Fueron tres chicos de clase media criados, básicamente, en Bahiense del Norte. Pudieron consagrarse como basquetbolistas profesionales y, a partir de la explosión del menor (tres veces campeón NBA y un título olímpico), cargan con un apellido pesado.
Entre el mayor y el más chico hay siete años de diferencia. Le hubiera gustado que sus padres, Raquel Maccari y Jorge “Yuyo” Ginóbili, les regalaran una hermanita.
Junto con “La Nueva Provincia” , compartieron recuerdos de la infancia. Volvieron a meterse por un momento en la habitación de la calle Vergara 14, hablaron respecto de la exposición pública y varias curiosidades del entorno íntimo de una familia común, aunque, a esta altura, no una familia más.
Un repaso a la habitación de los Ginóbili
Cuando Manu se hizo hincha de los Warriors El menor colgó hasta un banderín de los Warriors, equipo al que cambió por Chicago. También había redes, un arito, un poster de Olajuwon y algunos accesorios que ellos mismos detallaron.
Raquel, la madre de los tres Ginóbili, definió a sus hijos. Y la propuesta fue, quien se sienta identificado con lo que escuche, que diga “yo”.
“Es sumamente ordenado. También sincero, acaso demasiado, por eso a veces choca con otras personas. Temperamental. Egocéntrico. Es bastante explosivo, pero se le pasa rápido”. Inmediatamente, Manu y Sepo pusieron la mirada en Leandro.
“Es así. Capaz que con el tiempo han disminuido las características. No tanto egocéntrico, sí era egoísta jugando; después, con la gente que quiero no lo soy”, admitió Leandro.
Otro. “Soñador e introvertido, a tal punto que pocas veces sabés lo que le pasa, si está bien, si está mal. Es muy leal con los amigos, aunque a veces medio perro verde”. “¿Puede contestar ella?”, preguntó Leandro, mirando a la novia de Sepo, testigo de la entrevista.
“El que queda soy yo”, se adelantó Manu. “El padre diría que es pesado... Responsable, frontal y tiene mucho amor propio. Necesita estar haciendo algo --dijo Raquel-- porque se aburre con mucha facilidad”.
--¿Sigue siendo así? --En mi época de adolescente era muy pesado. Nací cinco años después de él (por Sepo) y necesitaba un mellizo. Estos me c... a palos, no me dejaban jugar a nada, je... --De todos modos, vos Sepo fue quien más sufrió, ¿no? --Yo vivía en mi mundo. No estaba mucho con ellos. --¿Esa personalidad la formaste por lo que significa tener un hermano mayor y otro menor? --No. Me abstraía, pero nada más.
Acá están, estos son, los hermanos Ginóbili. Hecha la presentación, nos metimos por un momento en el túnel del tiempo. Transitamos la cortada Vergara y estacionamos a la altura del 14. Tocamos timbre, Raquel dejó la cocina y atendió.
El aroma delataba que se trataba de un menú que incluía un buen tuco. Otoño, uno más de la familia, movía su cola permitiendo el ingreso. Yuyo, el hombre de la casa, se encontraba trabajando en las oficinas de la tabacalera. En la casa había tres chicos. Cada uno metido en su actividad, aunque todos pensando en lo mismo: el básquetbol. Compartían la habitación en la planta alta.
Las tres camas estaban paralelas. Un arito adherido al tapa rollo, al lado un banderín de los Warriors. El póster de Jordan, con un centímetro, servía para medirse casi a diario. Una lámina con la foto de Bahiense del Norte campeón 1989, otra de la selección argentina y un cuadro de Quilmes de Mar del Plata.
También, la clásica foto de egresados, algunas medallas, trofeos, libros y casetes sobre la repisa. Los tres hermanos fijaron las miradas en las fotos. Fue como un volver al pasado. “Orden interno no había, sí muchos olores”, je, recuerda Leandro.
--¿Quién colgó los cartelitos: Lea shooter (tirador), Sepo the best (el mejor) y Manu the beast (el bestia)? Manu: --Lo hice yo. Había salido la compu y con 13/14 años me ponía a hacer b... Acá (indica una foto) ya jugué en la Selección, así que tendría 19 años...
Leandro: --Mirá los caset... La colección de libros la compré yo, ¡eh!
--¿De dónde sacaron el póster de Jordan? Sepo: --Lo compré en una gira que hicimos por Italia con Quilmes, en el año ´90.
Manu: --Era pesadísimo.
