Manumanía

Es creer o reventar: Los grandes aparecen en las difíciles. Por primera vez en las finales, Emanuel Ginóbili fue titular y justo en el momento más difícil en lo personal y de apremio para San Antonio; Perder el quinto partido significaba viajar a Miami con una desventaja de 2-3 y tener que levantar dos juegos afuera de casa.

Pero Manu volvió a ser el que todos saben que es, jugó un partido digno de un All Star, terminó la noche con 24 puntos y 10 asistencias para darle la victoria a San Antonio por 114 a 104 y también la ventaja de 3 a 2 en la final. Ahora quedó a solo un triunfo de ganar el quinto anillo en 14 años.

San Antonio realizó una muy buena primera mitad y se fue al entretiempo ganando 61-52; La diferencia, que llegó a ser de 17 (45-28), no fue más abultada debido a que enfrente estaban estos durísimos Heat, que nunca se dan por vencidos.

Los dirigidos por Gregg Popovich se olvidaron rápidamente de lo ocurrido en el cuarto juego y saltaron a la cancha con la urgencia de ganar para no volver a Miami en desventaja. Lo hicieron de gran manera, con mucha concentración en defensa (dejaron a Miami en un 30% durante el primer cuarto) y fluidez en ataque.

Desde el comienzo se vio otro Ginóbili, a quien parece que la titularidad le hubiese dado más energía. En las primeras tres bolas que tocó metió un largo doble y repartió dos asistencias de alta calidad; San Antonio atacaba muy bien, pero defendía aún mejor.

Impulsado por su defensa metió un parcial de 12-0 y sacó la primera gran ventaja de la noche, 29-17. Miami no encontraba su juego ni los espacios para obtener sus puntos (29% de cancha). El dueño de casa no sacó el pie del acelerador, amplió el parcial (15-2) y gano el primer cuarto 32-19. Jugaba muy bien, tiraba para un 63% de cancha y solo perdió 2 pelotas.

En el comienzo del segundo período San Antonio encontró aún más solidez. Se encendió Danny Green, que con 9 puntos (3/3 en triples) le dio la máxima ventaja a los Spurs de 45-28 a falta de 7 minutos para el cierre de la primera mitad; Pero allí el partido encontraría un quiebre. Miami, como lo viene haciendo en toda la serie, volvió a meterse en el juego con un parcial de 14-2. El tablero decía 47-42.

Sobre el final del cuarto San Antonio volvió a escaparse gracias a una gran corrida de Parker, y se fue al descanso largo arriba 61-52. Pese al bajón, los Spurs cerraban la primera mitad con un 62% en tiros de campo y dejaba a su rival en un 42% de cancha.

El Heat comenzó mejor el tercer cuarto, y llegó a ponerse a solo un punto (61-60) con 10:43 en el tablero. Pero una vez más Green apareció para darle un poco de aire a los Spurs con un triple, uno de los 6 que metió en la noche para terminar con 24 puntos. Fue quizás el momento de mayor desorden de los Spurs en el partido (5 pérdidas), del cual salió con un parcial de 7-0 comandado por 5 puntos de Ginóbili; Luego, Manu cedió su novena asistencias y los Spurs respiraron (85-74).

El local se mantuvo durante todo el período final, aunque se sabía que Miami no renunciaría fácilmente. Parker iba a sostener en ataque a San Antonio con 9 de sus 26 puntos en el último cuarto, mientras que en defensa dejaron a LeBron James con un solo gol de campo en los 12 minutos finales.

Creció la figura de Ray Allen, quien terminó la noche con 21 puntos, de los cuales 15 los anotó en el último cuarto, y de ésta manera el Heat llegó a estar a 9 cuando solo restaba 1:34 para el final. Wade (25 pts, 10 asist) falló un libre y dejó a Miami a 8. Sin embargo, del otro lado Parker contestó y Green clavó su sexto triple de la noche, que también significó la décima asistencia de Ginóbili.

“Cuando tu equipo lanza para un 60% es fácil hacer 10 asistencias”, dijo el bahiense tras el partido. Seguramente, sus compañeros piensen que jugar con él también hace que las cosas sean menos complicadas.

Boxscore oficial

Sebastián Ciano
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