A media máquina fue mucho más

Antes del partido Silvio Santander, técnico de Lanús, me decía algo que es muy cierto: “En esta liga, el nivel y la paridad es tan grande que no te alcanza jugar más o menos para ganar, tenés que jugar bien sino perdés, por eso hay tantos vaivenes ahora en los equipos”. No hizo más que decirlo que se dio la excepción a la regla. Anoche Lanús jugó más o menos y ganó… y por 20.

Lo mejor del granate se vio en los últimos cinco minutos del primer tiempo y los últimos cinco minutos del juego cuando tuvo criterio y buena toma de decisiones para resolver el juego con autoridad. Después fue terrenal, errático, pasivo, aguantando los embates de un rival que fue guiado casi todo el partido el orgullo y jamás por el juego.

Lo de Quilmes es para hacer borrón y cuenta nueva. Después de tocar el piso contra Obras (la noche que se va Román González) supo reconstruir el equipo a pesar incluso de las derrotas. Se notaba una mejoría, un cambio. Anoche dio un paso para atrás y volvió a tocar ese piso que había abandonado.

Lo grafico en números y situaciones: 1) cuando Truscott, el extranjero que más le rinde a Quilmes, salió por tres faltas en el 2º cuarto quien lo marcaba a Taylor era el Faca Piñero. 2) Morris estaba pensando en su siguiente equipo, pareció que su cabeza estaba en otra cosa. 3) Cuando el partido se abrió a 18 puntos Morris estaba en cancha 4) Quilmes lanzó 3/19 en triples. 5) Cuando Quilmes se pone a seis en el final (56-62) Hopson mismo con una protesta y un técnico se encargó de darle vida al rival.

Como ven las situaciones son disímiles entre sí pero deja en evidencia que cuando algo anda mal, todo funciona mal. Los jugadores pueden tener un mal partido, pero en Quilmes los engranajes no encajan porque los jugadores están tapando huecos, juegan es posiciones desnaturalizadas y lucen sin confianza.

Había empezado muy parejo: 14-14 hasta el minuto 9 del primer cuarto. Pero fue dicho que en Quilmes la tranquilidad se pierde fácil. Lanús aprovechó los errores del rival y metió tres ataques rápidos seguidos para establecerun parcial 6-0 en un minuto y ganar el primer cuarto 14-20. Quilmes atacaba de frente en 4 metros con Britton Johnsen (6) y Truscott (6) también de frente con buenos tiros de cinco metros. Lanús contestó con Adrian Boccia (6), Taylor(4) y Guaita (4). En la rotación del banco Santander encontró soluciones.

En el segundo cuarto Quilmes se quedó sin gol pero logró que su defensa ahogara por completo a su rival. En los primeros 6 minutos y medio el parcial era 8-9 (22-29). La defensa local metió cuatro defensas seguidas de mucha presión al balón, Lanús tomó tiros muy forzados y erró los cuatro ataques con rebote defensivo de Quilmes. En ese esfuerzo el cervecero metió un parcial de 2-0. Así era imposible que ganara.

El punto de quiebre llegó con la tercera falta de Truscott. Porque al salir su jugador más confiable en ofensiva su equipo se quedó sin gol. Hopson estaba apurado y errático. Mete a todo el equipo en su velocidad y cuando erra empieza el descontrol. Ferreyra estaba peleado con el aro y hubo cero puntos del banco de suplentes entre Eseverri, Piñero y López.

Lanús con suma paciencia, enhebró un parcial 11-0 a favor para cerrar el segmento con un parcial 11-0 en 3:30. Luego de haber errado los primeros cuatro triples, el granate metió tres seguidos (2 de Byró y uno de Giorgi) para abrir la diferencia (22-40)

Costaba pensar que Quilmes jugando tan mal podría revertir el partido en el segundo tiempo, pero empujado por su gente, por su orgullo de no perder de local, dio lo que tenía para dar. Consiguió anotar en el tercer cuarto (24 pts) repartiendo el goleo en diferentes manos. Primero perdía por 20 (29-49) luego descontó (37-51), la visita volvió casi a la máxima (38-56), pero el cervecero cerró el cuarto con un parcial 8-2 para entrar al segmento final abajo por 12 (46-58).