--¿Se medían? Manu: --Y... Yo lo miraba. Estaba arriba de un zócalo. Cuando llegó el póster, yo ya estaba solo en la habitación.
--¿Quién colgó más redes? Leandro : --Todas yo. Es cuestión de hacer un reconto. Habría que preguntarle a (Roberto) Seibane (historiador de la Asociación Bahiense).
--¿Quién era de los Warriors? Manu: --Yo. En realidad era de Chicago, pero el 97% de la ciudad era del mismo equipo, y como quería demostrar mis conocimientos de NBA me elegí otro equipo.
--¿Sólo por eso? --Y me gustaba como jugaban. Mullin, Hardaway y alguno más.
--¿Y el póster de Olajuwon? --No sé. Ese es casual. Había llegado la revista Estrellas del Basket y Gigantes...
--¿El arito? --Mío. Tirábamos con una pelotita naranja de goma. Pero no alcanzamos a competir. Fue una adquisición tardía. Televisor no teníamos ni en p..., ¿no?
Leandro: --Lo único que teníamos era una radio, que ahora está en el quincho del club. Yo hacía malabares para escuchar a Dolina a las 12 de la noche, je.
Sepo: --Ahora que me acuerdo, yo traje el tele. Me lo gané con la clásica del ´94, una rifa de Quilmes. Era un Grundig 14 pulgadas.
Emanuel: “Mi viejo imponía disciplina sin levantar la voz”
--¿Vergara 14 era la secretaría y la cantina del club? Leandro: --Era donde se hacía la previa. El Oveja (Hernández), Huevo (Sánchez) o quienes eran los entrenadores pasaban a tomar unos mates y después iban a entrenar.
--¿Cuántas cosas se decidían ahí? Leandro: --Si se decidía algo, nosotros no teníamos participación. Eramos muy chicos.
Sepo: --En casa era lo social. Las decisiones se tomaban en el club.
--¿Tuvieron que bancarse que los tildaran de privilegiados? Leandro: --Toda la vida. Mi viejo fue presidente los primeros 10 años desde la fusión de Bahiense Juniors y Deportivo Norte. Entonces, algunos consideraban que tenía todas las licencias por ser su hijo, cuando, en realidad, era todo lo contrario. A mí el canchero era a quien más veces me tiraba con las llaves...
--¿Cacho Rovella? Leandro: --Claro. Y es más, Emanuel siempre le recriminó a mi viejo que nunca nos sacó una foto, ni nos filmó, para que no dijeran nada.
--¿Puertas adentro cómo era? Manu: --Imponía disciplina sin levantar la voz. Se hacía lo que él decía sin cuestionar, pero jamás pasó de eso. Al menos conmigo. A este (por Leandro) no sé cómo le fue.
Leandro: --Yo me comí cada patada en el c..., je. Una vez estaba jugando, le pegué al arbolito de Navidad y tiré todas las bolas, je.
El día que Leandro le robó un billete marrón a la abuela
--Leandro, ¿por ascendencia eras el líder de los tres? --Con él (por Sepo) me peleaba cada tanto. Difícil de acceder, pero no jodía. Y Emanuel era como un chiche.
--Manu, ¿vos lo tomabas como ejemplo a Leandro? --Sí, porque este (por Sepo) ni pelota me daba, je. --Manu, ¿fuiste el más consentido por ser el menor? --De chico no recuerdo, pero sí desde que se fueron. --¿Te gustó ser hijo único? --No.
Sepo: --Tuviste muchas facilidades con el auto.
Manu: --Eso sí.
--¿Con el Regatta? Leandro: --Sí. Yo di marcha atrás, lo rallé un poquito y estuve una semana encerrado en casa. Y el señor vino con una palmera colgada en el capot y al otro día estaba jugando otra vez. Hubo claras diferencias...
--¿Qué heredó cada uno de Yuyo y Raquel? Leandro: --Yo la nariz de mi vieja... Y tengo el carácter más parecido a mi viejo. Me cuesta decir no, cosa que envidio del señor (por Manu).
Manu: --Yo al revés. Soy más cabrón, como mi viejo.
Sepo: --Yo tengo un poco más de los dos. Mi viejo es más caliente a la hora de actuar y yo más tranqui. Pero, también, me cuesta decir que no.
