En Quilmes reinó la paz

Fue una jornada que duró más de 24 horas. Empezó el viernes con el segundo y definitivo desplante de Phillip Mc Hopson y luego continuó el sábado y el domingo con las entrevistas con todas las partes. Hablaron los jugadores nacionales, los extranjeros, el entrenador y el involucrado. Hubo sondeos, contactos, llamadas. Se cruzó información y con todos los escenarios posibles arriba de la mesa la dirigencia optó por lo que creyó más saludable: volver el reloj una semana atrás cuando Quilmes pudo perder en una fortuita última bola con Lanús haciendo un gran partido, ganarle a Estudiantes y perder jugando de igual a igual con Peñarol.

Pero eso dependía de una sola persona porque la situación con el entrenador Beto Martínez estaba muy clara de movida. Él en particular no tenía problemas con Hopson, quien entrenó el lunes por la mañana como si nada. Martínez dijo “A mí no me falló, les falló a sus compañeros”.

La palabra de los jugadores fue entonces la que se tomó como decisiva. No será cuestión de olvidar sino de perdonar y seguir. A Hopson se lo prefiere en cancha que fuera de ella.

Los dirigentes finalmente se reunieron con el nacido en Marcos Juárez y charlaron un largo rato con él. La situación que no se pudo evitar en Río Tercero y en Capital, acaso por ausencia dirigencial, se logró el lunes en Mar del Plata: Que Hopson entienda y se ponga nuevamente en positivo.

Como habíamos anticipado no era una cuestión de dinero, sino de formas. El jugador había perdido todo lo que creyó que debía tener en el equipo: Liderazgo, titularidad, la base, los minutos. Situaciones que se arreglan hablando, como finalmente sucedió.

Ahora queda para Quilmes la perpetua idea de la mejoría. De poder ser el que fue hace apenas 15 días atrás. Volver sobre los pasos de la construcción y no de la destrucción. Armonizar y pasar el momento fue la receta de la dirigencia quilmeña. Ahora saben bien que depende de los resultados, pero a nadie le escapa en Quilmes la idea de que son los únicos de los 16 equipos que ya tomó conciencia que jugarán la promoción. Para entonces deberán estar de pie, armando el equipo partido tras partido.

Pablo Tosal
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