Se dio un gran gusto en el clásico

San Martín salió a jugar el clásico desde el mismo salto inicial. Regatas, en cambio, demoró dos cuartos en entender que más allá de lo que pudiera ofrecer desde lo técnico-táctico en sí, el duelo entre correntinos conllevaba también ciertos ingredientes intangibles como la actitud. Y el que logró exponer con mayor convicción esas virtudes fue el “rojinegro”, que se dio el gusto de ganar su primer clásico en la Liga Nacional de Básquetbol.

Es que los dos clásicos de la primera fase fueron para Regatas, pero anoche la historia tuvo un desenlace distinto y premió al equipo que mejor funcionó a lo largo de los 40 minutos.

San Martín, que venía de una reconfortante victoria sobre La Unión (93-79 el miércoles), sabía que era el momento para sacar rédito del envión anímico. Máxime cuando Regatas llegaba a la cita sin Lou Roe, pieza clave en su estructura, y después de una verdadera paliza sufrida en Paraná, donde lo superó categóricamente Sionista (90-59) aún sin contar con tres fichas mayores: Luis Cequeira, Juan Manuel Locatelli y Federico Ferrini.

Y no dejó escapar la oportunidad el conjunto de Leandro Ramella, que destrabó el trámite parejo del primer cuarto con los sorpresivos cortes al aro del veloz Beitzel, más la presencia dominante en la pintura de McFarlan (8 cada uno). A Regatas de entrada ya se lo vio incómodo con la defensa aguerrida que le planteó su rival y, salvo por Kante (siete), estuvo algo “apagado” en ofensiva. Así, San Martín se adelantó 21-19.

Pero la diferencia se incrementaría para el dueño de casa con el correr del segundo segmento. Albertinazzi le dio seguridad al traslado y también vías claras para atacar. Aunque no se quedó en eso. El base cordobés, que recién jugó su tercer partido con San Martín como reemplazo temporario de Lucas Victoriano, también ganó en injerencia con un par de triples que fueron vitales para sacar la máxima de 12: 36-24 a los seis minutos. Regatas lució desorientado y sin respuestas en defensa al no encontrar la brújula en ataque. Un dato fue revelador: San Martín se fue al descanso largo con 12 puntos sumados mediante la banca; mientras que Regatas no había anotado a través de sus relevos. No obstante, la sacó barata (39-34) por un par de apariciones del tozudo Romano y un largo doble de Stanton en el cierre de la etapa.

En el reinicio otro fue el semblante del elenco del parque Mitre. Con Martínez como líder de la resistencia, Regatas salió decidido a cambiar el curso del clásico. El paraguayo se cargó el equipo al hombro y fue para adelante con orgullo pero también inteligencia, siendo muy importante incluso desde la defensa. Anotó 11 de los 22 puntos regatenses en el cuarto para quedar arriba 56-54 entrando a la última recta. Mientras, San Martín había perdido consistencia en ambos costados de la cancha y se vio ante una presión que no lo aquejó hasta ahí en la noche.

Sin embargo, el “rojinegro” también sacó a relucir su temple para sortear el mal momento propio y el crecimiento ajeno. Dos dobles consecutivos de Eslava le inyectaron rápido confianza y, a pesar de ir “palo y palo”, un triple de Ramírez Barrios le permitió tomar distancia de cinco (61-56). Claro que con una eternidad por delante, Regatas no tiró la toalla. La remó con Romano y Kante, poniéndose sólo a uno (61-60). Fue entonces cuando un nuevo “bombazo” de Ramírez Barrios le volvió a dar oxígeno al local, que parecía lo liquidaba a 1:21 del final por una acción de 2+1 de Matthews (parcial 71-65).

Lejos de llegar a la definición, eso nada más que “avivó” el duelo de hinchadas. Y la efervescencia de las tribunas se trasladó al rectángulo de juego, donde un ratito antes nomás, McFarlan debió dejar la cancha al ser descalificado por una durísima infracción intencional a Martínez. Un par de libres de Kante y posterior doble de Stanton dejaron a tiro a Regatas (71-69) hasta que llegó una acción curiosa: con 25 segundos por jugar, no cortó con falta el equipo del parque Mitre hasta que se consumieron 16” de la posesión para San Martín. Fue a la línea para liquidar Matthews, pero falló ambos lanzamientos. Vino entonces la réplica regatense con el apremio del reloj y Quinteros habilitó a Stanton, que tuvo a boca de jarro la posibilidad de forzar el suplementario, pero el balón se le escurrió de las manos justo debajo del aro y sin marca cerca suyo. Estalló la gente de San Martín porque el clásico no se le podía escapar, menos después de los dos libres de Maciel que le dieron la chapa final.

Después del merecido festejo de los jugadores “rojinegro” en el parquet y cuando estaba en proceso de evacuación el público de Regatas, dos jóvenes de esta parcialidad se trenzaron a golpes con la policía, entendiendo que hubo ciertos abusos de los efectivos. Aunque después de breves instantes de tensión, todo retomó su cauce normal y los incidentes no pasaron a mayores.

Síntesis
San Martín (73): Agustín Carabajal 4, Devon Beitzel 10, Maximiliano Maciel 7, William McFarlan (descalificado) 13, Clarence Matthews 11 (FI); Fabián Ramírez Barrios 9, Pablo Albertinazzi 9, Ariel Eslava (x) 6 y Fabián Elías Saad 4. DT: Leandro Ramella.

Regatas (69): Javier Martínez 21, Paolo Quinteros 7, Ramzee Stanton 10, Nicolás Romano 13 y Djibril Kanté (x) 14 (FI); Nicolás De los Santos 2, Julián Aprea 2 y Diego Cavaco 0. DT: Nicolás Casalánguida.

Estadio: Fortín Rojinegro. Público: 2.200.
Árbitros: Juan Fernández y Leonardo Mendoza.
Parciales: 21-19, 39­-34 (18-15), 54-56 (15-22) y 73-69 (19-13).

Foto: Ligateunafoto.com
Fuente: www.Sietepuntasdigital.com