¡Viva el Rey!

Fue un verdadero partidazo el que dio inicio anoche a las finales de la conferencia Este. Los Miami Heat necesitaron de un tiempo suplementario para derrotar a los Indiana Pacers 103 a 102 (92) para adelantarse 1 a 0 en la serie. Hubo tiros definitorios, errores, y muchísima emoción, pero volvió a tener a LeBron James (30 puntos, 10 rebotes y 10 asistencias) como tapa.

Si bien el favorito siempre va a ser el equipo de Erik Spoelstra, juegue ante quien juegue, no había (ni hay) que perder de vista que Indiana ganó dos de los tres juegos entre ambos durante la fase regular; precisamente, su única derrota había sido en el American Airlines Arena, al igual que anoche.

Pero no fue para nada fácil. Miami ganaba 91-89 cuando Ray Allen, impecable lanzador de libres, fue a la línea. Extrañamente, el ex Boston falló el primero y le dio esperanzas a los Pacers, quienes tendría 17 segundos para poder empatar el juego. Así fue, con un disparo que quedará para el recuerdo, que Paul George – figura con 27 puntos, 5 asistencias y 4 rebotes en 47 minutos – clavó un triplazo de nueve metros y sobre la marca. Eran necesarios al menos cinco minutos más de básquetbol.

En el suplementario parecía mejor Indiana; George anotó con falta de LeBron incluida para dejar a los Pacers arriba 99-96 a 2:10 del final. En la ofensiva siguiente, Miami falló pero la visita no pudo proteger su tablero, por lo que el Heat tomó dos rebotes ofensivos y Chris Bosh anotó un doble y falta que igualó el juego.

Frank Vogel pidió minuto pero su equipo no logró anotar (West no tomó un buen diparo) y al otro lado, George Hill cambio con Paul George para tratar de no perder a Lebron, pero éste lo dejó parado como un cono y con una bandeja le dio a Miami la ventaja de 101-99 a falta de 10 segundos.

Ahí llegaría una de las jugads del partido. Porque Indiana cometió un error infantil y casi pierde la bola en la salida de costado, la recuperó hill desde el suelo, y cuando George tiró un triple desesperado para producir el milagro, increiblemente Dwyane Wade le comete falta en el acto de lanzar, y lo manda a la línea con solo 2 segundos en el reloj.

El alero de los Pacers clavó los tres simples. Pero la última palabra la tendría James. El cuatro veces MVP llegó de 0 a 100 en dos segundos y definió el partido con una bandeja, aglo muy pocas veces visto. Muchos le atribuyen la culpa a Vogel al sacar a su pivot, Roy Hibbert, y descuidar así la zona pintada ante una eventual ayuda defensiva, que nunca llegó por parte de algún otro pacer.

Ya no hay tiempo para lamentarse. El Heat festejó último y tiene el primero en el bolsillo, con mucho sufrimiento, pero victoria al fin. Mañana volverán a enfrentarse en Miami. El Rey los esperará en su reino.

Sebastián Ciano
Twitter: @Seba_Ciano
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