De local es otra cosa

En el comienzo mismo del primer cuarto, a pesar de la paridad (10-10 en 3 minutos) se notaba las facilidades que Quilmes daba en el juego interior. La visita hizo uso y abuso de la invitación quilmeña a que lo ataquen cerca de su canasto.

El pick and Roll por el eje le trajo todo tipo de beneficios a Rocamora. Porque terminaban con el interno cerca del aro en posición de ventaja o abrían muy limpio para Bergel que comenzó con mucha puntería (2/2 en dobles y 1/1 en dobles)

Con los goles de Emilio Domínguez debajo del cesto Rocamora se alejó a cinco (12.17 a falta de 4:40) hasta que Ramella pidió minuto.

El principal problema cervecero, además de su defensa, fue que puso mucho de sus ofensivas a tiros lejanos al canasto. Tanto de 5 metros como tiros de 3 puntos. Essengue encerrado sacó el balón para los perimetrales y no respondieron (3/11 en triples) mientras que Rocamora, principalmente con Domínguez (9) sacó ventajas debajo del cesto. Solo por los puntos de Maciel (10) Quilmes cerró cerca el primer cuarto: 21-24

El cervecero pasó al frente (25-24) en 3 minutos y medio del segundo cuarto donde el partido se desnaturalizó bastante por la rotación de los equipos y sobre todo la mejoría defensiva de Quilmes. El técnico visitante Martín Amden paró el juego con un minuto para desperrar a los suyos. También la sequía coincidió con la salida del base titular Pablo Jaworski y el escolta Bergel. Quilmes aprovechó para pasar al frente 27-24 con un parcial extendido 6-0 en 4 minutos.

En el reingreso de Jaworski se ubicó como escolta (con el pibe Agustín Richard de base) y Rocamora apostó por un cajón y uno sobre Maxi Ríos. Así llego la mejoría visitante y el empate en 31.

Quilmes tuvo muchos problemas en su tabla hasta que Ramella encontró la dupla que más soluciones aportó con Maciel y Andy Rodríguez en tándem del juego interior. El primer tiempo terminó con un cono de paridad en el desarrollo y el tanteador: 35-34

Al inicio del tercer cuarto la vuelta de Essengue volvió a confirmarle al coach cervecero que cuando el extranjero no la mete su producción es casi nula, porque en defensa da todo tipo de ventajas. Por eso el primer cambio del parcial fue justamente el regreso de Andy Rodríguez por el foráneo para volver a fortalecer el juego interior.

La visita fue a una zona 2-3 en el comienzo del tercer segmento, esto le permitió un parcial a favor 0-6 (35-40) para tomar la delantera. Pero aparecieron los triples de Maxi Ríos que lanzó con la marca encima y encontró mucho gol desde el perímetro.

Con el buen trabajo defensivo de Rodríguez, Maciel, Eseverri que bloquearon los rompimientos de Jaworski, Calvelli y Bergel no tuvieron más espacios y perdieron algunas pelotas que principalmente Ríos de contraataque se encargó de transformar en gol.

Por eso Quilmes pudo defender y correr, con algo de gol perimetral rápidamente la diferencia empezó a abrirse y solamente Domínguez en el poste bajo (y hasta con un triple) le dio gol a su equipo. El tercer cuarto cerró con ventaja de 8 para el local de 61-53.

En el comienzo del tramo final la distancia se abrió primero a once (66-55) y luego a 13 (70-57). La ofensiva de Rocamora se fue ahogando en espacios cada vez más congestionado y con muy poca confianza para el tiro de tres. Quilmes solidificó su rebote defensivo y tuvo como mejor noticia que luego de la ventaja del tercer cuarto pudo repartir el goleo ofensivo en diferentes manos, no dependiendo tanto ya de Maxi Ríos.

El reingreso de Luca Vildoza al juego fue el golpe de K.O que encontró Ramella para cerrar el juego, porque el pibe le puso pimienta a un seguro traslado del balón que tenía Cadillac (apenas 7 pérdidas en todo el juego como equipo). Todo esto sucedía con Essengue en el banco mirando como su equipo mejoró 100% su defensa sin él. Solo volvió al juego cuando un “fusilado” Andy Rodríguez le pidió el cambio al banco (80-65).

La visita en los últimos 7 minutos logró frenar las pérdidas y frenó la distancia pero el tablero ya lo tenía 10 puntos abajo. Para descontar esa diferencia debía salir a tirar y lo hizo pero con mala puntería. Más allá de la voluntad de ir a buscar con más dureza el rebote ofensivo, su falta de porcentaje fue determinante.

Quilmes cerró el partido mostrando un alto nivel físico, comiéndose a su rival también con el enorme despliegue que realizó desde el segundo cuarto en adelante. Cerró el juego sin apuros y le devolvió una alegría a su seguidora gente.

Síntesis
Quilmes (84): Cristian Cadillac 2, Lucas Ortíz 3, Gregorio Eseverri 11, Maximiliano Maciel 16, Gastón Essengue 7 (FI) Maximiliano Ríos 22, Tayavek Gallizi 2, Andrés Rodríguez 12, Lucas Vildoza 5, Facundo Grutzky 4. DT Leandro Ramella

Tomás de Rocamora (72): Pablo Jaworski 3, Juan Carlos Bergel 11, Eduardo Calvelli 16, Albert White 9 y Emilio Dominguez 23 (FI) Agustín Richard 5, Jeremías Acosta 5, Gonzalo Santos 0, Matías Novelo 0. DT Martín Amden

Parciales: 21-24, 35-34, 61-53
Árbitros: Sánchez y Reyes
Estadio Once Unidos

Pablo Tosal
En Twitter @pablotosal
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