¿Donde están los escoltas?

Lo concreto es que desde que Sergio Hernández tuvo que armar la lista para Las Vegas 2007 que la selección no tenía semejante problema de armado en virtud de las ausencias. Y caso paradójico fue justamente en Las Vegas 2007, en plena clasificación a los juegos Olímpicos de Beijing, donde un equipo nacional dirigido el “Oveja” Hernández desplegó su mejor juego de equipo. Ni en el 4to puesto de Japón (que demolió rivales) ni en el altísimo Bronce logrado en Beijing la selección jugó tan ordenada y en conjunto. Daba placer verla jugar.

Trazando un paralelo, con las inquietudes de armado, un recambio generacional encima, ausencia de los principales líderes, la selección de Lamas jugó en la gira previa a China hace un mes atrás como no lo hizo en Londres 2012 o Mar del Plata 2011. ¿Por qué? Porque cuando las figuras están en cancha se espera todo de ellas. Es innato en el instinto del jugador, siempre asume el rol de depender de la figura. En Las Vegas 2007 y en la gira por China para la Copa Stankovic la selección Argentina repite el estigma que lo posiciona en el mundo FIBA: defendiendo y pasándose el balón hace que la figura sea el equipo.

Y en esta analogía es imposible soslayar que se repite la misma estrella en ambas selecciones: Luis Scola. Se han invertido miles de palabras y líneas tratando de dejar sentado la importancia de “Luifa” en el equipo. Yo abdico como devoto al juego de Luis Scola y su referencia en el grupo. Lo simplificaré diciendo que el día que se decida a llevar los bolsos Argentina tendrá al mejor utilero del mundo. Hace perfecto lo que se proponga.

Fuera de la presencia de Scola la situación de mayor análisis es: ¿Por qué Lamas cortó a Federico Van Lacke y Nicolás Richotti para la preparatoria a Caracas? ¿Por qué convocó a Diego García en su lugar?. ¿Por qué lo corta ahora? Argentina fuera del trío Ginóbili, Delfino, Quinteros ¿no tiene un escolta confiable a nivel internacional que merezca estar en la selección?

No puede ser. Literalmente, no puede ser. Porque si el buen hincha recuerda, Selem Safar entró por la ventana a la convocatoria. Se lesionó Franco Giorgetti que es alero, para que Selem tenga su oportunidad. Mérito del “Turco” que en la Copa Stankovic hizo bien los deberes. Vale decir, Argentina va a Caracas con tres bases, tres aleros y un escolta natural que fue un llamado de urgencia. ¿Y los escoltas de Argentina?

No es un juicio de valor sobre Julio Lamas. Está más que claro que el técnico de la selección sabe más que nadie nuestros problemas con los escoltas. Él de hecho, lo sufre. Buscó, intentó, probó para salir del problema: lisa y llanamente no pudo. Más que nadie Lamas es el que asume la responsabilidad de su decisión y el que está preparando una selección con un solo escolta natural que encima viene recuperándose de la una lesión. (¿vale que repita que encima no lo había convocado de movida?)

Lamas debe soñar con las ausencias, pero lo que tiene es lo que hay y eso llevará a Caracas. La pregunta no es para Lamas, es para el básquet Argentino ¿Y los escoltas del básquet argentino?.

¿Acaso no hay jugadores de 1.95 metros? En esa altura son los que sobran. Incluso los del básquetbol social que juegan en la primera división de las Asociaciones locales miden 1.90 mts ó 1.95. ¿Dónde están los tiradores que además tienen dominio de balón y panorama de juego para subir la pelota al lado del base?. Si algo no tuvo esta selección en toda la gira (desde China a la Argentina) es un confiable tirador de tres puntos ¿Es esto posible?.

Existe la mínima posibilidad que Julio Lamas se haya equivocado de lado a lado sin ver que Van Lacke y Richotti tenían mucho para dar y él no se dio cuenta. Esa posibilidad yo la descartó. Pero como nadie anda con los puños llenos de verdades cumplo con dejarlo por escrito.

La otra chance, bastante más compleja es: La dinámica del básquetbol moderno ha cambiado y los bases se funden con los escoltas siendo hoy una sola posición. Si esta afirmación fuera cierta, en lo particular no me he dado cuenta. Es muy difícil ver los macro-tiempo de la historia sumergidos y navegándolos en el medio. Por lo general esa percepción (de darse cuenta cuando cambia el mundo) está reservada para mentes notables. Casi todos podemos ver los micro tiempos, los cambios chiquititos. Quizás haya iniciado una nueva era y no me he dado cuenta.

Lo mejor de este análisis no es que uno llega a decir que se podría haber hecho, sino ejercitar la pregunta ¿por qué nos pasa esto? ¿Por qué no hay escoltas?. A Rubén Magnano se le bajaron Nené Hilario, Anderson Varejao y Tiago Spliter sin embargo la ausencia que más le duele es la de su alero Marquinhos. Otro caso de falta de un perimetral. Pero allá Magnano con los problemas de Brasil y acá nosotros con los problemas de la celeste y blanca.

En la Liga Nacional Argentina, hoy base y sustento de la selección nacional, jugando con dos extranjeros, muchos técnicos optan por buscar el refuerzo importado en el perímetro. Salimos a buscar el dos tirador (y metedor) de triples. El caso paradigmático es Peñarol tri-campeón: un solo extranjero y en la posición de… escolta.

Lo lógico es que salgamos a buscar altura, que salgamos a buscar el 2.05 mts, 2.07 o 2.10 que le hace falta no solo a la Argentina sino al mundo (la “Súper” España debió nacionalizar a Serge Ibaka, por citar un ejemplo) ¿pero salir a buscar al 1. 90 mts tirador?. Algo estamos haciendo mal.

Juan Espil se retiró de la práctica profesional del básquetbol a los 44 años y jugando en gran nivel. Queda siempre la sensación que si él lo deseaba podía seguir jugando y de no pedirle el documento nadie hubiera notado la diferencia. Me los imagino a los entrenadores de los clubes armando el equipo y preguntando en la calle, “perdón caballero, ¿Dónde se consigue un escolta?”.

He venido hasta aquí para traer algunas noticias del futuro. La selección Nacional en el premundial de Caracas no tendrá problemas en el puesto. La dinámica de Laprovíttola o Campazzo compartiendo la media cancha con Juan Manuel Fernández es de suma confianza. Boccia no es escolta natural pero conoce el puesto y lo juega. Marcos Mata sube muy bien el balón. Ni Selem Safar estará solo ni el equipo tendrá un agujero, pero yo me quedo rascando la pera mientras pregunto ¡¿Donde están los escoltas?!.



Pablo Tosal
@pablotosal
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