El escolta puertorriqueño se mostró gratificado por la victoria obtenida la noche del viernes, aunque dejó en claro que no está conforme con el rendimiento y que puede dar mucho más. “Quimsa es un buen grupo y un gran equipo. Todo el equipo está bien”, dijo Pellot.
Jesse Pellot Rosa se encontraba en Richmond, la capital del estado de Virginia, en los Estados Unidos, cuando recibió una comunicación telefónica desde Santiago del Estero en la que fue notificado del interés de Quimsa de contar con sus servicios.
No lo dudó. Jugar en la Liga Nacional representa una vidriera importante para cualquier jugador y su carrera deportiva necesitaba de un desafío de esa naturaleza, más aún teniendo en cuenta que con 27 años tiene la maduración suficiente para triunfar en cualquier liga del mundo. Armó viaje de inmediato y arribó a la provincia el pasado jueves por la tarde. Y al día siguiente, jugó su primer partido con la camiseta de Quimsa, integrando el quinteto inicial debido a la lesión que padece Bernard Robinson. Su equipo ganó y él apareció cuando su equipo más lo necesitaba: en el último cuarto.
El domingo el plantel tuvo día libre (y hoy volverán a los entrenamientos), pero Jesse Pellot Rosa trabajó a las órdenes de Mario Díaz, el preparador físico del plantel. “Estoy muy feliz. El equipo ganó y pude ayudar a mis compañeros. Me siento muy cómodo en la ciudad y también me gustó cómo se hacen sentir los aficionados”, manifestó.
Consultado por su rendimiento personal, dijo que no está conforme, porque se sintió muy agotado dentro de la cancha, debido al largo viaje. Además, aseguró que puede darle mucho más al equipo. El escolta de doble nacionalidad (estadounidense y puertorriqueña) comentó que habló con el entrenador Carlos Romano. ‘Me felicitó. Me gusta el coach, aunque ya tendremos más tiempo para conocernos mejor’.
Con respecto a sus nuevos compañeros, manifestó: ‘Me gustan todos, es un buen grupo y un gran equipo. Con Bernard (Robinson) fuimos rivales en el torneo de República Dominicana (él jugaba en Titanes y Robinson en Los Cocolos) y sé que es un gran jugador. James (Williams) es muy fuerte. Todo el equipo está bien’.
Como la competencia ingresará en un paréntesis, el jugador dispondrá de mayor tiempo para familiarizarse con los sistemas de juego de su equipo y para conocer aún más las características de sus compañeros y la filosofía de su nuevo entrenador. Todo indica que no tendrá problemas de adaptación al grupo, porque su calidad humana está garantizada y porque Bernard Robinson y James Williams serán los encargados de hacerlo sentir como en casa.