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11/05/2013 17:22 | Especiales

Antes de la Generación Dorada

“En la Ceremonia Inaugural ya veíamos diferencias con el resto”

A 50 años del Mundial de Brasil 1963, repasamos las dificultades que sufrió el Seleccionado Argentino que alcanzó el octavo puesto. Atrás habían quedado los grandes mojones de la década del 50. Sensaciones, desde adentro, de Víctor Hugo le Bihan.
Autor:Alejandro Francisco (especial para www.pickandroll.com.ar)
“En la Ceremonia Inaugural ya veíamos diferencias con el resto”

El título en el Campeonato del Mundo en 1950 y el cuarto puesto en los Juegos Olímpico de Helsinki 1952 quedaban en el olvido. Problemas de estructura y políticos hicieron que Argentina estuviera ausente en el Mundial de Brasil 1954 y finalizara décimo en Chile 1959, lejos de primeros planos.

El Seleccionado llegó a Brasil con poco conocimiento de la actualidad, pero rápidamente se topó con la realidad. El 12 de mayo de 1963 se disputaba íntegramente la primera fecha con los seis primeros partidos de las tres zonas del Mundial. Mientras el local y último campeón completaba los 13 equipos a la espera en Ronda Campeonato, Argentina caía por 18 puntos ante Italia. Pick and Roll repasó las vivencias albicelestes junto a unos de los integrantes del plantel, el rosarino Víctor Hugo le Bihan.

Víctor, ¿En 1963 pidió permiso en el trabajo para ir al Mundial? En esa época solía pasar.

Trabaja en un astillero y perdí el laburo. Pedí permiso, pero me dijeron que me tenía que quedar acá. Yo no me podía perder el Mundial, posiblemente no jugaba ninguno más. Pero al tipo qué le importa, quería que yo vaya a laburar. Me las tomé y después del Mundial conseguí trabajo en un banco yéndome a jugar a Provincial de Rosario pero tuve que dejar mi club: Sportmen Unidos. Más tarde, cuando jugué en La Emilia de San Nicolás iba a venía desde Rosario en colectivo o en auto, ya que entrenábamos dos o tres veces por semana. Allí fui compañero del “Negro” Horacio Seguí.

¿Cómo fue la preparación para el Mundial?

Muy distinta a la de ahora. En esos tiempos se disputaban amistosos a nivel nacional. Fueron unos 20 días de entrenamiento en Villa Allende, Córdoba, y con amistosos ante equipos cercanos. En aquellos años, por reglamento, el campeón del Argentino llevaba 5 jugadores más el entrenador, en este caso fue el cordobés Alberto Andrizzi. Me acuerdo que la alcancé a volcar solamente en Villa Allende, porque me entrené mucho. Yo jugaba en cualquier posición menos de base y de pívot pero me la rebuscaba abajo del aro. Compartí con tipos bárbaros. Con muchos hablábamos a fin de año y perdí el contacto. Espero que no les haya pasado nada.

Más allá de su lesión ¿Cómo vivió el Mundial ya en Brasil?

Es cierto, tuve un esguince de tobillo. Nosotros fuimos con un equipo que llevó un técnico, kinesiólogo y un utilero. En cuanto a la infraestructura era bien diferente en relación a otros equipos. Lo notamos enseguida, en la Ceremonia Inaugural que se hizo en el Maracanazinho ya veíamos diferencias con el resto. La sensación que queda es que uno jugaba con zapatillas Pampero, sin acolchado, y acostumbrado a jugar al aire libre, bien distinto a la situación del Mundial y los rivales. Uno veía a los franceses o estadounidenses con equipos bárbaros, zapatillas bárbaras. Uno se daba cuenta que estaba lejos de todo. No teníamos envergadura basquetbolística y física.

¿Qué jugadores destaca de ese Mundial?

Nuestros grandes eran Zoilo Víctor Domínguez (de Atenas de Córdoba) de 2.07 metros pero que no estaba a punto físicamente y Alberto Vicente De Simone (Boca Juniors), pero cuando salía de la cancha uno de ellos nos moríamos. Brasil mismo tenía unos que saltaban una barbaridad y un argentino nacionalizado, que era bien alto, Antonio Salvador Sucar (N de R: nació en Lules, Tucumán y, además de ganar este Mundial, formó parte del equipo que fue tercero en el Mundial 1967 y ganó dos medallas de bronce olímpicas en 1960 y 1964). Además, Italia tenía un pibe de 2,15 de 18 años, Francia uno de 2,21m: Jean-Claude Lefèbvre. No me olvido porque era grande como Jorge González. Eso sorprendía porque nosotros no salíamos de los Campeonatos Argentinos. En aquellos años no teníamos ni noticias de los equipos.

La Argentina finalizó en el octavo lugar, lo mejor desde aquel histórico Luna Park. En la Ronda Preliminar no pudo con Italia (73-91), Estados Unidos (51-81) y México (82-84) obligado a disputar la Ronda Consuelo (puestos 8º al 13º), donde venció a México 88-86, a Japón 103-85, cayó con Canadá 77-82 y venció a Uruguay 97-83 y a Perú 84-78.

Si bien usted pudo jugar solo los tres primeros partidos ¿Quedaron conformes con el octavo puesto?

Ganamos la ronda consuelo, pero estábamos lejos de todo y sabíamos que la participación en el torneo iba a ser precaria. De 13 equipos quedamos octavos. Estaban los equipos de Europa, Estados Unidos, que no lo ganó porque no llevó lo mejor, y el local con muy buen equipo, que fue el campeón.

¿Que le dejó el Mundial en lo personal?

El Mundial fue alcanzar la cima. Con la Selección Argentina jugué solamente el Mundial, después tuve problemas de tobillo y no logré convencer. Fue un halago muy grande pero después tuve halagos como entrenador, dirigí a Provincial y a Santa Paula de Gálvez cuando ascendieron a la A pero no pude seguir por trabajo (N de R: dirigió 12 partidos en la Liga Nacional de Básquetbol, tres de ellos en postemporada). Hoy me sigo viendo con muchos de los rivales de aquel momento. Voy todos los años a jugar el torneo de veteranos en Brasil. Juego para Río. Ya voy hace más de 15 años. Y en los últimos dos Mundiales de MaxiBasketball, representando a Argentina, fuimos segundos tanto en +65 en San Juan de Puerto Rico 2007 como en +70 en Natal 2011. Perdimos las dos veces contra Estados Unidos. Sigo jugando en Provincial de Rosario. Me doy el gusto.

Autor: Alejandro Francisco (especial para www.pickandroll.com.ar)
Foto: http://www.basquetrosario.com.ar