Rescate emotivo

Luego de haber visto el cuarto partido de estas finales del Este, era difícil pensar que los Indiana Pacers podrían conseguir una victoria con las características que tuvo la de anoche. Cuando todo se le hizo muy cuesta arriba durante el tercer cuarto, el equipo de Luis Scola sacó fuerzas desde donde parecía no tenerlas, y le dio vuelta un partido increíble al Miami Heat para derrotarlo 93 a 90 y achicar así el margen en la serie, 2-3.

Los de Frank Vogel lucieron sin fuerzas durante la derrota en Miami en el cuarto juego, y enfrentaban este partido como la última chance de seguir vivos. En el segundo tiempo, con una actuación de colección por parte de Paul George, sacaron todo su amor propio para levantar – con más empuje que básquetbol - un trámite que les era adverso. El alero estrella terminó la noche con 37 puntos, de los cuales 31 los anotó en el complemento.

Ninguno de los dos comenzó derecho con el aro. Tanto Indiana como Miami comenzaron fallando más de lo que encestaban, porque el juego se planteaba friccionado en ambas pinturas. Los Pacers comenzaron a tomar cierta ventaja cuando se decidieron a meter la bola en la llave para Roy Hibbert, para aprovechar la ventaja de talla sobre Chris Bosh.

De esta manera el local comenzó a herir a su rival; Mientras tanto, George estaba conectado y encabezaba a su equipo con 6 puntos en los primeros 12 minutos de acción. En Miami, la noche empezaría apagada para LeBron (1/5), quien tuvo que visitar el banco temprano con dos faltas. Wade no entraba en juego, aunque cerró el periodo con sus primeros dos tantos y dejó el marcador 22-16 para Indiana, que había llegado a sacar 8 de luz (18-10).

Tras volver del descanso, a Wade todavía le quedaba un poco de humo en su muñeca. Sumó cuatro puntos más en el inicio del segundo chico para encabezar un parcial combinado de 10-2 e igualar el juego 24-24.

A partir de ese momento, el que dijo presente y se encendió un instante fue Ray Allen: Clavó 7 puntos en forma consecutiva para darle al Heat ventaja de 31-26 edificada mediante un parcial de 15-2. LeBron James debía abandonar la cancha con 3 faltas a 6:03 del entretiempo.

Creció la imagen de Scola - 6 pts y 4 reb en el cuarto - en el marco de un trámite opaco con 4 puntos seguidos y un rebote, pero cuando los Pacers tocaban la puerta (28-31) la visita cerró al primera mitad con un parcial de 8-2, y se fue al descanso largo con la máxima diferencia de 42-33.

En el tercer cuarto el partido dio un giro de 360 grados en cuanto a emotividad. Sin dejar de ser mal jugado, Miami sacaba una máxima de 11 (48-37) a falta de 5:26 para final del parcial. Sin embargo, cuando se veían sumergidos en su peor momento, los de Vogel sacaron todo su amor propio, ese que tanto les faltó en varios pasajes de esta serie, e increíblemente – con argumentos anímicos – pasaron al frente 55-52 con 5 puntos seguidos de George, quien no anotaba desde el primer período.

De allí en más la racha del local fue indetenible para el Heat. Desde que estuvieron abajo por 11 tantos, Indiana metió un parcial de 27-9 para irse al último descanso arriba en el marcador 64-57.

Los doce minutos finales fueron lo mejor que se vio en lo que se lleva disputado en esta finales de conferencia, y tuvieron un dueño. George metió 21 de los 29 tantos de su equipo (los 8 restantes los metió David West), que sufrió hasta el segundo final porque Miami no se resignaba.

El Heat hundió 7 triples en el período, incluidos dos de Rashard Lewis, de los cuales uno puso el partido 90-91 a falta de 16 segundos. El ex alero de Seattle y Orlando tuvo una muy buena noche con 18 puntos y mucha presencia en defensa. Tras una jugada que los árbitros debieron revisar, Indina sacó de costado. West (19 pts, 9 reb) fue a la línea pero solo encestó uno, y le dio la posibilidad a los de Spoelstra de igualar o ganar el partido.

La última estuvo en manos de LeBron, que atacó a Paul George y, en la pintura, descargó para un Chris Bosh abierto, que lanzó un triple desde la esquina que no tuvo final feliz para los de South Beach. James tuvo uno de los peores partidos de su carrera: 7 puntos (2/10), 2 rebotes y 4 asistencias en 24 minutos. Estuvo mucho tiempo en el banco con problemas de faltas.

Recién en ese momento Indiana soltó el aire contenido, se relajó y cantó. Victoria. Fue una gran muestra de caracter que deberá sostener si es que quiere seguir con vida en la serie. Mañana regresarán a Miami, en donde está obligado a ganar para forzar un séptimo y decisivo partido en el Bankers Life Fieldhouse. Solo 8 equipos en la historia de la NBA lograron volver de un 1-3. La remontada aún parece utópica.

Planilla oficial

Sebastián Ciano
Twitter: @Seba_Ciano
www.pickandroll.com.ar