Con una gran muestra de carácter los Grizzlies le robaron el segundo juego al Thunder por 111-105 en suplementario e igualaron la serie 1-1 tras un partido que tuvo de todo. Oklahoma City no pudo pese a la enorme actuación de Kevin Durant. Zach Randolph terminó con 25 puntos. El jueves volverán a verse las caras.
Autor:Sebastián Ciano (sciano@pickandroll.net)
A lo largo de la historia, los playoff de la NBA han dejado huellas imborrables en la memoria de todos los fanáticos. El partido de anoche puede llegar a ser considerado una pieza de colección con el correr de los días.
Los Memphis Grizzlies sorprendieron al Thunder tras derrotarlo, en tiempo suplementario, por 111 a 105 y así cambiar la carátula de esta serie, que ahora está empatada a una victoria por bando y cuya localía ahora le pertenece a los de Tennessee.
Fue, hasta el momento, el mejor partido que arrojó esta postemporada. Ninguno de los dos se dio por vencido cuando percibían indicios que el encuentro se les escapaba de las manos, y aquel gran tiro de Kevin Durant es una muestra cabal. Cuando parecía que Memphis iba a festejar tras los 48 minutos regulares (ganaba 98-93 a 18 segundos del final) apareció este jugador distinto a todos con un disparo que será difícil de olvidar.
Cayéndose, desde la esquina y ante la marca de Marc Gasol, lanzó como pudo un triple, casi sin mirar el aro, y terminó hundiéndolo ante la falta del español, que al igual que sus compañeros quedó incrédulo, con la mirada perdida vaya a saber dónde. Esta enorme jugada sirvió para que OKC achicara 97-98.
Conley anotó desde la línea, pero Kendrick Perkins, tras un fallo de Westbrook, tomó el rebote ofensivo y tuvo tiempo de mandar el juego a suplementario. En ese momento a Memphis se le vino el mundo abajo, ya que llegó a ganar por nueve (79-70) en el inicio de cuarto período y se encontraba con que debía jugar cinco minutos más para alcanzar ese objetivo que tan cerca había tenido.
Pero lejos de amedrentarse por el ambiente del Chesapeake Arena, los de David Joerger siguieron su hoja de ruta, lo que les permitió jugar con mucho aplomo el suplementario. Zach Randolph se hizo dueño del equipo, y metió los primeros puntos. El ala pivot tuvo una gran noche y terminó con 25, producto de 10/20 en tiros de campo y 5/6 en libres.
El Thunder comenzó a desesperarse, y en vez de tomar lo ocurrido durante el último cuarto como inyección anímica, forzó muchas situaciones con Westbrook y Durant, que en definitiva habían sido los artífices de que todavía estuvieran con vida. “KD” tuvo otra noche enorme con 35 puntos (12/28), 11 rebotes y 4 asistencias, al tiempo que el base - clave en la remontada - y cerró su planilla con 29 tantos, 7 tableros y 8 asistencias.
No obstante, Durant contó con la posibilidad de darle la ventaja a Oklahoma City a falta de 35 segundos, pero solo metió uno de dos libres. Al otro costado, Joerger diseñó una jugada ejecutada a la perfección por sus dirigidos que terminó en un tiro cómodo de Randolph bajo el aro, y que dejó el marcador 107-105. OKC perdió la bola en la siguiente jugada (caminó Ibaka) y la visita comenzó a sentenciar el pleito desde la línea.
Si había algo que nadie podía esperar en estas primeras jornadas de playoff era una derrota del Thunder ante su público. Sin embargo, los Grizzlies demostraron que pese al cambio de entrenador, la filosofía es la misma: Para matar a este equipo hay que hacerlo dos veces. Oklahoma City no lo hizo, y los Grizzlies ganaron a lo Memphis.