Monte tiene mañana frente a Progresista

Ratificando su poderío como local desde que comenzaron los playoffs (lleva 5 de 5), Monte Hermoso Básket superó anoche a Unión Progresista (Villa Angela, Chaco), por 80 a 64, descontó en la serie semifinal del TNA (2-1), forzando un cuarto juego, que irá mañana, también en el balneario.

Los primeros minutos se limitaron a un duelo entre Cabello y Rasio. Ambos se defendían y, también, se sacaban ventajas, robándose el protagonismo del juego.

Monte intentó alejar del cesto a Progresista y en parte lo consiguió. El problema lo tuvo cuando lo atacaron y le rompieron. Adelante, el rojo fue formando una valiosa sociedad con Cabello-Johnson. Uno absorbía defensas y el otro aprovechaba.

La línea de juego de los chaqueños, a la vez, se mantenía, dominando en su tablero con Dilligard, corriendo y por momentos, con el freno de mano desactivado, lo cual le hizo perder siete pelotas en el primer cuarto, más allá de tomar lanzamientos demasiado apresurado. Esto lo aprovechó Monte y sacó 11 en 10 minutos.

La intensidad que mantuvo la visita le permitió penetrar con decisión, dividir la defensa y, también, cargar al rebote. Aunque, claro, por momentos confundió todo eso con apresuramiento.

Con dos triples de cada lado (Sahdi-Gil y Laphitzborde), el complemento comenzó a puro gol. Monte logró mantener la mano (4-8 en t3) y Progresista abusó del tiro de tres (2-8), obligado por la firme defensa local. La visita estuvo cinco minutos sin anotar, sufriendo un parcial de 14-1, para que Monte sacara 19 de luz.

El partido se fue abriendo, el equipo de Paquito Alvarez estiró la ventaja a 22 puntos, diferencia que mantuvo hasta el minutos 3 del último cuarto: 69-47. Era difícil imaginar, a esa altura, que el triunfo correría peligro. No obstante, teniendo en cuenta que la visita metió un parcial de 17-5, al menos el local se inquietó.

Sin bajar la intensidad, con Rasio cargando al rebote y tomando segundos tiros, Avalle sumando 3 de 4 en triples y mucho amor propio colectivo, Progresista descontó, pero la diferencia de Monte había sido demasiado abultada para pretender llevarse el partido.
Los minutos corrieron, el local empezó a jugar con el tiempo, la diferencia y la ansiedad visitante.

Monte salió a jugar sabiendo que no tenía mañana. Y la visita, con la tranquilidad que lo peor es regresar a su ciudad con la serie empatada. Habrá que ver como absorbe mañana cada uno ese juego de presiones. Por ahora, Monte duerme tranquilo.

Fuente: La Nueva Provincia

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