Lanús por su parte erró mucho (4/10 en dobles y 1/4 en triples). El granate no estaba en un buen partido pero ganaba igual. Tenía un poco de cada uno. Santander rotaba el banco y el equipo alternaba algunas pocas buenas y varias malas. Pero la impericia ofensiva de Quilmes (1/10 en triples hasta el tercer cuarto) lo mantenía vivo.

Quilmes llegó al primer triple en el partido con un envío de Eseverri que pegó en el soporte del aro, tomó vuelo y entró pidiendo permiso. Con lo justo, el cervecero encontró su primer gol desde los 6.75 mts. Y el propio “Goyo” se animó a meter el segundo en el inicio del último cuarto. Con solo dos triples en el partido, Quilmes ganó vida y se puso a 7 (53-60) a falta de 7:06.

El tercer y definitivo triple del partido para Quilmes vino de la mano de Johnsen para que su equipo se quede solo a 6 (56-62) con largos 5:40 por jugar. Hasta allí llegó Quilmes, contaremos la secuencia: en la siguiente acción Nicolás Laprovíttola se puso la capa de Superman, entró por línea de fondo, superó a todos y metió un doble con bandeja clave (56-64). Hopson erró en ataque de cinco metros y pidió falta en el tiro que no le dieron, bajó a defensa a pura protesta y se ganó el técnico. Juan Pablo Cantero metió los dos libres (56-66) y un doble de Taylor (56-68) posterior volvió a poner la ventaja en 12 puntos.

Después de tanto remar en apenas un minuto al local se le esfumó la cercanía. Lanús tomó el aire necesario para poder comandar el cierre de los últimos cuatro minutos.

Santander acertó con la doble base Cantero – Laprovíttola para asegurar el balón. Quilmes salió a buscar la heroica, metiendo presión todo el campo, dos por uno al balón, corrió y corrió pero siempre detrás y no hizo más que abrirles los espacios a Lanús que con inteligencia y paciencia sorteó la presión. Boccia metió puntos clave y lo tuvo a Taylor que impuso su físico en la pintura ante la carencia de pivotes del rival.

Además el cervecero erró los siguientes cinco triples que tiró para que quede bien en claro que necesita un manosanta desde el perímetro para que lo ayude con algún triple. Maffei demoró el reingreso de Truscott (con 4 faltas) en el último cuando Quilmes estaba lanzado a descontar la ventaja, pero un solo jugador no podía enderezar la nave. Morris vio todo el segundo tiempo en el banco sabiendo ya que Quilmes no será su destino deportivo.

La imagen final no fue buena para el local. Terminó luchando sin nada de juego, perdido, confundido por la necesidad de ganar y no saber cómo. Como suele decirse en río revuelto ganancia de pescadores. Lanús se alimentó de los nervios del rival para llevarse dos puntos de visitante sin haber dado mucho.

Síntesis
Quilmes (61): Nicolás Ferreyra 4, Phillip Hopson 14, Brian Morris 2, Britton Johnsen 16 y Louis Truscott 14 (FI) Esteban López 0, Facundo Piñero 0, Gregorio Eseverri 8, Lucas Vildoza 3. Daniel Maffei

Lanús (81): Juan Pablo Cantero 10, Adrián Boccia 16, Bruno Zanotti 0, Jamaal Levy 6, Terrell Taylor 20 (FI) Diego Guaita 7, Facundo Giorgi 10, Nicolás Laprovittola 6, Mariano Byró 6. DT: Silvio Santander

Parciales: 14-20, 22-40 (8-20), 58-46 (24-18) y 81-61 (15-23)
Arbitros: Alejandro Ramallo y Silvio Guzmán
Estadio: Polideportivo “Islas Malvinas”

Foto: Majo Gil (mjgil@pickandroll.net)
Crónica: Pablo Tosal (en twitter @pablotosal)
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