Ossemani: “El deporte a este nivel no es salud”

Ossemani abrió la charla hablando de los kinesiólogos en el deporte: “Es un tema muy importante y hay una zona gris. La medicina del deporte, donde se incluye la kinesiología, no está reglamentada desde el punto de vista legal. Entonces, dice que el kinesiólogo no puede trabajar sin derivación médica, pero un kinesiólogo deportivo puede trabajar en el campo de juego sin derivaciones porque es un trabajo intenso y amplio. No está cubierto, pero se acepta por la costumbre, yo creo que el médico debe coordinar el accionar, la prevención, pero respetando los roles de los profesionales, como el del kinesiólogo, que es muy amplio. La responsabilidad de atenderlo es del médico. Pero el diagnóstico en cancha, en Boca, se hace de común acuerdo con el médico y es desprolijo que, por ahorrar un peso, no viaje el cuerpo médico completo de visitante. Se pone al cuerpo médico local en un compromiso terrible, es como ir a la guerra y que tus soldados los atienda el médico del país contrario”.

Consultado sobre como se debería armar un cuerpo médico afirmó: “El cuerpo médico yo lo armaría con un traumatólogo, un médico clínico, un kinesiólogo, puede haber un nutricionista, un psicólogo deportivo. Luego, satélites en las demás especialidades. El tema del masajista es algo folklórico, lo pondría como optativo, porque cada uno tiene su masajista. Prefiero poner dos kinesiólogos antes que un masajista, porque un solo kinesiólogo se amasija durante toda la temporada, sobre todo cuando nos toca jugar en el exterior. Esto viene porque no se pagan cosas convenientes, no se pagan buenos viáticos por ir afuera y se gana más dinero en una guardia. Y si hay muchas lesiones, uno no alcanza para tratarlas y a veces el kinesiólogo ni viaja. Va un médico prestado, como favor, sin cobrar el sueldo que tiene que cobrar, por eso es tan difícil armar un buen cuerpo médico. En Boca hace más de quince años no cambiamos el cuerpo médico por suerte, logrando que no este sujeto a los cambios de entrenadores, tanto en fútbol como en básquet”.

También habló de la clínica que se viene en Paraná: “Es una idea novedosa. Me parece algo didáctico y que nunca se hizo, porque si el técnico muestra como hace un ataque, tenemos que mostrar nosotros lo kinésico, va a haber simulaciones de lesiones, un jugador lesionado será evaluado por el cuerpo médico, si lo mueve, no lo mueve, como, si lo traslada, primeros auxilios, etc. Hay cursos que todos deberíamos tener en los clubes, a nivel de alto rendimiento y en las inferiores, porque muchas veces el que está a cargo de un plantel de chicos es solo el técnico, sin ayudante, y no saber que hacer o si tiene cerca un botiquín. Se producen malas praxis que pueden ser evitadas si se arma esto, a veces ni siquiera lo que está en el botiquín sirve. Se hacen mal las cosas, hay que tener una ficha de cada jugador a mano, un número de teléfono de un familiar, si tiene una prepaga, porque nunca creés que va a pasar, pero si pasa, tenés que tener un plan B”.

Luego, dejó interesantes reflexiones: “Esto es para todos los deportes, hay que estar seguro que en cualquier lugar haya gente preparada para una emergencia y te aseguro que no es así. Muchas veces la buena voluntad no es suficiente para tener un buen accionar ante una emergencia. El dolor es un mecanismo maravilloso que nos avisa que algo está mal, pero hay que diferenciarlo del sufrimiento, que es algo emocional. Lo primero es respetar el dolor y ver que nos dice el cuerpo, se paga un precio muy alto a la larga si jugás siempre con dolor, por eso tenés ex jugadores con cirugías de hombro importantes, el deporte a este nivel no es salud. Hay que solucionar el problema, no emborracharlo, pero jugando por plata, el deportista muchas veces tiene la posibilidad de optar que hacer con el cuerpo. El que te dice que tenés que jugar con dolor, primero es un ignorante, y después es un inconsciente”.

Consultado sobre el dolor aseguró: “El dolor no se puede medir. Se han hecho estudios, escalas, pero son todas aproximaciones, si me decís que estás con dolor te tengo que creer, porque me manifestás el sufrimiento que te genera esa lesión. Hay personas que tienen un umbral de dolor diferente a otras, por ejemplo Leo Gutiérrez tiene el umbral de dolor de un súper hombre, o De la Fuente. Son personas que tienen otro manejo, otros ante un mínimo dolor no pueden entrenar, pero existe el disimulo, el que tiene dolor y no lo dice para que no lo saquen. Y eso se paga. Ya el tener dolor te distrae y toda incertidumbre suma para que te lesiones, eso está totalmente vinculado con el stress y la fatiga mental”.

En relación a la Liga Nacional, también tuvo conceptos interesantes: “Cualquier entrenador, en el hotel cuando se juega de visitante, recorre las habitaciones alrededor de las cuatro o cinco de la mañana y puede ver las puertas abiertas, los televisores prendidos, ese es el síndrome del jugador en gira, que se da mucho la noche anterior al juego o la misma noche del partido. Acá se entrena muy tarde, después te tenés que bañar, bajar a comer y se hace muy tarde. No se duerme la cantidad de horas que se tiene que dormir ni en los momentos que se tiene que dormir”.

Por último, dejó una reflexión sobre algo que realizó esta temporada en Boca: “Siempre intenté ser muy observador y en varias oportunidades ví que algunos jugadores hacían movimientos que no tenían economía en la energía del movimiento y eso a la larga trae problemas. Pero una vez le quise cambiar la mecánica a un jugador que la metía de tres, lo cambiamos, no la metió más y el técnico me dijo, te felicito, pero dejalo que siga tirando como antes porque nos quedamos sin tirador. Yo a Néstor García lo aprecio mucho, como entrenador y como persona, esta temporada me dejó introducir esto y mejoramos la biomecánica de varios jugadores, que notaron el cambio a final de temporada”.


Leonardo Chianese
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