Salir campeón mundial es un sentimiento extraordinario

El 2013 será un año difícil de olvidar para Herman Mandole. El joven entrenador, se dio el lujo de integrar el cuerpo técnico de varias selecciones nacionales formativas, participó del NBA Básquetbol Sin Fronteras (junto a entrenadores NBA), firmó para ser Asistente Técnico en Olímpico de La Banda en la Liga Nacional y, para coronar un año memorable, gritó campeón en el Mundial U18 3x3 que recientemente se disputó en Yakarta, Indonesia.

Justamente sobre las sensaciones tras este trascendental logro, Mandole expresó a cabb.com.ar: “Estoy muy contento. Ayer, cuando veníamos en el avión, los chicos decían: ¡somos campeones mundiales!, y nos reímos…” cuenta con una sonrisa. Y luego explica: “es como que no habíamos caído. Luego empezamos a leer las notas y ver la repercusión que tuvo el torneo y comenzamos a darnos cuenta de a poco. Supongo que con el tiempo tomaremos dimensión de lo que significa ser campeón mundial, pero por ahora a disfrutar de estas horas en Buenos Aires por que ya me tengo que sumar a Olímpico para arrancar la Liga Nacional”.

-¿En qué momento sentiste que estaban para lograr algo grande?
-Con Tolca (Enrique Tolcachier) y los chicos íbamos partido a partido. Ya desde el segundo día, cuando estábamos con 5 jugados y 5 ganados, muchos entrenadores nos daban como los únicos que podíamos bajar a Estados Unidos, que era el “candidato de todos”. Y, aunque tratábamos de mantenernos lejos de esas sensaciones, interiormente sabíamos que podíamos conseguir la clasificación que era el objetivo principal. Cuando terminaron los octavos de final en los que sacamos de la cancha a Bulgaria por 21 puntos, y además Lituania le ganaba a USA, pensamos en que podíamos ir por un poquito más.

Ya el último día jugamos un básquet de alto nivel ganando cuartos y semis por 21, y con la clasificación lograda nos propusimos ir por el oro. De todas maneras, Francia era un tremendo equipo con jugadores de físicos impresionantes, muy atléticos, que venían de ser campeón de Europa, y que encima estaban con sed de revancha (Argentina les ganó en la primera jornada). Pero escuchar a los jugadores hablar antes del partido nos hacía sentir que podíamos ser campeones.

-¿Qué representa para vos, como un joven entrenador, este logro?
-Representar a tu país es algo que es muy lindo, cuando se está lejos se toma dimensión de lo lindo que es ser argentino. Hablando con unos colegas en el mundial yo les decía que para mí argentina es como mi familia, que aunque sé que no es perfecta para mí es la mejor. Lo mismo pasa con la selección, para mí la selección argentina es la mejor del mundo y no lo cambiaría por nada. Y por supuesto salir campeón mundial es un sentimiento extraordinario, son caricias que te da el deporte y que hay que disfrutarlas.

-El 3x3 está creciendo mucho, FIBA lo impulsa con fuerza y hasta se habla de que puede llegar a ser disciplina olímpica. ¿Notaste en este torneo, en la organización y demás, esta importancia creciente del 3x3?
-La organización fue buena. Al ser mi primer mundial no puedo compararlo con nada, pero si al hablar con la gente de FIBA nos dábamos cuenta que es una modalidad que está creciendo día a día y que desde FIBA le están dando muchísima importancia.

-Por último, ¿qué me podés decir de tus dirigidos y su desempeño en el Mundial 3x3 U18?
-De los chicos solo puedo decir cosas buenas. Son súper profesionales, respetan las comidas, los horarios de descanso sin que nosotros tengamos que decirles nada. Entienden a la perfección el cuidado del físico. En los detalles tácticos que les explicaba Tolca estaban siempre atentos, los ejecutaban a la perfección y eso nos daba un plus con el resto de los equipos. Se brindaron al 100% todo el tiempo y aunque sabían que iba a ser difícil lucharon por el objetivo.

Antes de concluir, permitime agradecer a Nicolás Casalanguida y los dirigentes de Regatas de Corrientes, por darle el permiso a Ale Zurbriggen, a Mario Milanesio y los dirigentes de Atenas de Córdoba por ceder a Nico Zurschmitten, a Carlos Duro y la dirigencia de Boca por prestarnos a Lucas Gargallo y a Fabio Demti y los dirigentes de Quimsa por darle permiso a Gabriel Deck, sabiendo que no iban a estar haciendo la pretemporada por una semana con los equipos profesionales.

También quiero agradecer a Facundo Müller y la dirigencia de Olímpico por haberme dejado participar a mí. Y a todo los entrenadores del staff de los seleccionados que estuvieron prendidos y mandando mensajes que nos llenaban de energía para seguir e ir por más. Como así también a toda la gente que le escribía a los chicos y a nosotros por las redes sociales. Desde tan lejos es lindo saber que se preocupaban por nosotros.

Foto (FIBA): Herman Mandole se funde en un abrazo con Nicolás Zurschmitten, durante los festejos argentinos en Yakarta.

Diego García
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