--¿En la casa predominaba la figura paterna? Sepo: --No, porque mamá estaba todo el día con nosotros. Papá sí imponía respeto, aunque laburaba todo el día. --¿Había algo que disfrutaban los tres juntos? Manu: --Es que todo el fin de semana era básquet. Al que jugaba lo íbamos a ver y, sino, él (por Leandro) hacía de monitor, yo el reloj o juez en partidos de mini. El único tiempo de compartir otra cosa era durante las vacaciones.
--¿Cuáles fueron las mejores vacaciones? Leandro: --No íbamos todos los años, porque éramos una familia de clase media, laburante y no era fácil. Recuerdo haber compartido unas en Mar del Plata con la familia Salvucci (Andrea es la mujer de Pepe Sánchez).
--¿Eran cerrados? Manu: --No. Yo me acuerdo otras que vino el Puma (Montecchia). Tengo más presente haber ido a Monte. Y ahí ellos ya empezaban a salir, así que dormían todo el día.
Leandro: --“Con este día y estos chicos durmiendo”, gritaba mi vieja, je.
--¿Qué añoran de la niñez? Manu: --Yo creo que lo mismo que cualquier persona.
Leandro: --A veces cometemos el error de pretender que nuestros hijos hagan lo mismo que nosotros. Y los tiempos cambiaron. La puerta de nuestra casa estaba abierta, ¡no sólo sin llave! Salíamos a andar en bicicleta, teníamos carrito a rulemanes, tirábamos con el tapa c... Alrededor del club había un cañaveral, armábamos chaperíos, comprábamos mortadela en la esquina...
--¿Cigarrillos? Manu y Sepo: --No.
Leandro: --Yo una vez fumé uno y me puse verde, je. Mi viejo trabajaba en Nobleza Piccardo, así que cigarrillos había para tirar.
Manu: --El único que fumaba en casa era el muñeco al que le ponías un billete abajo del brazo, je.
--¿Hay alguna picardía que pueden enterarse Raquel y Yuyo cuando lean esto? Leandro: --Una vez descubrí que mi abuela tenía guardada la plata en un cajón y le saqué un billete marrón. Me fui al quiosco de María, le compré caramelos fizz, chicles jirafa y me senté a comer todo junto. Pasó mi viejo y me preguntó: “¿qué hacés?”. Obviamente, me sacó a patadas en el c... Me hizo devolverle la plata a la abuela y pedirle perdón.
--Pero se enteraron. --Sí, sí...
Manu: --Yo rompí un vidrio en Bahiense jugando al béisbol.
--¿Estaba Cacho, el canchero? Manu: --Sí. Era bravísimo.
Sepo: --Jugábamos a la escondida y cuando sentíamos el ruido de las llaves salíamos todos corriendo.
Leandro: --Cuando le pedías una pelota te daba la peor de todas. Y con las llaves te sacudía en el lomo. Tremendo...
Sebastián: “Jugábamos mucho al ping pong en el fogón de casa”
--¿Hubo algún gusto que no pudieron darse de chicos? Manu: --La primera prenda de ropa que me compraron fue a los 13 años.
--Heredabas lo de tus hermanos. --Claro. Pero no me importaba. También mi vieja tejía. Pero de ir a comprar, recuerdo dos jeans cuando empezaba el secundario. Después, en cuanto a gustos, prácticamente nunca fuimos un fin de semana al parque.
Sepo: --Es que todo se reducía al ambiente del club.
Leandro: --Pero no éramos como los pibes de ahora, que tienen doscientas cincuenta mil b... y piden de todo.
Manu: --Estaban las tope quartet, esas cartas de autos que tenían datos...
Sepo: --Jugábamos mucho al ping pong en el fogón de casa. Era una mesa normal, angosta, con unos bordes y había que intentar pegarle ahí.
Leandro: --En verano usábamos la Pelopincho, que en esa época era como la pileta para Meolans, je.
--¿Qué tienen en común más allá del apellido? Manu: --(Piensan) No sé. No tenemos mucho en común. ¿O sí?
Leandro: --Yo la cuenta bancaria..., je.
Sepo: --El gusto por el básquet lo heredamos de papá y toda la vida estuvimos cerca. Yo me retiré ahora, él (Leandro) hace un tiempo y estamos siempre en el club.
--¿No se arrepienten de haber dedicado la vida a lo mismo? Sepo: --No, porque el ambiente del club fue formador de nuestros valores. Es único.
Manu: --Además de lo que nos permitió vivir.
Leandro: --Te da y te quita muchas cosas. Hacer lo que te gusta y, encima, ganar plata es inigualable. También, por ejemplo, él (por Manu) no tuvo viaje de egresados y terminó el secundario medio chorizo (sic) en La Rioja.
