Medio tiempo para sufrir y medio para ganar

Una victoria llena de vaivenes vivió la selección nacional en el comienzo del Súper 4 en Brasil. Un partido que pintaba para desastre terminó en victoria. El saldo es positivo por la prueba y la reacción, la forma de estimular la decisión de no caerse y seguir peleando pero en el juego el saldo es deudor. Fue la peor presentación del equipo de Lamas desde que comenzó este invierno el proceso que llevó al equipo a la gira por China. La victoria o la derrota (el resultado es apenas una anécdota).

Leandro García Morales y Bruno Fitipaldo fueron mostrando el camino de una selección uruguaya que lentamente empezó a edificar un primer tiempo de ensueño. Al principio con los tiros de tres puntos abrieron la defensa Argentina y sacaron la primera ventaja (14-8).

La selección nacional uso a Luis Scola alejado del canasto, buscando la misma dinámica que encontró contra México en Obras Sanitarias, cuando trituró la defensa rival desde el perímetro. Pero esta vez, Luis no estuvo tan certero y no hubo una segunda mano caliente para suplantarlo. Lentamente Uruguay con mayor dinámica ofensiva fue estableciendo claras ventajas en el juego (22-15)

Uruguay tuvo dos veces la máxima de diez puntos (28-18 y 30-20) pero Facundo Campazzo con un triple de mitad de cancha sobre la chicharra puso la cifra final del primer cuarto en siete de diferencia: 23-30

Al comienzo del segundo cuarto un triple de Leandro García Morales y un doble de Reque Newsome abrieron la distancia a 12 puntos 35-23. La defensa Argentina no pudo nunca frenar el goleo uruguayo. Siempre lo corrió de atrás. La celeste era quien proponía todo en el juego, desde la puntería de sus perimetrales, la carga del rebote ofensivo aprovechando además la bajísima eficacia del equipo argentino en ataque.

Lamas se quejó ante sus dirigidos que había tirado más triples que dobles (3/16 en triples y 5/18 en dobles en el primer tiempo), un guarismo que no tenía mucha razón de ser. El primer tiempo cerró 47-33 para los uruguayos.

En el reinicio, para el segundo tiempo, Lamas apostó por la dupla Scola-Juan Gutiérrez decididamente buscando más gol en el juego interior. No obstante fue un partido neto a favor de Uruguay que dominaba casi todas las facetas de juego.

Con Bruno Fitipaldo encendido desde el perímetro (3/3 en triples) Uruguay tomó la máxima (55-37) para increíbles 18 puntos de ventaja. Argentina era un barco a la deriva y Lamas rotaba el equipo buscando alguna solución.

De repente todo cambió en un abrir y cerrar de ojos. Para Nicolás Mazzarino no hay amistoso que valga y enojado con los árbitros no paró de protestar hasta ganarse un técnico y posterior expulsión. El partido lo tenía entonces a Uruguay a 10 (60-50) y le regaló a la Argentina una secuencia de seis tiros libres donde el “Pipa” Gutiérrez aprovechó todos (60-56). En la reposición llegó un triple de Facundo Campazzo, recupero en defensa y doble con falta de Luis Scola y al frente Argentina 60-61.

La máxima ventaja fue de 18 para Uruguay (37-55) cuando restaban 7:30. Es decir que en 5 minutos Argentina metió parcial 25-5. Para el final del tercer cuarto el que ganaba era Argentina 69-65 con un parcial 36-18.

Uruguay comenzó limpiando su cabeza para el último cuarto después del traspié del 3er cuarto. Buscó recuperar el orden y la velocidad para el tramo final. Salió más duro en defensa y llegó el empate en 69.

De todos modos, después de levantar la desventaja Argentina reaccionó bien con la doble base entre Campazzo y Laprovíttola. Lamas no volvió a tocar el equipo y apostó a quienes más réditos le habían dado. El partido se hizo muy parejo, pero fue una vez más la presencia de Scola la que ayudó a sostener la estructura, ya no por los puntos sino por los pases y por el aprovechamiento de la doble marca. Es por eso que en un amistoso en Brasil, que no dice mucho Scola tiene que jugar 35 minutos. Vital para el equipo.

A falta de tres minutos, Argentina ganaba por 7 (83-76) pero Uruguay no se dio por vencido y llegó a empatar a falta de 38 segundos, decretando un final dramático. Llegó un libre de Juan Gutiérrez para sacar la diferencia mínima y apareció en defensa una tapa tan descomunal como oportuna de Luis Scola a Mathias Calfani a falta de 13 segundos que fue cerrando el juego. En el contraataque veloz Campazzo metió el doble que selló el resultado.

Una victoria de suma complejidad logró Argentina, que sirve para sacar muchas conclusiones y que seguramente le darán al cuerpo técnico la riqueza de contenido que la dificultad otorga. Acaso lo más importante de la victoria haya sido que podrá enfrentar a Brasil para probarse, algo que hasta aquí no había ocurrido.

Link al boxscore oficial

Pablo Tosal
@pablotosal
www.pickandroll.com.ar