Tres partidos emocionantes en la noche del jueves de la NBA. En el encuentro más esperado de la jornada, Oklahoma con la vuelta de Russel Westbrook, no pudo ante el bicampeón Miami que contó con una gran actuación de Bosh y Wade. Stephen Curry nuevamente tuvo una gran noche y los Golden State derrotaron a Houston, en los Rockets no fueron suficientes los 39 puntos de James Harden. Por último los Denver Nuggets se llevaron una victoria en su visita a Milwaukee.
Golpe en la mesa de Miami Heat para reivindicar su condición de doble y vigente campeón de la NBA y equipo a batir. Golpe propinado en el lugar más adecuado, en la pista de Kevin Durant, el aspirante con mayúsculas al cetro de LeBron con unos Thunder que están en la élite de los aspirantes a destronar a Miami.
El golpe no fue suave. Porque LeBron y Miami salieron a muerte. La primera canasta del partido, eso sí, la metió el reaparecido Westbrook. Fue un mate. A partir de ahí, monográfico de James. El 'Rey' hizo los 12 primeros puntos de su equipo, los 10 primeros en apenas 3 minutos ante un Kevin Durant impotente, que ni le podía parar en defensa ni se centraba en la ofensiva al perder 2 balones. Ese inicio arrollador de LeBron marcó para siempre el partido.
Porque Miami ganó el primer cuarto con un demoledor 17-34 en el que 16 puntos los metió su líder, un James desatado. Es cierto que OKC recuperó fuelle en el segundo cuarto y se fue al descanso con un esperanzador 47-54, pero el inicio del tercer cuarto marcó las líneas maestras del encuentro y esas líneas maestras fueron trazadas exclusivamente por Miami, que dominó durante los 48 minutos.
Incluso cuando perdió a James, Miami no se descompuso, aunque bien es cierto que para entonces ya tenía el partido bien encarrilado: 74-90 a 5:50 del final. En ese momento, LeBron, con una toalla sobre la cara, se iba a vestuarios tras dejar un reguero de sangre en la pista. Había recibido un manotazo involuntario de Serge Ibaka en una entrada a canasta. LeBron culminó el mate, pero quedó en el suelo dolorido.
La clave del triunfo visitante estuvo en su formidable trabajo defensivo. Dejar a OKC en 81 puntos con un 37,8% en el tiro de campo no es fácil. Es más, el big three visitante metió tantos puntos como Thunder, 81, y con un increíble 32 de 48 en el tiro. LeBron, la gran figura, sumó 33 tantos, 7 rebotes y 4 robos con un excelente 15 de 22; la versión más estupenda de Dwyane Wade se fue a 24 tantos, 7 rebotes y 10 asistencias con un 11 de 17; y un gran Chris Bosh firmó 24 puntos y 8 rebotes con un 6 de 9. Ellos tres rompieron a OKC.
En Thunder, Kevin Durant acabó con 28 puntos y 8 rebotes, pero no pudo con James. Además, buenas prestaciones de Westbrook en su vuelta con 16 tantos en 24 minutos y 14 puntos y 8 rebotes de Ibaka.
A Reggie Jackson no se le vio bien en su recuperada condición de suplente,Jeremy Lamb tuvo un muy mal día y Kendrick Perkins se lesionó. El equipo tuvo un horrible desempeño desde el triple (2 de 20) y perdió 20 balones para caer por cuarta vez en su pabellón en lo que va de temporada.
Llegado el final del último cuarto aparecieron las estrellas, como es lógico. Y en ese aspecto, el de decidir el encuentro, nada como tener a Stephen Curry y James Harden en pista. Primero golpeó Harden con un canastón a media distancia tras dejar tirado a su defensor, Klay Thompson. Ponía el 87-89 a favor de Houston a pocos segundos del final. Pero la respuesta de Curry fue celérica. Decidida entrada a canasta sin importarle la aparición de Howard para anotar el empate a 89 a 3,2 segundos del final y llevar el partido a la prórroga porque Harden no acertó con el tiro posterior.
Ya en la prórroga, Warriors se impuso por el acierto de Curry (7 puntos), la ayuda de Andre Iguodala en los dos lados de la cancha y el taponazo que le puso Jermaine O'Neal a Chandler Parsons en un momento crucial del desenlace.
Se impusieron los Warriors en un partido muy equilibrado, de bajos porcentajes y escasa concentración a la hora de cerrar los rebotes por parte de ambos equipos. Lo lograron con un David Lee a grandísimo nivel (28 puntos y 14 rebotes) y un Stephen Curry decisivo (25 tantos con 5 de 8 triples). Pero también con un completo Iguodala y buenos números del suplente Jordan Crawford. Además, debutó el ya ex Laker Steve Blake, que sumó 3 puntos en 18 minutos.
No le bastaron a Houston ni los 39 puntos de un tremendo Harden, ni los 21 rebotes y 4 tapones de un Howard que posterizó de forma salvaje a O'Neal en el último cuarto, pero que solo metió 11 puntos en todo el partido con malos porcentajes, ni los 21 tantos y 8 rebotes de un Chandler que se fue a un mal 8 de 24 en el tiro. El dominicano Francisco García no jugó.
Milwaukee venía de lograr por fin su décima victoria de la temporada, pero pronto ha vuelto a su rutinaria verdad, que no es otra que la derrota habitual. Esta vez cayeron los locales ante Denver Nuggets, un equipo que sigue sin bases ante las lesiones de Ty Lawson y Nate Robinson, el traspaso de Andre Miller y la aún no incorporación de Aaron Brooks. Solo que en esta ocasión a Denver le bastó con tener escoltas que supieran botar, tal es el nivel actual de los Bucks.
El BMO Harris Bradley Center vio cómo se lució el visitante Faried, autor de 26 puntos. Además, Wilson Chandler metió 15, Timofey Mozgov añadió 14 con 9 rebotes y J.J. Hickson y Randy Foye rubricaron sendos dobles dobles. Los Nuggets no estuvieron afortunados desde el tiro libre, pero sí anduvieron finos en el lanzamiento en movimiento.
Los Bucks ya tienen a O.J. Mayo en pista, pero tampoco es que haya aportado nada durante la temporada. Caron Butler fue su máximo encestador con 17 puntos y Ersan Ilyasova, su jugador más completo con 14 y 11 rebotes. Hasta 3 suplentes lograron dobles dígitos anotadores, incluido el citado Mayo. Horrible Milwaukee desde el triple.