Manu: --¡Pobre de vos...! Me sobró. Tenía dos o tres años para regalar.
Leandro: --A mí, por ejemplo, me gusta mucho viajar y, de no haber sido profesional a los 19 años, hubiese elegido, por ejemplo, ir de mochilero a recorrer Europa.
Manu: --Hacer lo mismo que nuestros amigos en la secundaria.
--También fue una elección. Manu: --Seguro. Y no te arrepentís de nada. Terminás relegando un montón de cosas, pero con gusto.Esperaban a la nena y llegó Manu,al que, de a poco, lo fueron queriendo
--¿Qué hubiera cambiado con una hermana nena? Leandro: --Yo hubiera preferido que fuera una nena en vez de Sebastián. Me convenía, por las amigas y demás, je. Mucho mejor que ese mar de h... que era nuestra casa, je.
Manu: --Je, je, totalmente.
--En Bahiense se alegraban cuando no veían a Yuyo y Raquel, porque querían que intentaran buscar otro Ginobilito, que cada vez venían más mejorados. Leandro: --¡Pará, pará, pará...! En esa época que estás hablando yo era lejos el mejor, je. En un momento me encargué de insistir que quería una hermana, pero tres eran suficiente, en una casa de ingreso promedio. No sé si el señor (por Manu) vino planeado.
Manu: --Por la diferencia creo que no, je.
Leandro: --Cuando nació Manu, me acuerdo que en la esquina vivía la tía Elena, vino a las siete de la mañana y dijo que había nacido un nene. Después, cuando lo vivimos, empezamos a quererlo...
Manu: --Cuando yo pude insistir ya era tarde. Me parece que papá también quería otro...
Fueron los segundos en compartir cancha en un partido de Liga Nacional de Básquetbol Alguna vez estuvieron enfrentados
“¡Qué producción!”, exclamó Leandro, mientras se prendieron a las fotos que muestran cuando compartieron cancha en la Liga Nacional.
“Los c... a pelotazos”, recordó el mayor. El primer partido, en Roca, Leandro metió 28 puntos y Sepo 26 para Deportivo y Manu, 20, en Estudiantes. Ganaron los grandes 114 a 100.
“¿Sabés que ese partido me parece que lo tengo?”, advirtió Sepo.
“¡Settembrini!”, dijo Leandro, en referencia al árbitro.
“Y el Chino Gil atrás”, acotó Manu.
Los Ginóbili fueron el segundo trío de hermanos en compartir un partido. Antes, en 1988, habían sido Mauro, Diego y Claudio Grippo, también bahienses. El primero con la camiseta de River y los otros dos en Olimpo. En el caso de los Ginóbili, la primera temporada que coincidieron, en la ´95-96, Manu jugó en Andino, Leandro en Roca y Sepo en Quilmes. En la ´96-97 los dos mayores estuvieron en Roca y el nene en Estudiantes. Una particularidad: los tres debutaron ante Peñarol en la Liga.
Manu: --Para mí fue medio raro jugar contra Quilmes, pero más cuando lo enfrenté a él (Leandro), porque tenía que defenderlo. Hasta tres meses antes llevaba las estadísticas de ellos...
--Scouting no faltaba. --No. Encima lo tenía a Huevo (Sánchez). Una pesadilla... Acá (muestra la foto contra Roca) ya empezaba a jugar en serio. En Andino estaba pintado.
--Después, volvieron a enfrentarse cuando Leandro estuvo en Comodoro. Era otra historia. Leandro: --Es que Richotti estaba viejo, Beigier estaba rengo...
--Claro, la culpa de tu decadencia era del mundo. --Sí, je.
--¿Eran de mirar los puntos que metían? Leandro: --Me acuerdo de la época de Quilmes, cuando jugábamos en la B y comprábamos “La Nueva Provincia” en la peatonal y San Luis. Era el único diario del país que publicaba todos los resultados y los puntos de los partidos de Liga.
Sepo: --A mí me cargaban cuando decía Oscar, Osvaldo, Omar, o coma, era el peor (en referencia al cero).
Manu: --Después, en los partidos de Estudiantes ponían la estadística completa.
--¿Qué hicieron con el primer sueldo? Leandro: --Yo cobraba 30 australes. Con eso invité a una chica al cine... Aunque tuve que pedir cinco para los pochoclos, je.
