Bien acompañados

La Ruta Ñ pasó por La Coruña y ya de por sí despertó interés entre los gallegos que deseaban disfrutar a esta generación que mucho le dio al deporte español y que poco se sabe cuánto más durará. La Selección Argentina vive algo muy similar y mantiene como lauro inalterable la medalla dorada en Atenas 2004. Por eso, pocos dudaban que el Coliseum iba a estar colmado por más de 9000 personas.

Y allí los argentinos se hicieron notar. Como Ignacio, que vive en Ferrol hace cuatro años y como todo correntino es hincha de Regatas. Él estudia medicina en Galicia y no podía dejar pasar la oportunidad de venir a ver a Federico Kammerichs y a la Generación Dorada.

Un centenar de argentinos repartidos por todo el estadio con camisetas de San Antonio o de la Argentina disfrutaron de un espectáculo que pocas veces se vive en la región. La Argentina no tuvo un buen arranque, pero la segunda mitad dejó un buen sabor de boca a los que fueron por los dirigidos por Julio Lamas.

Mariano y Luciano son hermanos que llegaron a Vigo desde Rivadavia de Mendoza hace 10 años. Por eso hoy son tan hinchas de Celta como del Independiente cuyano. Ellos sabían que venía Túnez a jugar a La Coruña pero “desde que nos enteramos que los cambiaron por Argentina estuvimos pendientes por las entradas. A los dos días ya las teníamos”, afirmaba Mariano, que recorrió los 159 kilómetros que lo separaban de La Coruña con su musculosa celeste y blanca que compró hace 12 años en su país y semanalmente pica la naranja, encesta y hace jugar en el C. B. Mos mientras se lo permiten sus obligaciones, hoy, en un restaurant.

La emoción de ambos era entendible. En esta década en la península ibérica, la única vez que pudieron ver a una Selección Argentina fue en el mundial de hockey sobre patines masculino 2009, precisamente en Vigo.

Los locales también eran conscientes de la dimensión del encuentro. Como Álvaro que es tan orgulloso de La Coruña como María Pita, pero anda con la remera negra con mangas de los Spurs y el 20 en el pecho. Vino a ver a España pero “los buenos son buenos”, afirma.

El comienzo parecía desilusionar a las 9.556 personas que fueron por un encuentro entre dos potencias pero empezaron viendo solo a los de rojo. Finalmente la Argentina mejoró y, si bien cayó por 20 puntos, el público pudo ver buenos momentos de Ginóbili, Delfino, Scola y Nocioni en gran nivel y quedó un buen sabor de boca para los que están acostumbrados a verlos por televisión. Valió la pena.

Desde la Coruña: Tomás Rodríguez Couto 
En twitter @TomasRodriguezC
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