La fiesta de ser puntero

Habrá noches para el olvido y noche para el recuerdo. Quilmes hizo todo para que la noche del lunes 4 de marzo sea especial. La gente lleno la cancha, se permitió el ingreso de bombos y trompetas y el colorido vino desde afuera, desde las tribunas. El clima futbolero que sin violencia parece conmovedor. Solo sin violencia.

Y el equipo respondió con una actuación sólida. De candidato. Se subió la punta de la zona sur a puro gol. El equipo de Leandro Ramella no es un equipo virtuoso pero gana por capacidad de gol, inteligencia en el aprovechamiento de los errores del rival y un espíritu de lucha muy elevado.

Fue un arranque furioso para el cervecero que se encargó de que Farabello no reciba el balón para generar juego. Fue Correa el que tuvo en los primeros pasajes esa decisión con pase casi en exclusividad a López. Los dos tiros forzados y dos pérdidas en apenas 4 minutos le dieron 4 ataques rápidos al cervecero.

Dejarlo a Quilmes correr la contra de local es un acto suicida. Por eso, Marcelo De la Fuente el DT visitante, frenó el juego rápidamente con un minuto (12-4 en 4 minutos). Al regresar la pelota en el ataque de Sport Club pasó necesariamente mucho más por el hombre que mejor la trata: Farabello.

De todos modos aunque Sport mejoró su distribución de balón y creó mejores opciones ofensivas careció de puntería. Tomó buenos tiros errando mucho (5/10 en dobles y 0/4 en triples). Quilmes tuvo como virtud contener su rebote y desde ahí poder tener una rápida transición con posesiones que rara vez superaron los 15 segundos. La distancia se abrió a 10 puntos al cierre del primer cuarto (22-12) con un gran reparto de goleo.

Para el segundo segmento el ingreso de los suplentes mejoró la actividad defensiva de Sport. Pero no fue tanto su problema en el bloque defensivo del cinco contra cinco sino los problemas en ataque que lo hacían retroceder desacomodado ante un especialista en cancha abierta como Quilmes.

Luca Vildoza (8 pts) con su talento individual logró destrabar los problemas que desde la segunda mitad del cuarto empezaron a afectar al equipo. A medida que la defensa de Sport mejoraba y se cerraba cerca de su canasto más problemas tuvo Quilmes para pasarle el balón y tomar algún tiro claro. La diferencia se redujo de 14 (32-18) a solo cinco (37-32).

Leandro Ramella, DT local, apostó a una formación sin Essengue en cancha aprovechando la larga rotación que hoy tiene en el juego interior con “Andy” Rodríguez y el “Killy” Romero. Y fue justamente el recuperado “Killy” el que sacó la cara por el equipo (8 pts). Cadillac serenó el juego y otra vez la distancia se abrió a diez sobre el cierre del cuarto. Sobre todo después de una falta técnica a Reynolds por protestar. No le fue fácil a la dupla Piedrabuena – Reyes llevar el control del juego. Quilmes metía fricción y Sport cayó en ese juego (más las protestas de cada lado).

En el inicio del tercer parcial hubo paridad inicial (5-5) pero Quilmes repitió la fórmula del primer cuarto, defensa dura y contraataque. Tiros rápidos de eficacia y sacó 17 (57-40) a falta de 6 para que Marcelo De La Fuente otra vez pidiera minuto. La distancia se abrió a 20 (60-40) porque Quilmes con Maxi Ríos metía además hasto los tiros perimetrales.

La resistencia de Sport Club fue ponerle la bola a Grady Reynolds debajo del canasto para que por habilidad sorteara todo tipo de dispositivo defensivo. Farabello buscó el resto de los espacios pero no hubo mayores respuestas en Morales, López o Correa. Solo el pibe Lucas De la Fuente pudo traer algo diferente desde el banco.

Aunque sin brillar (y esto es lo curioso) Quilmes estaba 14 arriba al comienzo del último cuarto. Gana por empuje, por cansancio, por capacidad de gol. Sport después del primer cuarto (12) hizo 23 y 21 puntos de manera seguida y de visitante, pero Quilmes hizo 23 y 25. El equipo que quiera ganar en Once Unidos deberá traer no menos de 85 puntos en las manos y hacer un defensa de ensueño. Porque Quilmes no depende de ningún goleador: es un equipo con gol.

En el tramo final con Ortíz oficiando de base por la lesión previa al entretiempo de Luca Vildoza (esguince leve) el equipo no tuvo mucho juego pero si explosión y gol. Ortíz y Ríos juntos no bajaron nunca el ritmo. Y ya con Essengue en cancha prácticamente marcharon tranquilos al final con una distancia que se estación en los 15 puntos, por mucho que remara Sport, con Farabello mostrando destello de otra categoría y un grupo que luchó más de lo que jugó.

Sport Club está haciendo una campaña de ensueño pero para dar el plus de ratificarse como un equipo de punta se queda corto con la rotación. En tanto Quilmes cerró otro juego de local con más de 90 puntos, otro juego donde evidenció una notable eficacia a la hora de aprovechar el contraataque, y donde definitivamente se recibió de candidato.

Tiene espíritu de lucha, rotación larga y jugadores con autoridad (Romero, Maciel, Andy Rodríguez, Eseverri) goleadores y capacidad táctica en su entrenador. Ahora que es puntero deberá aguantar la presión y corroborarlo en los play offs.

Síntesis
Quilmes (93): Cristian Cadillac 2, Maximiliano Ríos 22, Gregorio Eseverri 10, Maximiliano Maciel 5 y Gastón Essengue 14 (FI) Luca Vildoza 8, Tayavek Galizzi 0, Cristian Romero 12, Andrés Rodríguez 7, Lucas Ortíz 13 y Manuel Gutiérrez DT: Leandro Ramella.

Sport Club (78): Daniel Farabello 5, Emiliano Correa 7, Sebastián Morales 10, Grady Reynolds 26 y Roberto López 10 (FI) Diego Figueredo 5, Mirco Barreiro 0, Lucas De la Fuente 12 y Gino Avegnali 3. DT: Marcelo De la Fuente.

Parciales: 22-12, 45-35, 70-56
Árbitros: Piedrabuena – Reyes.
Estadio: Once Unidos

Foto: Gentileza Carlos De Vita

Crónica: Pablo Tosal
@pablotosal
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