforme con el rendimiento del equipo para defender y razón no le faltaba.

El conjunto visitante llevó muy bien el juego, alimentando a Cowan primero, luego poniendo el balón en manos del debutante Tim Frost y finalmente encontrando triples en Melo y Gerbaudo. Peñarol le dio la pelota a Martín Leiva (10) en el poste bajo que sacó muchas ventajas sobre Orlietti, luego el resto buscaba sus tiros con paciencia. Un triple sobre la chicharra de Selem Safar fue la única diferencia del primer cuarto (23-20)

En el segundo parcial la salida de Cowan lo sintió mucho 9 de Julio que perdió toda referencia en la zona interior y se quedó sin gol. Fue la primera vez que Peñarol pudo sacar una ventaja (30-20) pero los cordobeses no se rindieron y con la aparición de Martina y Gastón Torre empujaron para acercarse a 5 (35-30).

El fastidio del “Oveja” Hernández era evidente. Metió su primer cambio recién a los 15 minutos de juego. Fue Giorgetti por Lauría. “Nico” fue justamente el único jugador del bloque defensivo que se lució con su movilidad, sus largos brazos y sus anticipos. El técnico fue al único que premió y le dio el aprobado. Para graficar con datos el primer tiempo, Peñarol tomó un solo rebote en ataque y 9 de Julio tomó diez. Con ese guarismo pudo tirar 7 veces más al aro que su rival a pesar de perder más balones. El enojo del técnico era entendible.

Habitualmente cuando Hernández no hace cambio de sus titulares es porque está disconforme con la situación actitudinal y no con la situación táctica. En todo el primer tiempo el único cambio fue justamente Giorgetti por Lauría.

Para el segundo tiempo el local salió de movida con Mariano Castets y Pablo Barrios. Enseguida llegó una ráfaga de triples de Campazzo y Lauría mas un doble de Leiva que parecía definir el partido (53-38). La defensa local había mejorado mucho para detener a Cowan, principal y casi exclusiva arma del ataque cordobés. Pero Gerbaudo metió dos triple y Martina dos más para achicar.

Hasta que llegó la secuencia clave del juego. 9 de julio le metía voluntad y perdía 55-47. Su defensa recuperó un balón y un largo pase de Frost para Cowan terminó en una bandeja de Jaz que frenó con los dos pasos a canasto en vez de acelerar. Llegó volando desde atrás Pablo Barrios y lo que parecía dos puntos seguros se transformó en un terrible tapón a Cowan, en el avance de esa jugada el propio Barrios lo coronó con un triple (58-47) de poder estar a 6 Peñarol se escapó a 11. En la jugada siguiente con la marca encima saliendo de las cortinas Lauría clavó un triple demoledor (61-47) en apenas 30 segundos Peñarol resolvió el juego y posibles complicaciones.

Y fueron golpes psicológicos. Pareció desinflarse 9 de julio en aquella secuencia, luego de remar con furia en un abrir y cerrar de ojos perdía otra vez por 15. Habiendo convertido cinco triples Peñarol ganó el tercer cuarto 27-20 para ingresar tranquilo al segmento final arriba 70-55.

Los primeros minutos del último cuarto fueron un espanto (0-0) hasta que “Oveja” pidió minuto para recordarles a su jugadores que no había terminado el partido. Entonces Peñarol metió un parcial 7-0 (77-55) y recién cuando faltaban 4:47 Martín Melo desde la línea de libres metió el primer punto en el cuarto para 9 de Julio.

El juego estaba liquidado y Peñarol viajó cómodo hacia el final. Siguió defendiendo intenso hasta los últimos pasajes por la disciplina de saldar la deuda pendiente del viernes. Tuvo como gran virtud un reparto equilibrado del goleo (sus cinco titulares con más de 10 puntos) y encontró respuestas para cada propuesta que armó el conjunto de De la Fuente.

Para la visita queda la sensación que Tim Frost sin ser un fenómeno será un jugador útil, mientras espera que Buchanan arranque. El escolta foráneo no la mete de cerca ni de lejos y en un juego donde Luchino está bien tomado, los bases (como los 4 triples de Gerbaudo) tienen que sacar la cara. Le duro 25 minutos el sueño del milagro a 9 de Julio, el campeón lo resolvió luego con autoridad.

Síntesis
Peñarol (88): Facundo Campazzo 12, Selem Safar 17, Nicolás Lauría 12, Leonardo Gutiérrez 11 y Martín Leiva 14 (FI) Alejandro Reinick 6, Mariano Castest 6, Pablo Barrios 7, Franco Giorgetti 3 y Salvador Giletto 0. DT: Sergio Hernández

9 de Julio (66): Diego Gerbaudo 12, Gary Buchanan 2, Martín Melo 8, Jazwin Cowan 17 y Pablo Orlietti 0 (FI) Gastón Torre 3, Gastón Luchino 2, Emiliano Martina 11, Tim Frost 6, Matías Domínguez 0 y Julián Gatti 5. DT: Esteban De La Fuente

Parciales: 20-20, 40-35, 70-55
Árbitros: Roberto Smith y Oscar Martinetto
Estadio: Polideportivo “Islas Malvinas”.


Foto: Majo Gil (mjgil@pickandroll.net)

Pablo Tosal
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