Manu: --Yo lo único que me acuerdo que eran mil pesos, y en el primer viaje, que lo hacíamos en avión, como teníamos muchas horas de espera, compré un par de remeras y un jean. El siguiente salario fue ocho meses más tarde, je...
Leandro: --Me acuerdo que una vez vine y le regalé (a Manu) el Estanciero. Así que, a precio de ahora, más intereses, serían dos millones y medio de dólares, je, je.
Sepo: --Yo no sé qué compré, pero eran 400 australes.
--¿Les gustaba la plata o lo único que les interesaba era jugar en otro nivel? Sepo: --Era lindo cuando terminaba el mes y sabías que tenías plata. Porque acá, nada.
Leandro: --Yo acá cobraba, por hacer de árbitro, la entrada para ir a ver a Willie Scott y a Fefo (Ruiz) en la Liga. No cobramos ni cuando volvimos de viejos.
¿Cómo afecta a los hermanos Ginóbili la opinión pública? Las críticas, la política y el manejo de la fortuna
“Como mis viejos siguen viviendo en la casa donde nacimos, dicen que ellos son unas ratas de m...”, opinó Leandro.
--A Manu le costó aprender a vivir dentro del contexto de la fama. ¿Ustedes tomaron con naturalidad ser los hermanos de Ginóbili?
Sepo: --Yo lo tomé con naturalidad, no me afectó para nada. Lo sufrí en la cancha. Leandro: --Tiene pro y contra. --¿En algún momento molesta ser Ginóbili?
Leandro: --No. Simplemente que cuando vas a algún lugar por algo específico, salta el tema y tardás un poco de tiempo, porque la gente quiere saber. Lo que me costó, particularmente a mí, fue superar las críticas injustificadas, como cuando surgió lo del estadio o toda esa historia. Me metí en algún quilombete (sic), pero uno tiene que acostumbrarse a gente que habla sin saber.
--¿Qué crítica les molesta más sobre Manu? Sepo: --Aquél (por Leandro) prende turbinas enseguida. Yo soy más analítico y, por más que representen grandes cosas, no toda la gente estará a favor. A veces, lo que más me revienta es que la gente hable de mala leche, ataque la familia o bien a él como persona.
--¿Esto fue motivo de charlas familiares? Leandro: --Hay un gran gataflorismo (sic). Como mis viejos siguen viviendo en la casa donde nacimos, ellos son unas ratas de m... Y si se hubieran construido una mansión en la Plaza Rivadavia, también íbamos a ser criticados. Entonces, aprendí a que todo tiene que chuparte un h... Hay que estar muy tranquilo con lo que sos y tu esencia. Hay mucha gente que, a partir de la fama de Manu, lo mata para beneficio propio. También, me parece de mucha estrechez mental que todo lo que encara Emanuel en cuanto a beneficio, solidaridad y demás, salgan a decir porqué no lo hace él directamente.
Manu no iba a compartir la foto con el candidato
--¿Sintieron alivio cuando Leandro se bajó de la política? Manu: --Yo no. Tenía mucha curiosidad de cómo era por dentro. Y si conseguía esa banca hubiera sido una gran experiencia para él. De hecho, fue fugaz, pero le hice dos millones de preguntas, porque soy muy curioso y quería saber cómo era.
--Por la incontinencia verbal que demuestra a veces Leandro, ¿su exposición no te metía un poquito de miedo? Manu: --Ni bien empezó a surgir mi popularidad yo era más hincha pelotas respecto de lo que se podía decir y demás. Cuando comprobé que no se lo puede controlar de ninguna manera ni decirle nada, aprendí a que él es él, mi viejo es mi viejo y yo soy yo. Que vivan y digan como lo sientan. Obviamente puede causar más problemas que si lo decís vos o cualquier otra persona, pero eso lo aprendimos todos con el tiempo. Si él se metía en política era porque le gustaba, le interesaba o le daba curiosidad. En la familia nunca tuvimos alguien en política. Hubiera sido interesante.
--¿Ibas a ponerte en la foto con él? --Je, je. Se lo aclaré la primera vez. Fue la única charla que tuvimos al respecto. Pero sabía que no me lo iba a pedir, porque me conoce y sabe cómo pienso en ese aspecto.
--En algún momento, por su forma de ser y su presencia cuando quiere intimidante, ¿Manu marca cierto límite en la relación más allá de ser su hermano? Sepo: --En temas generales no hay problemas. Lo que trato es de filtrar cuando me piden muchas cosas.
