Diferencia horrible

Luego del segundo juego, disputado en Miami, Emanuel Ginóbili se mostró muy disconforme con la manera en la que había jugado su equipo y preocupado pese a que ya tenían un punto en el bolsillo. Al mismo tiempo, la prensa local expresó su disconformidad con el nivel del bahiense, y dijo que había jugado “horrible”. Una sensación similar, y aún peor, le debe haber quedado anoche a los Miami Heat; San Antonio le dio una paliza histórica, por 113 a 77 – la tercera más amplia de las finales – y tomó el liderazgo de la serie por 2 a 1.

Fue un verdadero baile, que comenzó a argumentarse en base a la excelente defensa sobre LeBron James y terminó estableciendo la marca más altas de triples convertidos en finales, con 16 en 32 intentos. El Big Three fue fundamental; Aunque entre Manu, Tim Duncan y Tony Parker hayan encetado un solo lanzamiento a larga distancia, fueron Kawhi Leonard, Gary Neal y Dany Green los nombres de la victoria.

Green tuvo el partido de su vida, fue el goleador de los Spurs con 27 puntos y 7/9 en triples; Neal, por su parte, metió 6/10 para un total de 24 tantos – ambos récord personales en postemporada -, al tiempo que Leonard hizo todo: El alero terminó con 14, 12 rebotes, 4 robos y la figura de LeBron James. Si bien la defensa de equipo es impecable, Leonard – y Green en menor medida – aplica a la perfección la defensa e el uno contra uno. El Rey luce desconocido y solo anotó 15 puntos (11 tableros) con apenas 7 de 21 de cancha. Inverosímil.

San Antonio salió darle un poco del mismo veneno con el que Miami lo dejó sin chances en el segundo partido. A partir de su defensa, el local siempre estuvo al frente durante los primero dos cuartos, aunque les faltó algunos ajustes para ser un claro dominador.

Haciendo oídos sordos a la críticas en la previa del partido, Ginóbili saltó con todo a la cancha cuando restaban 5:08 para el final del primer cuarto. En la primera que tomó fue hasta el fondo y definió de derecha, en la segunda la volcó. Era otro Manu. Duncan fue el que comenzó a destacarse haciendo un poco de todo (6pts, 2 reb y 1 tapa) y le dio la primera diferencia importante a su equipo, 11-4.

Miami, lento y trabado en ataque a raíz de la excelente marca de San Antonio, comenzó 2/9 de cancha con un LeBron que una vez más estaba tibio, sin la intención de ponerse el equipo al hombro en ofensiva. No pudo destacarse ante Leonard ni tampoco frente a Green, por lo que terminó la primera mitad con 2/8 de cancha para un total de 4 tantos.

De la mano de Neal, autor de 3 triples en 5 intentos, los de Gregg Popovich sacaron una máxima de 43-32, sin embargo permitieron que el Heat regresara rápidamente al juego con un parcial de 12-1 (44-44). Al local le costó mucho marcar diferencias ya que no conseguía hacerle pagar a Miami las segundas oportunidades (11 ofensivos) ni las pérdidas (6), al tiempo que falló varios lanzamientos a pie firme y libres (5/9). Por su parte, la visita se mantenía con el goleo de Wade (12 pts) más la puntería de Mike Miller (3/3 en triples).

Sin embargo resucitaron: Los Spurs cerraron el primer tiempo con dos triples consecutivos – uno de Parker y el cuarto de Neal – para irse a los vestuarios con un más tranquilizador 50-44.

San Antonio no se desconectó del envión anímico con el que había terminado el segundo cuarto, y en el arranque del tercero metió un parcial de 9-2 (5 pts de Green) con el que sacó una luz de 59-46. Aunque ese sería solo el comienzo de lo que fue el mejor momento de los Spurs en lo que va de la serie. Fue un monólogo de los texanos, que ganaron el período 28-19 y dominaron el juego a gusto hasta el final.

Impecables en defensa, le provocaron 7 pérdidas al Heat al tiempo que lograron que tanto James como Dwyane Wade (16 pts, 5 reb y 4 as) sean jugadores normales (4/12 de cancha entre ambos). El Rey se mostró muy dubitativo cuando le dejaron espacio para lanzar cómodamente, y si no hubiese anotado seis puntos seguidos sobre el cierre del cuarto, su imagen podría haber sido aún peor.

En ataque le salió todo a San Antonio, con un Green agrandado (7 pts) y un Leonard cursando un posgrado de estrella NBA; Hizo absolutamente todo. Defendió como nadie a LeBron, bajó rebotes y anotó. Miller, con 5/5 en triples, mantuvo a la visita en juego, sin embargo se fueron al último descanso con una desventaja de 78 a 63.

Al igual que en el segundo juego en Miami, gran parte del último cuarto estuvo de más. Los Spurs pasaron por encima de un Heat que se vio abrumado por la gran defensa de su rival (terminaron con 16 pérdidas) y su muñeca devastadora. Así fue que la diferencia más amplia no fue la final sino que llegó a ser de 37 puntos, 113-76, 46 segundos antes del final.

Desde que la NBA instaló en 1985 el formato de 2-3-2 en las finales, aquel equipo que ganó el tercer encuentro con la serie igualada 1-1 fue campeón el 92.3% de las veces. San Antonio dio un gran paso anoche, con una palza que Miami olvidará solo si obtiene el anillo.

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Sebastián Ciano
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