Se recuperó con un gran partido

Argentina comenzó mucho mejor que en el juego ante Australia. Laprovíttola fue titular, supo distribuir el balón y el equipo gozó de buenos porcentajes en los tiros abiertos, de frente de al canasto, situación que no salió un día antes.

Safar con dos triples facturó la buena circulación en velocidad que Argentina tuvo en la ofensiva y Pablo Espinoza hizo una tarea completísima. En tanto aunque no se mostró completamente sólido atrás hizo una tarea correcta en defensa, sobre todo con su propio rebote. El final del primer cuarto era un síntoma alentador: 18-15.

El segundo cuarto no obstante no fue bueno en el comienzo, no por los puntos que recibió (un triple en 3 minutos) sino porque liberó excesivamente a los tiradores de Alemania que no aprovecharon los espacios. Erraron una y otra vez tiros muy francos al canasto en el ámbito de los 5 a 6,75 mts. Incluso con varios rebotes ofensivos.

Siendo una defensa menor a la del primer cuarto, sacó más ventajas porque Alemania erraba al tiempo que Argentina aprovechó bien los rompimientos con descarga en ofensiva (23-17).

En la medianía del segundo cuarto la selección logró regresar a su solidez defensiva. No encontró Alemania muchos argumentos para poder poner sus internos cerca del aro. Relegados casi con exclusividad a atacar de frente al canasto y con escaso porcentaje. Por el contrario, Argentina hizo un buen uso de sus internos: ya sea Juan Manuel Torres, Delia y el propio Pipa Gutiérrez jugando cerca del tablero rival (33-21).

Para cerrar el primer tiempo la distancia se mantuvo con la rotación de Lamas y la concentración defensiva recuperada del equipo (35-24). Sin ser una maravilla (no se espera eso) Argentina fue muy superior a una inofensiva Alemania (17-9 en el segmento).

En el tercer cuarto la distancia no hizo más que ampliarse. Juan Gutiérrez y Leo Mainoldi como ala pivotes jugando abiertos encontraron buenos porcentajes al tiro de tres. Se mostró bien la selección aprovechando el pase extra, la paciencia y la búsqueda de ángulos como virtudes.

Alemania fue un animal dócil y fácil de domar. Argentina presionó la línea de pases y los sacó del eje. El rival no tuvo virtudes individuales cuando lo quebraron como equipo. La distancia se abrió a 20 puntos (48-28) y desde allí lo mantuvo hasta el cierre del tercer cuarto (58-38).

Dos triples de Safar abrieron el último cuarto que no tuvo mucha razón de ser. El partido desvirtuado, con Alemania tratando de presionar más arriba, extendiendo su defensa casi hasta la salida misma de Argentina. Se abrieron espacios y al menos le sirvió a la selección para practicar salida contra presión. El final llegó con tranquilidad donde Julio Lamas siguió rotando el banco sin sobresaltos.

Después de haber sufrido con el porcentaje de triples en la jornada de ayer con Australia, la selección recuperó gol desde afuera y todo se solucionó. Su defensa dio un paso adelante, siendo exigente en la línea de pases, asfixiando al rival y buscando proteger el canasto con su propio rebote. Un mejoramiento general para un proceso que será largo.

Síntesis
Alemania (60): Ole Wendt 16, Konstantin Klein 6, Mathis Monninghoff 0, Stefan Schmidt 5, Jonas Bottermann 5 (fi); Anthony Canty 10, Till Joscha Jonke 4, Florian Koch 0, Dennis Kramer 3, Peter Zeis 5, Johannes Voigtmann 4 y Malte Ziegenhagen 2. DT: Olaf Stolz.

Argentina (77): Nicolás Laprovíttola 3, Selem Safar 12, Pablo Espinoza 9, Leonardo Mainoldi 13, Juan Gutiérrez 19 (fi); Facundo Campazzo 2, Federico Van Lacke 2, Adrián Boccia 6, Nicolás Richotti 2, Juan Manuel Torres 5, Marcos Delía 4 y Matías Bortolín. DT: Julio Lamas.

Parciales: 15-18; 24-35 (9-17); 38-58 (14-23); 60-77 (22-19).
Estadio: Gansu Province Lanzhou Gymnasium (Lanzhou, China).
Arbitros: Yan Yu Ding (China), Yan Jun (China) y Olayinka (Nigeria).

Foto: ligateunafoto.com

Pablo Tosal
@pablotosal
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