Primero hay que saber sufrir

Estos playoff estuvieron marcados por el sufrimiento para los Pacers. Anoche, sin poder relajarse hasta los minutos finales, el equipo de Luis Scola obtuvo su pasaje a las finales de conferencia luego de vencer a los durísimos Washington Wizards por 93 a 80. La serie, cuya ventaja de localía pertenece a Indina, comenzará el próximo domingo.

El parido comenzó con un duelo aparte entre la dupla interna de ambos equipos. Por un lado West-Hibbert, por el otro Nene-Gortat. Tanto Indiana como Washington metían la bola en la pintura para atacar a su rival, estrategia que le dio réditos. Los Pacers tomaron una pequeña luz de 16-10 en 6:41, que rápidamente se transformó en 16-14. La dupla internacional de los Wizards ya tenía 10 tantos.

El equipo de Frank Vogel atacaba bien, con paciencia y búsqueda de variantes, sin desesperarse por buscar a Paul George (3 lanzamientos). Lance Stephenson le inyectó a Indiana otra vía de ataque mediante sus penetraciones; Utilizando su ventaja física sobre Beal, fue importante en el primer cuarto (9) para que terminara siendo de los Pacers por 29 a 23.

El dominio continuó – y se acrecentó – durante el segundo cuarto, en el que la visita comenzó a hacerse más fuerte en el costado defensivo. Los Pacers obtuvieron su primera ventaja grande (37-27) de la mano del aporte de su bando de suplentes: Entre Scola (buen ingreso), C.J Watson y Ian Mahinmi sumaron 10 puntos ante unos Wizards que se quedaban sin gol.

A Vogel le daba resultado la marca de George sobre Beal, por lo que Washington no conseguía puntos desde su media cancha: Entre el escolta y John Wall solo anotaron 11 puntos durante los primeros dos cuartos, con 5/16 en tiros de cancha. Con un buen juego de pases (11 asistencias en 20 conversiones), poco a poco los Pacers se fueron distanciando (sacaron una máxima de 45-30 a 4:28) y se fueron al entretiempo con un convincente 52-40 a favor.

En el tercer cuarto comenzó un partido totalmente distinto a partir del cambió de actitud que mostraron los Wizards en defensa. Con mucho presión en el perímetro, saltando agresivamente en los picks directos y bien pegados a la salidas de las cortinas, el local logró maniatar a Indiana, que ya no contaba con libertades en ataque. Solo David West podía anotar (10).

De repente empezó a ser un partido de rachas; De la mano de Beal y Gortat el local comenzó a crecer, y estableció un parcial de 11-2 con el que dejaba el score 58-51 y obligaba a Vogel a pedir minuto. Sabía que no terminaría siendo una noche tranquila.

Y no lo fue. Washington nunca bajó la intensidad. A indiana le costaba anotar (3/9) y dependía mucho de West, que la rompió en el segundo tiempo. Tras el tiempo muerto fue la visita la que instaló una corrida de 11-4 y volvió a ampliar el margen 69-55; No obstante los Wizards cerraron el cuarto con un ráfaga de 8-0 para irse al último descanso abajo por 8, 71-63.

Los doce minutos fueron vibrantes. Los de Randy Wittman tiraron toda la carne al asador. Scola volvió al rectángulo y anotaba un gran doble que dejó a Indiana 76-67; Pero los Pacers cayeron en el ritmo que imponían los anfitriones, Bradley Beal le arrebató un rebote a Hibbert y al otro costado clavó un triple con el que le dio el liderazgo a su equipo 74-73, con 8:30 por jugar.

Indiana mostró carácter, ya que en su peor momento no siguió perdiendo en control y pudo continuar enfocado. A partir del momento en el que se vio abajo en el tanteador los Pacers volvieron a adueñarse del partido con su defensa y la inspiración de West. Mientras que el ala pivot mostraba el camino en ataque, Washington solo pudo anotar 6 puntos en los últimos 8:30 minutos.

Luego de tanto sufrimiento, los Pacers logran clasificarse a la finales del Este y tener a los Miami Heat donde querían. La situación no es como la imaginada, ya que su nivel está lejos del que necesitan para bajar a LeBron y compañía. Pero ahora comienza otra historia.

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Sebastián Ciano
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