Fin del sueño nacional

Se puede llegar a ver una y mil veces ese medio gancho de Tim Duncan a falta de 46 segundos que no va a entrar. Hasta ahí llegó el corazón de los Spurs, un corazón que dio todo y mucho más pero al que no le alcanzó para bajar a estos Heat. Lo llevaron hasta un séptimo y definitivo partido, y la lógica gano una vez más en este maravilloso deporte.

Miami derrotó a San Antonio 95 a 88 y se corono campeón por segundo año consecutivo y tercera vez en su historia, de la mano del mejor jugador del mundo y un plantel que supo acompañarlo durante toda esta 2012/13 que llegó a su fin.

LeBron James fue la gran figura de la cancha y fue elegido como MVP de la serie por segunda temporada en forma consecutiva. El Rey es el quinto jugador en la historia de la NBA (Michael Jordan, Hakeem Olajuwon, Shaquille O’Neal y Kobe Bryant) en obtener este premio dos veces seguidas, y el segundo (MJ en la 91-92) en ser el jugador más valioso de la temporada y las finales el mismo año también dos veces al hilo.

Anoche se destacó con 37 puntos y 12 rebotes en 45 minutos de acción, pero no estuvo solo. Shane Battier, quien hasta el momento no había sido factor en la serie, terminó la noche con 18 tantos y 6/8 en triples; golpeó en momentos claves y fue vital. Wade, el niño mimado, aportó 23 puntos y 10 tableros.

El primer tiempo, como todo el partido, fue friccionado, tensionado y con defensas protagonistas. San Antonio lució apurado y erraba a pie firme (35% TdC), mientras que Miami no encontraba a LeBron (5/11), aunque en el segundo cuarto logró anotar dos triples.

Pese a no encontrar su mejor juego, los Spurs se vieron arriba por 15 a 10 a falta de 2:12 para el cierre del primer cuarto, sin embargo esa mínima ventaja les duraría poco ya que Miami reaccionó de la mano de Battier, quien con dos triples seguidos encabezó un parcial de 8-0 con el que pasaron a ganar 18-15. Los primeros doce minutos terminaron 18-16.

En el segundo chico dicha ráfaga se extendió hasta llegar a ser de 11-1, y por eso los dueños de casa se escaparon 21-16. Allí apareció Tony Parker con un doble y asistencia para dejar las cosas 21-20. El francés jugó uno de sus peores partidos en mucho tiempo, terminó con 10 puntos y 3/12 de cancha al tiempo que nunca ofició de conductor del equipo.

James metió cinco puntos seguidos y le dio ventaja al Heat de 33-27, pero los de Gregg Popovich, con mucho empuje, nunca dejaron que su rival se escape. Desde la línea se mantuvo a tiro y llegó a pasar al frente 44-42, aunque Miami se iría al entretiempo arriba 46-44 con un doble de Wade.

En la segunda mitad, el que se cargó con la ofensiva del equipo en San Antonio no fue ningún miembro del Big Three, sino Kawhi Leonard, quien tiene un párrafo aparte en estas finales. El alero anotó 9 de sus 19 puntos (16 rebotes) en el período y mantuvo a los Spurs en juego cuando los espacios no aparecían. Manu (6) también aportó su cuota, pero Miami comenzaba a carburar en ofensiva (50% en el cuarto).

El Heat volvió a meter un parcial de 8-0, sin embargo con un muy buen ingreso de Diaw, más una esporádica aparición de Duncan, los Spurs se pusieron nuevamente arriba en el marcador 65-64 a falta de 2:33. Ginóbili dejaba otra vez a los suyos arriba por uno, pero Mario Chalmers rompió el tablero con un triple que dejó a Miami al frente 72-71 al término del tercero.

San Antonio tampoco pudo encontrar los espacios en el último cuarto, en el que tiró 6/20 de cancha. Cada punto provino de arrestos individuales, y Duncan tuvo muy poco contacto con el balón. Un triple de Leonard los dejó 88-90 con 1:53 en el reloj, y Chalmers falló dos libres que le dieron esperanzas.

Pero Duncan no pudo encestar ese gancho que hubiese empatado el partido. Volvió a defender, le pegó una cachetada al flotante e hizo gestos que se le han visto muy pocas veces a lo largo de sus exitosos 16 años de carrera. Esta noche esa imagen volará una y mil veces en su cabeza, y la bola no va a entrar.

Boxscore oficial

Sebastián Ciano
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