Luis dice que él siempre creyó que le podíamos ganar, aunque en mi caso estaba un poco más escéptico y sólo garantizaba una cosa: que íbamos a rompernos el alma. No quería pecar de iluso (Manu Ginóbili).
Hablé con los jugadores y les transmití un concepto: los imposibles cuestan un poco más pero se pueden dar. También vieron mi predisposición por salir a ganar aunque todos preguntaban si Argentina iba a jugar al 100% pensando en el cruce de cuartos. Uno transmite confianza. Y en la cancha son cinco contra cinco (Rubén Magnano).
Tuvimos toda la ilusión del mundo y salimos muy relajados a la cancha, aunque realmente no pensábamos que podíamos conseguirlo. Era fundamental para seguir avanzando. El que terminaba primero no se cruzaba con Yugoslavia (Andrés Nocioni).