Los Mavericks hicieron un gran trabajo y se llevaron el Segundo punto de San Antonio por 113 a 92 para irse a casa con la serie 1-1. Emanuel Ginóbili brilló individualmente con 27 puntos en 23 minutos que no fueron suficientes. Los de Carlisle mostraron toda su jerarquía y secaron a los Spurs en el último cuarto para propinarle su segunda derrota más abultada en playoff en 35 años. Continuará el sábado en Dallas.
Autor:Sebastián Ciano (sciano@pickandroll.net)
Ni el más optimista hincha de los Mavericks podría llegar a imaginar que la serie se mudaría a Dallas con una victoria para cada equipo, ni siquiera tras el buen partido que habían hecho el domingo, que finalizó con un ajustado triunfo del local. Sin embargo, estos Mavs sacaron toda su jerarquía, elevaron el nivel de este talentoso plantel con el que cuentan para llevarse el juego por 113 a 92 en lo que fue apenas la primera alegría sobre los Spurs en los últimos diez enfrentamientos. Enhorabuena.
Esta caída significó la segunda derrota más abultada para San Antonio en postemporada en los últimos 35 años. Cerca quedaron los 23 puntos de diferencia ante Philadelphia del 26 de abril de 1979, en el quinto partido de una serie que terminaron llevándose los Spurs (por aquel entonces compartían conferencia).
Los dirigidos por Rick Carlisle clasificaron a los playoff con lo último que les quedaba en el tanque, y ese poco no les alcanzó para acceder al séptimo puesto, que finalmente quedó en manos de los Memphis Grizzlies tras un duelo mano a mano en la última semana de la serie regular. Pero si hay algo que no le falta a los Mavericks es jerarquía y experiencia, la misma que relucieron en los primeros dos partidos de esta serie.
Al mismo tiempo, San Antonio brindó una de sus actuaciones más flojas del año, justo cuando Gregg Popovich estrenaba su tercer título de mejor entrenador de la temporada. Los Spurs estuvieron desconocidos en el manejo del balón con 24 pérdidas, cuando se caracterizan por la gran circulación del balón (lideran la NBA en asistencias colectivas).
Emanuel Ginóbili tuvo una estupenda labor individual; Sostuvo a su equipo en el primer tiempo anotando 17 de sus 24 puntos (goleador de la noche), de los cuales 12 fueron en el segundo cuarto. A pesar de los errores (14 pelotas entregadas en los primeros dos períodos), el anfitrión se iría abajo en el marcador solo 56-51.
Dallas sabía que para vencer a San Antonio no le alcanzaba con hacer un buen partido, sino que se necesita un plus. Por eso mantuvieron la concentración y jamás bajaron el pie del acelerador. Con un José Calderón en llamas (12) sacó lo que hasta ahí fue la máxima: 86-70 a falta de 1:03 para el final del tercer cuarto. Si bien el marcador quedaba abierto para los doce minutos finales, la moral de los Spurs no era la misma. Ya no solo jugaban ante los Mavericks, sino contra ellos mismos.
Y lejos de poder revertir la situación, San Antonio no salió espiritualmente a disputar el último cuarto, en el que parecía haber solo un equipo en cancha. Dallas jugó a gusto, primero con los titulares para terminar la faena, y luego con los suplentes, ya con la seguridad del objetivo alcanzado.
Pese a estar errático (8/20), Monta Ellis fue el máximo anotador en la visita con 21 puntos, seguido de cerca por Shawn Marion, autor de 20 tantos. Por su parte el alemán Dirk Nowitzki cerró su planilla con 16 y 5 rebotes, al tiempo que Devin Harris aportó 18 desde el banco (10 en el último cuarto) y Calderón sumó 12 más 5 asistencias.
Por el lado de los Spurs el francés Tony Parker acompañó a Ginóbili con 12 puntos, mientras que Tim Duncan estuvo discreto con 11 tantos. El clásico texano ahora se trasladará a Dallas para el tercer punto de la serie. Todo está por verse.