Signos vitales

Pintaba muy feo. Argentina sufrió un primer cuarto de terror, de espanto. Se dejó dominar por una voluntariosa y activa selección tunecina. Que fue ganando en confianza minuto a minuto. Y no hace falta aclarar que todo lo bueno que le pueda pasar a Túnez, con el respeto que merece una selección que disputa los Juegos Olímpicos, depende en gran medida de lo que el oponente no haga. Y Argentina no hacía nada. Ni atrás ni adelante.

Confirmada la noticia de Prigioni con cólicos renales la responsabilidad le cayó a Facundo Campazzo en un momento justo. Ante un rival que tenía bases bajos y picantes, justo un espejo para que él se mire.

Y a la selección le costó entrar en sociedad con su nuevo base. No es fácil adaptar estructuras a toda velocidad. Se miraban más de lo que se pasaban el balón y los tiros frontales (único tiros que probó la selección con relativa ventaja) no entraron. La idea de seguir con Nocioni de cuatro sigue desacomodando a Chapu aunque su energía se puede notar en defensa, todavía no se pudo sacar ventaja del cuatro abierto en ataque.

Anarquía, falta de pases, ataque a un solo tiro, endeblez defensiva, Argentina metió un combo interesante en el primer cuarto para que Túnez se luciera de la mano de su pivote Mejri. De repente la distancia era muy grande (28-14).

Las caras de los jugadores denotaban fastidio por el mal momento. Y quien mejor aprovechó esa bronca interna fue Manu Ginóbili quien se asoció con Scola para sacar a flote la nave. Argentina metió un parcial 15-0 para recuperar el protagonismo del partido de los cuales 12 fueron con autoría de Manu y los otros 3 de Scola. Hubo un buen ingreso de Pancho Jasen que volvió a mostrarse enchufado en el partido.

Sucede que Lamas no se animó a mover el banco para dar vuelta la historia. Esperó que sean mayormente los titulares los que cambien el paso, acaso denotando que los problemas eran actitudinales y de concentración. También el parcial de 15-0 coincidió con el primer descanso del pivote Mejri quien cuando retornó al campo ya no fue el mismo. La defensa Argentina por fin se había encendido.

Túnez ensayó una reacción con un nuevo parcial 10-4 pero el cierre del cuarto con el reingreso de Delfino fue fructífero. Julio Lamas utilizó una rotación muy corta de siete jugadores, con Hernán Jasen y Leo Gutiérrez como únicos reservistas. Esto fue una constante a lo largo del torneo.

Ya para el segundo tiempo y luego del 40 iguales con que llegaron al entretiempo vino lo mejor de Argentina. Esta posibilidad de volver muy rápido al juego tranquilizo a la selección y lentamente la defensa argentina se adueñó de los tiempos del partido. Ya no hubo cortes al canasto con ventaja, los tiros fueron contestados y el rebote de propiedad nacional. El partido se equilibró y apareció Facundo Campazzo dominando ahora si los tiempos de juego.

Facu no tuvo un buen primer tiempo, se cargó de faltas, no pudo darle juego a un equipo que estuvo errático y pasivo. Todo cambio después. Hubo señales de vida muy claras que dejaron a Túnez como Túnez y a la Argentina como la Argentina. Y no es un juego de palabras, es la diferencia que debe haber entre un equipo y otro. Campazzo le puso velocidad a la defensa y distribuyó mejor la pelota. Vale decir, lentamente se convirtió en el dueño del equipo.

Tres triples seguidos abrieron el tercer cuarto e inmediatamente la diferencia se notó. La brecha en el tanteador empezó a abrirse y ahora si Lamas aprovechó para meter una rotación un poco más larga con el ingreso de Marcos Mata y luego Juan Gutiérrez. De todos modos no quiso pruebas raras en la base, lo dejó a Campazzo como base natura y fue rotando en las diferentes posiciones.

Era el momento de Carlos Delfino que no desaprovechó. El “Lancha” se encendió justo para terminar de cerrar la historia en el tercer cuarto mismo. La distancia se abrió hasta los 19 puntos (65-46) con Túnez confundido y sin respuestas.

En el tramo final Argentina se soltó por completo y Campazzo terminó dando lo mejor de sí. Con una planilla de lujo para un debut como titular en los Juegos Olímpicos alcanzando los 12 puntos, 9 rebotes, 7 asistencias, una tapa, un robo, dos pérdidas en 39:30.

Marca Mata fue otro que debutó en los Juegos y lo hizo de buen modo demostrando que está para jugar aportando dos tapas en defensa, su habitual energía y técnica para defender y 1/1 en triples y 1/3 en dobles.

El punto bajo fue Andrés Nocioni quien firmó una planilla de 0/3 en dobles y 0/3 en triples, contrariado porque no le entran sus tiros naturales, la recuperación del “Chapu” es clave para los partidos que siguen. Sobre todo porque Lamas ya demostró que Jasen, Mata y Kammerichs apenas sumaran un puñado de minutos si el encuentro es parejo.

Síntesis
Argentina (92): Facundo Campazzo 12, Emanuel Ginóbili 24, Carlos Delfino 21, Andrés Nocioni 3 y Luis Scola 20 (FI), Leonardo Gutiérrez 3, Hernán Jasen 2, Marcos Mata 5, Juan Gutiérrez 2. DT: Julio Lamas

Túnez (69): Mouran Laghnej 9, Mourad Elmabrouk 16, Makram Benromdhane 12, Amine Rzig 4 y Salah Mejri 19 (FI), Mokhtar Ghayaza 0, Radhouane Slimane 3, Nizar Knioua 6, Mohamed Hadidane 0, Mehdi Hafsi 0, Youssef Gaddour 0 - DT: Adel Tlatli

Parciales: 14-28, 40-40 y 71-53
Árbitros: Guerrino Cerebuch (Ita), Michael Aylen (USA) y Borys Ryzhyk (Ucrania)
Estadio: “Basketball Arena” de Londres.

Foto: Gentileza Ligateunafoto.com

Pablo Tosal
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