La bola no cae: el fracaso brasileño y sus consecuencias

Con respecto a la actuación Brasileña en el juego: Después de acusar a la organización por la suspensión de una fecha que debió purgar al ser expulsado en la jornada contra Canadá que le imposibilitó dirigir frente a Uruguay, Rubén Magnano se tomó un rato ante los periodistas para explicar porque creía que el equipo no funcionaba. Entre otras cosas hizo mucho hincapié en la situación de porcentajes “La bola no cae, la bola no cae” repetía como un mantra, acaso buscando cambiar la suerte.

Y es verdad. Brasil llegó a originar 32 puntos de contraataque de promedio y menos de 20 en el set ofensivo. Era inexpresivo en el cinco contra cinco y estaba muerto sino corría. La carencia de pivote con gol y de un perimetral (sea un escolta o alero) que resuelva por talento le jugó en contra. Tanto como que Larry Taylor fue el 2do jugador que más minutos jugó del todo el plantel por decisión de Magnano siendo absolutamente inofensivo (6.5 pts de promedio y 2/16 en triples en el torneo). Si fuera una eminencia defensiva, acaso entonces se justificaría desde allí, pero como se ve, lo de los porcentajes es tan real como la rotación que Magnano eligió para defender su estructura.

Se notó que la ausencia de un líder dentro de la cancha les pasó factura. El líder positivo debería haber sido Marcelo Huertas pero el talentoso base que juega en Barcelona estuvo por debajo de su nivel (40.6% en dobles y 0/6 en triples en todo el torneo), 2.6 rebotes y 6.5 asistencias (líder del torneo en este rubro). Huertas no pudo o no supo ser quien lidere a su joven equipo que naufragó en el juego y en las respuestas individuales. De todos modos los mejores momentos de Brasil se vieron con él y Alex en cancha. Algunos jugadores del banco solo fueron a sumar experiencia pero no entraron más que un puñado de minutos y es real que las lesiones y malestares físicos les jugaron en contra. Aún así Brasil debería tener nafta suficiente en el tanque de reserva para llevarse puesto a Uruguay y Jamaica. No lo hizo.

Con respecto a la palabra vergüenza o fracaso. Los deportistas suelen confundir las cosas. Me he topado con este problema varias veces. Cuando se habla de fracaso o vergüenza en el ámbito deportivo debería sobre entenderse que se trata de fracaso o vergüenza deportiva. No de la vida, ni de nada más. Rubén Magnano se lo vio nervioso dando más explicaciones de las necesarias. Llega un momento que los técnicos de su jerarquía, nada menos que MEDALLA DE ORO OLÍMPICA, no tiene por que someterse a la problemática de decir: no pude o no supe. No es un entrenador que recién empieza, es una eminencia y su sabiduría y sus logros no están en discusión. No será menos por un fracaso deportivo, no se le caerán los anillos. Para quien esto escribe y para todos los argentinos, brasileños y público mundial seguirá siendo una referencia ineludible como técnico. Que lo entienda, que lo sepa, que lo integre a su alma, así se relaja y no piensa que este resultado le quita todo lo grande que hizo.

En el deporte existe el fracaso porque existe la hazaña. Existe la vergüenza porque existe el orgullo. Sino quitemos todos los adjetivos que benefician al jugador cuando ganan partidos históricos y volvamos el deporte en un desabrido cóctel de victorias y derrotas. ¡Por favor! Un poco de coherencia, y basta de miedo a las palabras. Sino cuando le ganemos de nuevo al Dream Team en vez de grandes titulares llenos de gloria pondremos de título: “Argentina superó a USA xx a xx”. La hazaña le da paso al fracaso en su polo opuesto. Existe y es parte de la vida deportiva.

Brasil se fue en primera ronda con récord de 0-4 perdiendo con Jamaica (Primera participación en un torneo FIBA Américas y primera victoria de su corta vida) y perdiendo con Uruguay (después de 18 años en torneos FIBA Américas). Por primera vez en su rica historia Brasil queda fuera de un mundial. No hay mucho que pensar para calificar la situación.

Con respecto al futuro. Esta es la situación menos clara de todas, porque lo que hizo Magnano de culpar a las ausencias será un boomerang difícil de medir. Creería leer en sus palabras que fueron un tiro por elevación a la Confederación Brasileña que no hizo nada para impedir que se bajen los jugadores. Pero lo real es que no dio nombres y puso a todos en la misma bolsa.

De la única manera posible que se podría llegar a un buen puerto es que salga la Confederación a respaldarlo diciendo “El proyecto no se rompe, no se altera, Magnano es nuestro técnico y el que quiera subirse es bienvenido”. ¿Tendrá ese apoyo?. El mítico Oscar Smith ya pidió su renuncia. El presidente de la confederación de Brasil ha esquivado a la prensa durante la jornada de ayer y de hoy que lo estuvimos buscando. Sin promulgarse públicamente primero quieren escuchar a todas las partes.

Finalmente de apoco se van conociendo los pensamientos de los jugadores. Es de suma importancia lo que puso en su Facebook el jugador Tiago Spliter, quien entre otras cosas escribió:

“Algunos dijeron que era culpa de los jugadores que no lo estuvieron. En cuanto a mí, muy difícil de entender, después de 13 años representando a mi país!... Recuerdo que cuando yo no estaba en mi mejor momento y haciendo un gran sacrificio, fui criticado por jugar por debajo de lo posible...

Recuerdo que cuando nació mi hijo me fui directamente a los entrenamientos y pasé los primeros 2 meses lejos de la familia...

Recuerdo cuando mi hermana estaba viviendo sus últimos días su vida y yo estaba representando a mi país!

Siempre ganamos juntos y principalmente perdemos juntos. Fueron muchas victorias y varias derrotas que dolieron. La derrota es donde nos conocemos mejor y nunca ninguno de nosotros apuntó con el dedo a los demás, al contrario no uníamos más.

Mi carrera ha estado siempre en la selección basada en el respeto, la honestidad, el compromiso y el coraje. Sólo la falta total de conocimiento puede generar estas declaraciones desplazadas de la realidad“.

¿Cómo se vuelve después de esto?. Magnano le deberá decir que no hablaba de él, que era para otro, pero no lo aclaró públicamente (no dio nombres) y quedará la duda o que Tiago le crea o no. Como pasa en todos lados (y muy fuertemente en Brasil) la selección está por arriba de todo y el orgullo de ellos es vestir la “verde-amarela”.

En los próximos días los dirigentes de la Confederación de Brasil se reunirán con todas las partes para escuchar lo que tengan para decir puertas adentro. No quieren tomar hoy ninguna decisión (Por eso no han salido inmediatamente a respaldar a Magnano). De lo que digan los jugadores y del humor político que haya será la suerte de Rubén en la continuidad como técnico de la selección brasileña.

Pablo Tosal
@pablotosal
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