Así cantaba Gardel, así están Miami e indiana esta temporada. El Heat tuvo un cierre furioso para derrotar a los Pacers 97-94 y vengarse de la primera derrota de la semana pasada. LeBron James fue gran figura con 24 puntos, 9 rebotes y 7 asistencias, mientras que Wade anotó 32. Luis Scola estuvo muy activo y terminó con 8 tantos. El equipo de Erik Spoelstra ahora está a un juego de la cima del Este.
Autor:Sebastián Ciano (sciano@pickandroll.net)
Ningún partido por estos tiempos promete más que un Miami – Indiana. Son dos de los cinco mejores equipos de toda la NBA, que además de alguna manera han construido una historia particular entre ellos luego de lo que fueron las finales del Este en la temporada pasada.
Anoche, no solo prometieron sino que cumplieron en lo que terminó siendo victoria del Heat, 97 a 94, sobre el equipo de Luis Scola, quien todavía lidera la conferencia Este pero ahora a solo un juego de su verdugo de anoche.
Cuando parecía que Indiana, que dominó gran parte del juego, prevalecería a fuerza de conjunto, el cierre les perteneció a los dueños de casa, que con dos triples seguidos (Bosh y Allen) pasaron al frente 95-92 con 59 segundos en el reloj y nunca más se equivocaron. El dúo dinámico LeBron James y Dwyane Wade estuvo imparable.
La intención de Miami fue clara desde un principio. Haciendo uso de su asfixiante defensa, tratar de presionar la primera línea de Indiana y desde allí provocar el contraataque, que tan bien utiliza. Como los Pacers comenzaron indecisos en ataque, el Heat comenzó a efectuar su plan a la perfección y anotó 8 de sus primeros 14 puntos por dicha vía; Terminaría la noche con 21 tantos, ante los 9 que marcaría Indiana.
Pese a no comenzar certero, el equipo de Frank Vogel se las rebuscaba para no dejar escapar a Miami; En principio haciendo alarde de su juego en equipo, en el que – como podían – varios jugadores lograron anotarse en el tablero, luego surgió la figura de Lance Stephenson (9) para sostener la máquina.
Cuando Indiana pudo bajarle el ritmo al partido comenzó a tomar mejores tiros (pasó del 30 al 50% de cancha) y logró tomar la delantera, para irse al primer descanso arriba 26-22. A otra buena noticia era que LeBron James ya tenía dos faltas.
Pero el cuatro veces MVP de la NBA parecía no estar enterado y tomó las riendas del equipo cuando éste más lo necesitaba. Sin embargo Indina, ya con un activo Scola en cancha (2/6, 6 pts en el primer tiempo) se adueñó definitivamente de las acciones del partido y sacó una máxima de 12 (36-24) cuando quedaban todavía 9:46 para el cierre del primer tiempo.
De a poco comenzó a jugar a lo que querrán los Pacers, al tiempo que del otro lado Wade y LeBron no tenían compañía. Mientras que en la visita los nueve jugadores que estuvieron en cancha habían anotado, en Miami su binomio sumaba 26 de los 41 tantos de su equipo, más del 60 %. La primera mitad sería de Indiana 52-41.
En el tercer cuarto apareció al que nadie quería ver anoche en el American Airlines Arena: Paul George. El alero sacó su traje de All Star y comenzó a hacer de las suyas. Clavó dos triples, anotó un par de canastas con su sello y sostenía a los Pacers con 11 de sus 25 puntos. Miami se mostraba intranquilo de no poder volver a llevar el juego al terreno que más le convenía.
Del otro lado Wade no falló (9 pts, 4/4), Bosh aportaba en cuentagotas y LeBron cerró bien el cuarto con la que fue una de las mejoras jugadas de la noche, dejando arada a Scola y todo Indiana para terminar con una volcada como solo él puede hacerlo. Así, Miami achicó mucho la distancia y se fue al último cuarto abajo solo por cinco (76-71).
En los doce minutos finales lógicamente la tensión alcanzó su tope máximo. Scola perdió tres balones, de los cuales dos fueron discutibles ya que los árbitros le cobraron un foul de ataque - cuando había metido un gran doble - y una infracción por caminar que dejaron muchas dudas. Desde el juego, y con el apoyo de su público, el Heat de a poco fue creciendo, basquetbolística y anímicamente.
Miami le bajó definitivamente el goleo a su rival y comenzó a “trepar” Wade siguió encontrando respuestas ante cada oposición que los Pacers trataron de imponerle (9) hasta que llegó el momento clave. Miami tiró horrible en triples durante toda la noche, pero con dos bombas consecutivas igualó el juego y logró pasar al frente a falta de 59 segundo.
De ahí en más los Pacers se equivocaron; Primero George Hill penetró y ensayó un pase muy arriesgado que terminó en las manos de un rival, y luego Paul George quiso ser héroe y lanzó un triple muy desbalanceado. Miami cantó victoria en el segundo choque entre ambos, y por ahora quedaron mano a mano.