Escándalo en San Vicente

Luego del partido disputado entre Brown de San Vicente y Pedro Echagüe, se produjeron serios incidentes que la organización del TFB lamenta tener que comunicar, al tiempo que condena enérgicamente la violencia en nuestro querido deporte. El Honorable Tribunal de Disciplina ya ha empezado a tratar en base al informe del Comisionado Técnico, J.Castello.

En el informe se describe que una vez concluido el juego (62-64), y ya sin los árbitros en el lugar, Maximiliano Segon, de la visita, le pegó un cabezazo a un rival generando la reacción inmediata de los locales e iniciando una gresca colectiva que terminó con los dos planteles involucrados. A pesar de los intentos de los respectivos entrenadores por calmar los ánimos, la situación se desmadró y ni siquiera la policía pudo controlar la invasión de campo de los hinchas de Brown, que golpearon sin consideración a todos los integrantes de Echagüe que seguían en el rectángulo de juego.

Luego de casi 15 minutos de corridas, tumultos y golpes, la policía pudo retirar al plantel de Juan Pablo Boádaz hasta el colectivo correspondiente, que también fue apedreado.

El Torneo Federal desea repudiar fervientemente el episodio, lamenta las agresiones ocurridas y anuncia que tomará las medidas correspondientes a través de su HTD.

Fuente: Prensa TFB

Brutal agresión a Pedro Echague

En el marco de la tercera fecha de la fase Interconferencia,anoche en San Vicente, Santa Fé, se produjo una brutal agresión de parte de jugadores, dirigentes y público a nuestros jugadores, por el solo hecho de haberles ganado en el último segundo con un doble de Meire, 64-62.

Los violentos otra vez ganaron, los hechos se sucedieron de la siguiente forma: cuando termina el partido nuestros jugadores van a saludar a los contrarios, Maximiliano Segon recibe un cabezazo del número 15 Gómez a lo cual Segón responde con un empujon, a partir de ahi se desató una verdadera batalla campal, a Tabieres lo arrinconaron contra una pared y le daban golpes a mansalva con los cual sus compañeros salieron en defensa. Como ellos los locales, por su puesto eran muchos ya que los nuestros eran solamente los jugadores y 3 personas más , atacaron sin miramientos.

Es inexplicable que éstos hechos ocurran por un simple partido de básquet , donde está la cordura de sus dirigentes que no pudieron parar y estimulaban a pegar mas y mas. Gracias a Dios que había unos portones abiertos y nuestros jugadores pudieron salir, lo cual los estaban esperando afuera a pesar de que ya había llegado la policía , rompiendo el vidrio, las luces y golpeando al micro que los llevó. Además de que se robaron el bolso, sudaderas y pantalones del equipo. Del lado nuestro solo fueron el presidente del Club Jorge Antoliche, un dirigente Sebastian Mussolino y su hijo discapacitado que gracias a Dios no le paso nada. Por suerte nuestros jugadores no tienen más que unos magullones, nada grave, pero podría haber pasado.

Cabe destacar que el único que se solidarizó con nosotros fue el jugador Ibañez Paz y su padre recordando tal vez su paso por nuestro club.

Espero que este hecho no quede inadvertido tomando las autoridades del Torneo Federal las acciones que correspondan.

Informe de un testigo presencial: Jorge Antoliche

Una victoria de nuestro equipó con un " sabor muy amargo". Agresión salvaje en el final del partido.

Después de un reñido partido que nuestro equipó pudo ganar con un doble en los últimos 4" , estando el partido empatado en 62 tantos, finalizando 62-64.

En el desarrollo del encuentro gran parte de la parcialidad local hostigo verbalmente a nuestros jugadores, manteniéndose los jugadores de ambos equipos ajenos a esta situación.

Pero el clima previo no era el mejor ya que mientras nuestro plantel se cambiaba para ir a cancha, alguien hizo detonar 3 bombas de estruendo junto al vestuario.

Pero lo inaudito, inexplicable, salvaje y cobarde agresión fue cuando finalizo el partido. Como es usual al final del encuentro, nuestros jugadores se saludan con los rivales, pero un jugador local de apellido Gomez le aplica un cabezazo a un jugador de nuestro equipó, y este intenta separarlo con ambas manos, y el mismo trastabilla.

A partir de esta situación presencie una agresión no vista en toda en toda mi vida como jugador y actualmente como dirigente, habiendo recorrido todo el país y capital junto con los planteles de mi club.

El estadio estaba casi completo y gran parte de ese público invadió la cancha desde el sector opuesto, y desato una golpiza contra nuestros jugadores, arrinconandolos contra una pared y haciéndolos salir del estadio a través de uno de los portones, los que estaban en primera línea pegaban y los de atrás tiraban objetos contundentes como sillas y alguna mesa que estaba suelta. Incluso se vio a un hincha local con hierro de regular tamaño en su mano, blandiendolo agresivamente.

Para sumar más actitud de salvajismo, el técnico local y su asistente fueron los primeros en dar golpes a nuestros jugadores, que lo único que hicieron fue festejar un triunfo justo al final del partido.

A la policía presente que entiendo eran 4 agentes( 2 femeninos y 2 masculinos) los vi totalmente desbordada sin poder atinar a nada, de hecho pidieron refuerzos que llegaron después que se produjeron los acontecimientos.

Continuando con el relato de la agresión, nuestros jugadores al poder salir del gimnasio corrieron hasta nuestro micro y allí se refugiaron, este estaba estacionado en la puerta del club.

El mismo sufrió agresiones de piedras y patadas, con fotos que se publican y acreditan los daños, el chofer de vasta experiencia, no podía entender lo que sucedía y veía como dañaban su vehículo.

Los directivos del club que al final de lo transcurrido querían justificar que lo acontecido correspondía a un grupo de inadaptados, y que no pudieron controlar, no era coincidente con su actitud anterior ya que a varios de ellos los vi como agresores, tal es así que mi persona fue insultada como porteño H de P, viejo de mierda, soberbios y otros epitetos solo porque quería dialogar con el comisionado técnico a quién le pedí que se quedara hasta que nuestro micro haya partido debido que nuestros jugadores bajaron del mismo para ducharse a partir de la llegada de los refuerzos policiales.

El comisionado técnico se negó a quedarse aduciendo que su función ya había finalizado al terminar el encuentro.

Obviamente desechamos la cena como consecuencia de canje de comidas y partimos hacia nuestro destinó.

Quisiera destacar que de los que ofrecían seguridad al final de la agresión solo 3 o 4 personas no las vi participar de los hechos y estas estaban muy mortificadas por lo ocurrido.

Es de destacar que de nuestro club aparte de la delegación completa de 17 personas, se encontraba sólo 3 simpatizantes, el socio vitalicio Sebastián Mussolino y su hijo discapacitado motriz Damian y quien relata los hechos Jorge Antoliche (presidente), también una familia ( matrimonio y 3 hijos) que regresaban de Córdoba y se quedaron en la ciudad a ver el partido.

Por suerte y gracias a Dios nuestros jugadores quedaron con golpes en el rostro y cuerpo por la fiereza y tamaño de la agresión, podía haber cobrado una víctima de no se qué consecuencia.

Espero que las autoridades competentes tomen las medidas correspondientes.

Jorge Antoliche

Fuente: Prensa Pedro Echague