--¿Y en cuanto a los consejos que se le puede dar como hermano? --Sólo cuando se presenta el tema, lo charlamos en familia y cada uno da su opinión. Pero no me siento a darle un consejo. Creo que él lo lleva bastante bien, es muy claro a la hora de tomar decisiones y también tiene su mujer.
--Manu, ¿te gustaba cuando Leandro estaba como comentarista de televisión, inclusive en los partidos que vos jugabas? --Nunca lo ví. Sí me llegaban comentarios. Me daba curiosidad. Tiene chispa y sabía que iba a decir lo que le surgiera por más que estuviera en la CNN.
--Es muy ocurrente. --Exacto. Pero no me molestaba. ¡Lo conozco desde que nací!
Leandro: --Me trajo más problemas a mí que a él. Mucha gente no entendía el sarcasmo, la ironía, ese chiste. Me llegaron a decir que estaba celoso de mi hermano, cuando, en realidad, es un juego que hacemos desde que tenemos uso de razón. Cuando nos hablamos no le digo: “felicitaciones, qué bien jugaste hoy. ¡No! Le digo burro, perro, lo que tiraste”.
--Es decir, el elogio encubierto. --Lógicamente. Como comentarista me hubiera gustado que el siempre metiera 30 puntos y fuera figura. Pero me tocó comentar, por ejemplo, el tercer partido con Cleveland (finales 2006-07) fue un asco y ¿qué iba a decir, qué la había roto toda? A veces me río cuando comentan y dicen “gran partido de Emanuel”, porque metió dos tiros libres y dio dos pases de pecho. Y fue un ¡desastre! Pero bueno, lógicamente se ha ganado esa espalda.
Una forma de poder ayudar a los que menos tienen
--Manu, alguna vez un deportista que ganó mucho dinero me confesó que no favorecía en nada a sus hermanos depositándole en la cuenta todos los meses una cifra para que vivieran cómodos. Si bien Leandro y Sepo son independientes económicamente, ¿sos de los que prefieren ayudarlos a que generen sus propios recursos? --La idea fue esa. Cuando hicimos el primer desarrollo en Il Giardino (geriátrico), Leandro ya se estaba por retirarse y nos metimos en eso, para que él pudiera tener una salida laboral y cierta independencia. Después, nunca hablamos y ni siquiera se planteó algo mensual, pero saben que si surge alguna emergencia o demás pueden contar conmigo. Eso está claro. Se dio por entendido.
Sepo: --Yo le pedí dos jugadores para el equipo, je, je. T-Mac me dijo que no, je, je.
Manu: --Y Leonard dijo que le dolía la rodilla, je.
--¿Pensaron alguna vez desarrollar un proyecto en conjunto vinculado al básquetbol? Manu: --No. Con Leandro tenemos en Il Giardino y con Sepo nunca surgió. El tema es que él en tres meses pasó de ser general manager de Bahiense, a entrenador de Bahía Estudiantes, je.
“Antes de llegar a Bologna no entendía nada”
--¿Quién de los tres sabe más de básquet? Manu: -Es muy subjetivo. Lo que tengo a favor es que jugué tres ligas distintas, con dos de los mejores entrenadores del mundo. Eso me hizo conocer el básquet de otra manera. No me pongo colorado si digo que antes de llegar a Bologna no entendía nada. Jugaba bien, hacía una que otra cosita y puntos. Aprendí, con (Ettore) Messina, en una forma más estricta y a los golpes, y después con Pop (Gregg Popovich), también de entrada a los golpes.
--(Interrumpiendo) ¿Hasta cuándo? --Las dos primeras temporadas. Los primeros dos años fueron duros. Pero el tipo manejó un montón de distintas personalidades, se adaptó y modificó su manera de ser, actuando con rookies o con nosotros, de pasar de un equipo de cinco contra cinco a ser un equipo de correr, es decir, de todo eso aprendí muchísimo, pero no sé cuánto pueden saber ellos de básquet, porque es difícil palparlo.
--Sí podés hablar el mismo idioma con ellos. --Sí, sí. Igual, cuando llego de vacaciones no quiero ni leer el nombre de un jugador. Lógicamente, voy a Bahiense y le pregunto a mi viejo por cada chico, pero de lo personal no quiero analizar ni nada. Obvio que si ahora Sepo me pregunta cómo defiende Pop el pick and roll, no tengo problemas, pero de analizar un partido juntos o cuando juegue la Selección, lo miro como un hincha.
