James estuvo escondido bajo el papel de jugador de rol durante tres cuartos pero apareció y quebró el partido. Miami le ganó a San Antonio 103-84 para igualar la serie 1-1. El Rey terminó con 17 puntos, 8 rebotes y 7 asistencias. Flojo partido de Ginóbili. Mañana volverán a enfrentarse en San Antonio.
Autor:Sebastián Ciano (sciano@pickandroll.net)
LeBron James consiguió un triple doble en el primer partido, pero quedó opacado ante la defensa de San Antonio que derivó en el posterior triunfo y liderazgo de la serie. Anoche, el MVP tuvo un partido raro en el que apenas pudo anotar, pero sin embargo en el momento en el que lo consiguió fue fundamental para que sus Heat igualen la final 1-1 tras una contundente victoria por 103 a 84.
LeBron terminó el partido con 17 puntos (7/17 TdC, 2/2 en libres), 8 rebotes y 7 asistencias, y su aparición en el partido significó un quiebre que llevó a Miami al triunfo. Durante los primeros tres cuartos de acción encestó apenas 3 de 13 disparos al aro, extrañamente asumió un rol secundario en el partido, que si bien por momento es útil porque sabe cómo hacer jugar a sus compañeros, anoche se tornó algo peligroso, ya que su equipo comenzaba a necesitarlo.
Pero James tenía su show guardado para el final. En el último cuarto, cuando Miami gozaba de una ventaja de 10 puntos (75-65), el alero apareció para marcar 9 tantos sin errar (4/4 de cancha, 2/2 en libres). Así aseguró la victoria mucho tiempo antes que el partido llegara a su fin.
Lamentablemente, Emanuel Ginóbili tuvo una floja actuación. El bahiense cerró su planilla con 5 puntos (2/6 de cancha), 2 rebotes, 1 asistencia y 1 recupero en 18 minutos, aunque, en realidad, el trio de los Spurs jugó mal y terminó con 10/33 en tiros de campo.
Miami sacó una pequeña luz de cinco puntos (50-45) al término de la primera mitad porque cerró el segundo cuarto con un parcial de 5-0, sin embargo el trámite fue parejo, trabado y con las defensas anteponiéndose en el juego de ambos.
Como gran parte del primer partido el Heat fue quien de alguna manera sentó las bases del trámite del partido a través de una defensa sofocante que dejó a los Spurs con un 38% en la primera mitad. No obstante, San Antonio encontró en los triples su mejor aliado: con un 7/10 de larga distancia se mantuvo en el marcador.
En el primer cuarto fue Dany Green el encargado de llevar adelante una ofensiva que, a medida que pasaban los minutos, caía aún más en la telaraña propuesta por el local. El alero metió los primeros tres triples que lanzó para poner a los Spurs arriba en el tablero 11-6.
Miami vivía de su defensa, y en ataque LeBron armaba juego, no miraba mucho el aro y se dedicó a pasar y generar espacios. No obstante, fue Dwyane Wade el que tomó más responsabilidades, y son sus penetraciones comenzaba a herir (4 pts, 3 as). Bosh empezó confiado ante Tiago Splitter y sumó 6 tantos, con ¾ de cancha. El primer cuarto terminaría igualado en 22 puntos.
El segundo Wade siguió comandando al Heat en ataque, al tiempo que la defensa del equipo de Erik Spoelstra hacía jugar a San Antonio cada vez más incómodo, y así fue que sacaron con la máxima de 27-22 a 10:13 del entretiempo.
Pero los triple siguieron entrando por el lado de los de Popovich. Primero Neal, luego Manu, y San Antonio pasó al frente 34-29. Sin embargo, el Heat lejos estuvo de desmoralizarse y continuó defendiendo. Cerró muy bien el cuarto y se fue con una mejor sensación a os vestuarios.
El tercero fue el cuarto más productivo para Miami, porque se vio con la que hasta ese momento era la máxima ventaja (75-65) al final del mismo. Con James adoptando ese extraño papel de jugador de rol, fue Mario Chalmers el que apareció con 7 tantos. Los Spurs poco a poco comenzaron a perder la brújula en ataque, y terminaron de extraviarla cuando los triples dejaron de tener destino de red. Anotaron un solo gol de campo en los últimos 3:50 minutos y se fueron al último cuarto con una desventaja considerable.
Al cuarto período le sobraron 8 minutos. Miami metió un parcial lapidario de 19-2 con el que se escapó 94-67. Gregg Popovich sintió que sus jugadores ya no podía revertir la situación, basquetbolística y anímica, y entonces sacó de la cancha a su Big Three y comenzó a pensar en el tercer partido.
La serie ahora se mudará a San Antonio a partir de mañana para el tercer punto, que siempre es clave en este tipo de definiciones. Desde que la NBA instaló el formato de 2-3-2 (1985), el ganador del juego 3 con la serie empatada ganó el 92,3% de las veces (récord de 12-1). Los Spurs viajan con el escenario que ellos querían tras haber robado un juego. Ahora tendrán la posibilidad de definir ante su público, aunque para eso tendrán que volver a frenar a LeBron.