De a poco se normaliza la situación de las U18

El golpe de efecto que generó el hecho que sea reflejada en los medios la penosa situación que afrontaba la selección femenina U18, varada en Ecuador y sin saber cuál sería su destino cierto, activo varios mecanismos de emergencia que, para las últimas horas de ayer, tenían prácticamente zanjada la situación.

Sin plata para las visas, desde la CABB esperaron hasta último momento que ingrese el dinero para hacer el trámite. Cuando este llegó (esta semana), a las embajadas y consulados norteamericanos de todo el mundo les apareció una falla en el sistema, que no les permitía entregar visados e incluso los forzó a mantener cerrada sus puertas en el día de ayer. Sin previsión y sin suerte, todo se complicó aún más.

La primera solución llegó desde adentro. Como Argentina viajó a Ecuador sin dirigentes que puedan tomar decisiones, ya que Oscar Alegre se quedó en nuestro país gestionando las visas, el equipo nacional se vio en suelo ecuatoriano sin herramientas económicas provistas por la CABB para afrontar cualquier necesidad.

De allí, que a partir del jueves, y por buena predisposición de la Federación Ecuatoriana de Baloncesto, con la injerencia directa del entrenador Eduardo Pinto, nuestra delegación se instaló en el albergue de una federación regional del básquetbol, debido a que se les terminó el periodo de estadía en el hotel donde paraban. ¿La comida? Salió del bolsillo del entrenador Hernán Amaya.

Allí explotó la situación en los medios, y el panorama cambió exponencialmente. Cuando se hicieron las 17, y se conoció que desde la embajada no salieron las visas para nuestras chicas, el clima en Argentina cambió.

Los padres, anoticiados de esto y a sabiendas de lo que expresaban los sitios especializados, comenzaron a preocuparse por lo que estarían pasando sus hijas, las cuales desde Ecuador trataban de calmar a los suyos. No era para menos. Perdido el vuelo hacia Puerto Rico, la delegación no tenía ni sabía a donde dirigirse, donde dormir, etc.

Fue el propio Amaya quien buscando calmar a los padres, y utilizando su cuenta personal de twitter, pintó un panorama menos sombrío del que se vivía, esperanzado en una pronta solución.

Michael Stura, presidente de la AdJ, se pronunció también al respecto; lo mismo que el jefe de prensa de las selecciones femeninas, Federico Radulovich, el cual bajando línea institucional, mencionó que se estaban articulando las medidas necesarias para salir de esta situación, y que pronto se informarían los pasos a seguir.

Entre ese grupo de familiares apareció la figura del senador nacional Rubén Giustiniani, padre de Emilia, la capitana del equipo, el cual a través de sus contactos había aparecido como plan “B” si llegaban a estar a tiempo las visas, y que no paró de buscar alternativas para llegar a una solución.

Esto, sumado a que el ENARD (Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo) tomó cartas en el asunto, la Federación Ecuatoriana de Baloncesto volvió a dar otro gesto de grandeza, articulando hasta altas horas de la noche un hotel para que la delegación pare en Quito (se encontraba en Latacunga) a partir de hoy; y que la desmembrada CABB también se movió; ayudó para encaminar la situación. Incluso, conocida la noticia, hasta FIBA comenzó a interceder por el tema visas.

Lo cierto es que cerca de las 23:00 de ayer, quedó definido que el plantel U18 hoy se moverá hasta Bogotá, Colombia, y permanecerá allí hasta que tengan a disposición las visas para volar hasta los Estados Unidos, quedando descartada, al menos por el momento, la chance de desarrollar los encuentros amistosos en Puerto Rico.

Para hacerse con las visas, Laura Cors, una de las dos asistentes de Hernán Amaya (el otro es Leonardo Costa), permanecerá en Quito hasta que los documentos lleguen desde nuestro país, para luego ser ella quien los transporte hasta suelo colombiano.

Emanuel Niel
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