--¿Te ves como asistente de Sepo a la distancia? --No lo veo preguntándome, porque no le gusta hincharme las b... Ya estaba de alguna manera vinculado a Bahía Estudiantes por Pepe, Juan (Espil), el Puma (Montecchia) y ahora más aún, pero desde ya que estoy para lo que necesite.
--Leandro, ¿te vas a contener como hincha? --Lo voy a putear, je.
¿Los grandes también lloran?
--¿Cuándo fue la última vez que lloraron? Manu: --Creo que alguna lágrima se me cayó después de perder la medalla de bronce contra Rusia (Juegos Olímpicos). Tuvimos una charla intensa en el vestuario, estuvo buena y fue emocionante. Te diría que hace un año. Desconsoladamente ya no me acuerdo.
--¿La fortaleza que requiere el deporte de elite, te hace más duro en lo sentimental? --En general sí. Antes era mucho más frágil. Ahora, con la madurez uno encuentra un cierto equilibrio, pero hay situaciones muy fuertes que te sobrepasan y uno se va poniendo un poco más sentimental, en el sentido que sabés que esto se acaba. En ese momento, perder una medalla de bronce, podía ser la última oportunidad de lograr algo así. O, mismo, en la última final (contra Miami), no lloré porque no se dio o no estuvo la palabra que me hiciera estallar, pero en el día a día soy más lineal que cuando empecé en Estudiantes. Ahí, ganaba un partido y era un fenómeno que tenía que jugar en la Selección y al día siguiente perdía y creía que no sabía jugar.
--Digamos que esto es una rueda, estás en la curva descendente y te estás sensibilizando más. --Sí. Por un lustro o algo más, te diría que fui una roca inconmovible.
Leandro: --¿Un lustro? Mmm... Cortina.
Manu: --Bueno, ponele, del 2001 al 2010, parecía una máquina, con un objetivo bien claro. Pero ya estoy cambiando.
--¿Vos Leandro? --En situaciones domésticas, pero nada importante.
--¿Sepo? --Con cualquier película, je, je. en el sillón, el otro día. No sabía dónde esconderme (se ríe y mira a su novia).
Una de dos, ¿a quién elegirían para...
...cocinar un asado? Manu: --A mí seguro que nadie. Ojo que si es a gas, en San Antonio puedo llegar a sorprender.
--¡Pero eso no es asado! --Es asado americano. Acá no, tengo una inutilidad importante.
Leandro: --(se señala a él mismo).
Sepo: --Igualmente, a él (Leandro) le sale más rico de la manera que lo cuenta que cómo verdaderamente lo hace, ¡eh!
Leandro: --Sos un desagradecido. Cuando andabas boyando, solo, fracasado, bien que comías.
Manu: --Si vamos a hablar de los Ginóbili, obviamente el patriarca nos pasa el trapo a todos, con una variedad de recursos importantes.
...ir a una reunión de negocios? Leandro: --Si vas a buscar plata, a él (señala a Manu), je, je. ...reírse en una fiesta?
Manu: --Si no sos la víctima, él (por Leandro), je. Si te agarra de punto, no te lo aconsejo.
...para intercambiar el volante durante un viaje? Leandro: --Los tres hemos tenido nuestros inconveniente. Depende, si es auto con embrague, a Emanuel no, porque está un poco desacostumbrado, je.
...jugar y ganar al fútbol? Manu: --Uuuyyy. Ni me acuerdo cuando jugué por última vez. Debe haber sido en la secundaria. --Fútbol tenis sí. --Sí. Jugamos muchísimo.
Sepo: --Sí, en lo de Pepe.
Leandro: --Bueno, ninguno de los tres somos talentosos.
Manu: --En Bologna entrábamos en calor con un picadito, pero en una cancha de básquet. Comparado con los americanos, con Hugo (Sconochini) éramos Messi.
...que lo aconseje cómo vestirse? Leandro: --El señor (por Sepo). ¡Es un metrosexual!
--¿Con qué color de traje dirigirá? Leandro: --Lo veo tirando al negro.
Manu: --El único que tiene, je.
Sin tijera
--¿Quién se va a quedar pelado primero? Sepo: --Me retiro (y corre la silla).
Leandro: --Estoy un paso adelante por una cuestión cronológica. ¡Les llevo siete años!
--A vos (Manu) te destroza la cámara. --Sí. Y que soy morocho.
