Quilmes construyó una victoria muy importante para su futuro superando a Monte Hermoso 79-63. En el triunfo encontró la actitud reclamada para defender, reacciones ante embestidas del local y una rotación compensada.
Se cerró la primera fase para un grupo de notable paridad que tendrá a los cuatro protagonistas como animadores del torneo. Independientemente de como hayan terminado en la tabla. Porque Quilmes, por ejemplo, apenas sumó dos victorias y cuatro derrotas pero sin dudas que tiene mucho más para dar.
El conjunto de Leandro Ramella cerró la primera fase con un cúmulo de buenas noticias. El regreso de Luca Vildoza le da variantes, y no solo por meterle un relevo a Cadillac sino porque también puede cambiar el ritmo de juego. Andy Rodríguez jugó desde el primer tiempo, corrió el contraataque, se peleó como siempre en los rebotes, es decir gana un interno más. Se demostró a si mismo que la puede prescindir de la “Riosdependencia” y finalmente entendió el mensaje: para ganar hay que defender y Quilmes que venía con 82.8 pts en contra bajó este guarismo a 63 puntos. Todo eso en un partido.
Desde el comienzo mismo del juego Quilmes sacó rápidas ventajas con la puntería de Ortíz en el tiro de tres puntos (3/3) y las facilidades que tuvo Essengue en la pintura para convertir. El goleador Maxi Ríos volvió con un golpe en la pierna de su último viaje y como entrenó diferenciado salió desde el banco. Ambas defensas estaban en persecución Individual y el vértigo que tuvo el partido ya proponía desde el principio unos cuantos errores por bando.
“Paquito” Álvarez el técnico visitante bancó a los titulares a pesare de la diferencia (18-8) hasta que mandó a Pablo Gil a la cancha. El ex Quilmes fue padre por segunda vez esta semana y no entró a la par de sus compañeros por eso salió Paredes como escolta titular.
El primer cuarto cerró con un triple del recién ingresado Luca Vildoza para tomar una distancia de 12 (23-11). La fiesta del local siguió en el inicio del segundo cuarto cuando la distancia se hizo de 20 puntos (34-14) abriendo una brecha que podría haber definido el juego allí mismo.
Habían corrido apenas 4 minutos del segmento, Quilmes ganaba por 20 y dominaba por completo el juego. La estrategia defensiva del local era cerrar todos los caminos que condujeran a Coleman (que los había lastimado mucho en el juego en Monte Hermoso) y con Eseverri pegado a Barovero para que no pueda darles gol. Pero todo cambió en un par de minutos.
El coach de Monte Hermoso buscó mil y un cambios para encontrar una receta que lo saque del infierno hasta que la encontró. Lo dejó a Nico Paletta de base y lo puso a Castets de dos. Ese fue el primer acierto: la doble base y la segunda fue el ingreso del chico Matias Cuello. El ex Lanús le cambió la energía a su equipo y dio mucho atrás y adelante.
Así Monte Hermoso metió un parcial de 7-0 para descontar y ponerse 34-21. Leandro Ramella paró el partido con un tiempo muerto y al regreso Monte Hermoso volvió a sorprender recostándose en una zona 2-3 que sorprendió al cervecero.
Quilmes tomó cuatro ataques seguidos con tiros perimetrales y los triples no entraron (0/4). El rebote defensivo fue propiedad de Monte Hermoso, que corrió la cancha y siguió descontando hasta meter un parcial total de 16-0 y quedarse solo a 4 (34-30). Otro minuto de Ramella para seguir buscando salidas, hasta que Essengue cortó la sequía de más de 5 minutos sin convertir.
El primer tiempo cerró con una ventaja de seis para el local (38-32) y todo abierto para el segundo tiempo.
En el inicio del tercer cuarto Essengue dejó pasar un pase de pique por línea de fondo porque venía muy bajo y en defensa se “comió” un rebote ofensivo de Coleman con doble incluido que desesperó a Ramella. Apenas un minuto y medio y el foráneo se tuvo que sentar.
El partido para Quilmes tenía una sola premisa: luchar y claramente Essengue estaba sintonizando otro discurso. Tayavek Gallizi en cambio, entendió de que se trataba.
