Peñarol...la fiesta continúa

No tuvo la más tranquila ni placentera de las fases regulares. Lucho y se sobrepuso a muchos inconvenientes de ausencias y lesiones, pero hoy con equipo completo, sin lesionados y solo pensando en el objetivo Peñarol pegó el salto de calidad que todos esperaban. Llego la hora de definir un título y no se equivocó. Como tampoco se equivocó en el Super 8 de noviembre pasado.

A la hora de dar el plus para ganar un partido decisivo Peñarol es el que mejor lo hace. Lo sufrió Obras (dos veces esta temporada) y ahora Pinheiros.

El equipo brasileño posee un par de jugadores de notable calidad individual y un jugador muy inteligente como Figueroa para juntarlos y hacerlos jugar en equipo. Pero no hay caso. El básquetbol brasileño desperdicia talento en función de aferrarse al recurso de la respuesta individual. Por eso está Rubén Magnano en su selección tratando de corregirlo todo.

Y Juan Pablo Figueroa lucha contra todo eso, pero esta muy solo. Se notó cuando Peñarol lo partió al medio. Lo dejó al base cordobés aislado de su equipo y el resto no se pasó más el balón. Encima el base suplente, Paulinho, tampoco ayuda mucho a construir algo equipista.

Justamente lo contrario a Peñarol que hace un culto del trabajo en equipo. Y no se trata solamente de defender en bloque, sino de pasarse el balón (un pase más, un pase más) hasta aburrir. Que el corte a canasto sea para generar espacios para la descarga final y no siempre para forzar el tiro 1 vs 3. Peñarol es un equipo con mayúsculas.

Después de sortear un comienzo complicado, donde Sergio Hernández tuvo que pedir un tempranero minuto (6-10 a los 5:49), el local tomó las riendas con su defensa extendida, con el ajuste al tiro perimetral brasileño (4/6 en el primer cuarto) y sobre todo a Morro, el alto pivote rival que tenía a mal traer al juego interior milrayitas.

Leo Gutiérrez y Facu Campazzo, que no tomaron protagonismo contra Obras ahora fueron llamados a aparecer y de sus manos se dio vuelta la historia (23-20) en el primero cuarto. Entretenido, de calidad. Vistoso.

El problema llegó desde el segundo cuarto cuando Claudio Mortari, el técnico visitante, decidió darle descanso a los titulares. Su equipo se cayó a pedazos con los suplentes y Sergio Hernández, en cambio, rotó poco, mantuvo más a sus titulares y aprovechó para sacar una buena diferencia al término del primer tiempo (45-33)

Para el segundo tiempo, la defensa de Peñarol que logró desactivar a Olivinha el goleador de Pinheiros (solo 4 pts en la primera mitad) ahora hizo foco en los dos problemas que tenía: Marquinhos y Shammell. La media cancha de Pinheiros no jugó más. Selem Safar y Marcos Mata cumplieron en su tarea.

La defensa de Peñarol hizo el gasto aprovechando que cada vez que entró Juan Pablo Figueroa se ponía en falta. Casi no pudo jugar y lo poco que lo hizo (17:32) fue bien contenido. En cambio del otro lado Facundo Campazzo funcionaba a pleno y de sus manos (17 pts, 5 reb y 7 asistencias) Peñarol bailaba (63-45 a falta de 2.00)

El segmento final fue la misma milonga. Pinheiros fue reducido a un cúmulo de individualidades. Para ganarle a Peñarol en su cacha jugando solamente uno contra uno hay que tener porcentajes de ensueño o contar con un personal muy especial. El local no dejó ni por un segundo de defender duro, en bloque, siempre con los titulares en cancha (Leiva jugó 39:18 y terminó fundido)

Peñarol lo dio todo como si se tratara del primer título que logra en toda su vida. Ya no se trata de cansarse de ganar, o de no perder el apetito, ahora se trata de ir a más, de proponerse orgullosamente un desafío tras otro. Y cumplen.

Leo Gutiérrez fue declarado MVP y es el premio merecido al mejor jugador de la historia de la Liga. Pero a mi entender Marcos Mata fue el mejor de la cancha. Desde el partido con Obras para acá se encargó de dos de los mejores aleros de Sudamérica como Washam y Marquinhos, los goleó, defendió a todos, no se equivoca y suma siempre.

El conjunto marplatense se quedó con el 11mo título de su historia (sacando esos manos a manos de la Copa Desafío), 10 de ellos fueron bajo esta actual dirigencia y 9 en total con la conducción de Sergio Hernández. Este proceso brillante no se detiene y sigue sumando logros. Una fiesta que no se detiene y que busca, rabiosamente, extenderse en la liga.

Síntesis
Peñarol (88): Facundo Campazzo 15, Kyle Lamonte 6, Marcos Mata 17, Leonardo Gutiérrez 21 y Martín Leiva 17 (FI) Selem Safar 3, Pablo Barrios 3, Alejandro Reinick 4, Nicolás Lauría 2 y Matías Ibarra 0. DT: Sergio Hernández

Pinheiros (75): Figueroa 9, Shammell 17, Marquinhos 13, Olivhina 9 y Morro 8 (FI) Paulinho 8, Mineiro 2, Renato 13, Fiorotto 2. DT: Claudio Mortari

Parciales: 23-20, 55-43, 67-51
Árbitros: Uslenghi, Vázquez y Sánchez (terna uruguaya)
Estadio: Polideportivo “Islas Malvinas” (4300 espectadores)

Foto: Majo Gil (mjgil@pickandroll.net)

Pablo Tosal
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