--Me imagino que infinidad de veces te habrán ofrecido canjes al respecto, ¿no? --Sí. Y tenía 10 familiares atrás, je.
“Odio correr”
--Manu, ¿vas a correr en la maratón solidaria de la Fundación, el 25 de agosto? --Odio correr si no es atrás de una pelota.
--¿Y en las pretemporadas? --Por suerte, en la NBA no se corre.
--Bueno, en la cinta. --No se corre.
--A ver. ¿No hacen lo que se dice fondo? --No se hace más fondo.
--¿Y qué método implementan? --Empezamos a entrenar, suicidas (ida y vuelta hasta cada línea), contraataque...
--Pero imagino que acá hacés algo de fondo. --No. Desde hace años. Por ahí nos piden 100, 200 o 400 metros, pero no los corro. Odio correr.
Sepo: --Estamos un poco atrasados en la escuela. Hoy casi ningún equipo sale a correr afuera como en nuestra época.
Manu: --Y tampoco me veo corriendo maratones o semi maratones. Pero, la verdad, que tengo amigos entusiasmados con el tema. Y está bien. Yo, el 25, voy a caminar junto con la gente y los melli (sus hijos Dante y Nicola).
Chico 36años festejará Emanuel el próximo domingo. Es el único jugador campeón de la NBA (tres títulos con los Spurs), de un Juego Olímpico (en Atenas 2004) y de la Euroliga (con Kinder).
Mediano 19temporadas en la Liga jugó Sebastián. Sumó 935 partidos, siendo el tercer jugador con más presencias históricas. Tiene 41 años. Llegó a ser integrante de la selección argentina mayor.
Grande 43años tiene Leandro. Jugó siete temporadas en la Liga Nacional, pasando por Quilmes, Deportivo Roca, Pico y Gimnasia de Comodoro. Promedió 14,5 puntos en 323 partidos.
Foto: Facundo Morales - La Nueva Provincia. Fuente: Fernando Rodriguez - La Nueva Provincia.
»pepe22/07/2013 01:59
sepo, te esperaba en la clinica de parana
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»ezequiel22/07/2013 13:34
PARA PABLO TOSAL......... porque no te vas a vivir a bahia blanca, porque una cosa son los reconocimientos a grandes jugadoresd, y otra cosa es como te estas comportando con club estudiantes, con pepe sanchez,...y sequimos.... tenes algun interes economico en el medio?
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»nota22/07/2013 17:10
buena nota
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»carlos22/07/2013 21:52
pensar q hay gente q se toma un par de minutos para decir el comentario q hizo EZEQUIEL...mamita querida asi estamos como sociedad...
Excelente nota del diario de la nueva provincia..y muy bien por pickandroll por levantar la nota.
Flaco..sino te gusta no la leas..q se yo...hay q ser paspado para tomarse 3/4 minutos para poner un comentario asi..no?
chau nabin
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»SUNCHALES NEGRO23/07/2013 00:28
MUY BUENA NOTA .EL MEJOR DE TODOS SIN NINGUNA DUDA EL SEPO.SEBASTIAN UN GRAN JUGADOR UNA GRAN PERSONA POR SOBRE TODAS LAS COSAS .EL MEJOR JUGADOR QUE PASO POR LIBERTAD TANTO COMO JUGADOR Y COMO PERSONA UN GRAN TIPO .MUCHA SUERTE EN TU NUEVO PROYECTO DEPORTIVO , UNA PENA NO TENERLO EN LIBERTAD .
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»Lucas.23/07/2013 02:39
buena nota...gracias pick.
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»JpAzar23/07/2013 12:17
Muy buena nota la verdad, en la intimidad de la familia. Muy bueno. Al leer las preguntas sobre si corría o algo así Manu, y que decían que “Sepo: --Estamos un poco atrasados en la escuela. Hoy casi ningún equipo sale a correr afuera como en nuestra época.” Tengo para comentar que juego en la primera local de un equipo de Santiago del Estero, El Club Social y Deportivo Jorge Newbery, últimos campeones,y debo decirles que por acá salimos a correr todavía. Ayer salir a correr con 4º a las 8 de la mañana fue una tortura!! Jaja Mini pre temporada de invierno sufrida. Saludos Pablo, excelente nota.
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»JC23/07/2013 15:27
Linda nota...Gracias por compartirla!
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»Seba23/07/2013 16:55
Muy buena nota! Esta el video http://www.youtube.com/watch?v=CM_a_EMNYgk