La variante que encontró el técnico quilmeño para solucionar los problemas fue mandar a su mejor “Rottweiler” (Goyo Eseverri) encima de Matías Cuello. Esto derivó que Maxi Maciel quedara emparejado con Barovero sacando diferencias físicas.
La tarea de “Goyo” fue sencillamente brillante hasta erigirse en la figura del partido. Cuello que venía de 7 puntos claves en el segundo cuarto no anotó puntos en todo el segundo tiempo con la marca de Eseverri. Cuando Cuello salía el Goyo tomaba a Pablo Gil con la misma eficacia. De hecho tan importante fue su actuación que fue el único jugador de la cancha que jugó los 40 minutos. La planilla dirá que terminó con 11 pts, 6 rebotes, 7 recuperos y 3 asistencias pero su entrega de energía no se puede medir en números.
El camino de la lucha fue el que encontró Quilmes para volver meterse en el juego, Monte Hermoso había emparejado el desarrollo pero no pudo nunca superarlo. Castets se sintió incómodo para generar juego y esto se reflejó en un guarismo sorprendente: 23 pérdidas de equipo en el partido de las cuales 15 fueron en el segundo tiempo.
Para el tramo final Ramella decidió bancar a Vildoza en la base a pesar de algunos errores propios del apresuramiento y la ansiedad de regreso que experimenta el juvenil. No obstante la apuesta le salió bien porque Luca recuperó dos balones, anotó puntos y asistió en la parte final del juego en el momento que la brecha se abrió de modo definitivo.
Monte Hermoso no volvió a utilizar el recurso de la zona que le había dado buenos réditos en el segundo cuarto y tenía su perímetro con muy poca participación ofensiva. Se quedó sin gol y sin salidas. Quilmes lo cerró con un par de contraataques y sacó 16 (73-57) a falta de dos minutos poniéndole un telón final al juego.
Monte Hermoso (63): Mariano Castets 14, Carlos Paredes 0, Alejo Barovero 8, Allonzo Coleman 14 y Sebastián Cabello 5 (FI) Pablo Gil 15, Matias Cuello 7 y Nicolás Paletta 0. DT Alejandro Álvarez
Parciales: 23-11, 38-32 y 57-50 Árbitros: P. Hoyo y R. Reyes Estadio: Once Unidos
Foto: Majo Gil (mjgiol@pickandroll.net) Crónica: Pablo Tosal (En Twitter @pablotosal)
Huracán dominó el clásico de principio a fin: derrotó a Alianza por 79 a 68
Huracán de Trelew venció a Ceferino Alianza Viedma por 79 a 68, en el “Atilio Viglione”, en un partido por la sexta y última fecha de la primera fase del Torneo Nacional de Ascenso 2012/13.
El clásico quedó en mano del Globo, que fue más desde el mismo arranque cuando metió un parcial de 9-0, con los rionegrinos aún dormidos se fueron 18-4 para llevar las riendas del juego hasta el arranque del último cuarto con mucha suficiencia.
El local tuvo un sequía en tiro de campo de 6.30, Damián Pineda (goleador con 22 puntos) rompió el maleficio con un triple, luego que Byron Johnson se fuera por cinco faltas y parecía que se venía la noche. Fueron vitales dos dobles seguidos del veterano Scales para frenar la arremetida en el final de los viedmenses.
En el otro partido del Grupo 5, Quilmes de Mar del Plata superó a Monte Hermoso por 79 a 63 como local.
Posiciones finales (arrastran el 50% de los puntos a la segunda fase): Alianza 10 puntos; Monte y Huracán 9; Quilmes 8.
El próximo viernes el nuevo clásico patagónico tendrá otra edición pero en el Polideportivo Angel Cayetano Arias de Viedma, en el marco de la primera fecha de la Zona Sur.
Síntesis
Huracán 79: Sahdi 11, B. Johnson 13, Mansilla 9, Segura 6 y Pineda 23 (FI); Scales 9, Durante 0, Caferatta 5, Germán González 3, Moreno 0. DT: Roberto Martínez.