Un maestro

Marcos Delía estaba tranquilo, en su casa, cuando Luis Scola lo contactó por el chat del celular. Sí, la estrella llamando a la gran promesa argentina. Hasta ahí, igual, no era tan raro porque Luifa lo había llamado hacía casi un mes, cuando el pivote había viajado a Portland para disputar el partido más importante para chicos de 18 años, para contarle su propia experiencia en el Nike Hoop Summit. Pero, esta vez, no era para transmitirle sus vivencias vía telefónica. Era, nada menos, que para invitarlo, con todos los gastos pagos, a viajar a Houston para entrenarse con él durante cuatro días. “No sabía qué decir, no lo podía creer... Ni yo ni nadie. Estaba re contento. Lo increíble fue que a los diez minutos de invitarme tenía los pasajes en mi mail”, le cuenta Delía a Olé .

El pibe de Saladillo, de 20 años, viajará el 6 a Houston y volverá el 12. Todo pago por Luifa. “Es increíble, no tenía la necesidad de hacerlo”, reacciona Marquitos. Se entrenará junto a Scola en las instalaciones de los Rockets, pero sin la asistencia ni la mirada de técnicos, porque la NBA lo prohíbe. “Luis es el mejor en mi puesto y siento que me va a decir cosas que un entrenador no sabe. Va a ser muy valioso ver cómo trabaja. Me comentaron que es muy profesional y que tiene métodos de trabajo muy buenos. Voy a tratar de robarle todo lo que pueda...”, dice, sonriente.

-¿Lo tomás como que te invita un ídolo o un par?

-No, un ídolo. Luis no es un par todavía (se ríe), es un ejemplo. Pero a la vez eso no tiene que confundirme, debo entrenar a la par, al 100%... Es una suerte que me haya elegido.

-¿Es sólo suerte o te ve como la gran promesa, como muchos?

-Puede ser que me vea como una promesa y por eso quiera ayudarme. El siempre fue muy comprometido y debe desear enseñarme lo que lo ayudó a llegar donde está hoy.

Scola lo conoció justamente en el programa que él creo (Transición al Profesionalismo) para transmitirles enseñanzas a los chicos que están por dar el salto a la Liga. “Yo fui a la primera edición y aprendí mucho”, cuenta Delía, quien ya tuvo la chance de practicar con él. “Fue en Salta, cuando se recuperaba de la lesión en la rodilla y se entrenó con la preselección panamericana. Me tocó jugar con él y en contra. Es muy distinto a verlo por TV, tremenda la diferencia que hace... No lo agarrás porque encima juega siempre al 100%”, explica. Delía es un pivote que tiene talla (2m09), pero a la vez talento y versatilidad. Por eso le vendrá muy bien que Scola le enseñe sus habilidades en el movimientos de pies. “Sí, es un maestro en eso. Sé que trabaja con escaleritas para movimientos de coordinación y velocidad. Quiero viajar ya...”, admite quien fuera figura en el Mundial U19 del 2011 y que ahora fue convocado para el Sudamericano de mayores.

-Ahora Scola y, en días, a entrenar con Oberto.

-Sí, será un mes hermoso y espero aprovecharlo. Pero estoy tranquilo y lejos de relajarme, es una gran motivación para seguir creciendo. Sé que esto recién empieza, aún no logré nada.

En realidad, logró que Scola le de un curso acelerado de crack. Un maestro.

Julián Mozo - Diario Olé