Primero le ganó a Lanús por 95-90 y el domingo derrotó a Quilmes de Mar del Plata 64-59. Mañana, desde las 22:10 (TyC Sports), se presentará otra vez en casa para recibir al “xeneize” por la novena fecha. En el equipo de Marcelo Richotti aguardan por la recuperación de Federico Mansilla.
Por primera vez en la temporada, Gimnasia Indalo pudo felizmente cerrar un fin de semana redondo, y espera con el ánimo en alto a Boca Juniors de Capital Federal, a quien recibirá mañana, desde las 22:10, y para la televisión en encuentro de la novena fecha de la Liga Nacional de Básquetbol.
El equipo, que dirige técnicamente Marcelo Richotti le ganó el último viernes a Lanús por 95-90 y luego, venció en un luchado partido, a Quilmes de Mar del Plata, por 64-59.
Mientras espera por la recuperación del escolta Federico Mansilla, quien a causa de un desgarro, no puede comenzar la temporada, Gimnasia Indalo se prepara para otro exigente compromiso.
Como dijo su entrenador Marcelo Richotti, “nos propusimos ganar los tres juegos que tenemos en casa”. Y por ahora va por el camino correcto porque ya pasaron Lanús y Quilmes, pero ahora se viene un Boca que llega vapuleado.
El “xeneize” que el viernes le había ganado al “cervecero” por un punto (86-85), el domingo no pudo repetir el éxito ya que cayó como local por 29 puntos de diferencia (79-50) ante el “Granate”.
Las dos victorias logradas el último fin de semana en casa, le permitió a Gimnasia Indalo quedar, con un partido más, en el segundo puesto, detrás del líder, el actual campeón Peñarol de Mar del Plata.
Como para destacar el fin de semana, lo que aportó el pivote Andrew Feeley, Roberto Gabini, Diego Romero y también fue valioso el trabajo en ofensiva de Fernando Funes.
Pero el resto de los jugadores también aportaron lo suyo, como ser el base Santiago Scala, que tuvo un buen rendimiento ante Lanús, y Ike Ofoegbu, que fue el goleador ante el “granate”, pero el domingo, frente al “cervecero” sumó sólo dos tantos.
Ahora se viene Boca, el equipo que conduce Oscar “Huevo” Sánchez, y que viene de perder por paliza frente a Lanús en un partido donde su ofensiva fue de sólo cincuenta puntos, un score muy bajo.