La selección española superó también el último escollo de la fase de grupos, pese a no jugarse nada, y superó a la talentosa y peleona Serbia por un claro 73-89. La primera mitad fue una exhibición de los de Orenga, que además de dominar el rebote como es habitual brillaron en ataque con unos porcentajes fenomenales.
No pudo aguantar la Serbia de Djordjevic la embestida inicial de la generación de Oro. España dio un nuevo recital para despedir a la afición del Palacio de Deportes granadino, pese a no jugarse nada en la clasificación.
El equipo de Orenga pasó por encima del rival serbio en la primera mitad, con un día inspiradísimo en los porcentajes de tiro. Y es que cuando la selección española funciona también a alto nivel en el tiro exterior es imposible frenarla.
El combinado local en esta copa del mundo cierra su participación en el Grupo A como primero e invicto y con excelentes sensaciones de cara a los octavos de final, que disputará el sábado ante Senegal en Madrid.
La clave
España se convierte en indestructible cuando, como siempre, domina el rebote -lo cual le permite entre otras cosas correr saliendo rápido en contraataque- y mete con altos porcentajes de tiro al llegar al ataque. Serbia sufrió este venenoso cóctel en una primera mitad pletórica de los de Orenga, sobre todo en ataque (34 puntos en el primer cuarto).
Al descanso España firmaba siete capturas más, un 12/12 en tiros libres, un 70% en tiros de dos y un 6/11 en triples. Un vendaval irrefrenable, que produjo márgenes demasiado importantes en la primera mitad para ser reducidos en la segunda.
El detalle técnico
Ricky Rubio lleva el contraataque en ‘dribling’ con velocidad. Al cruzar medio campo pasa a Pau, que corre por el carril central y entra en la zona. El de los Bulls, sin echar el balón al suelo y ante una ayuda, asiste rápidamente a su hermano bajo aro para que machaque el aro. Los hermanos Gasol también conectan en ataque estático.
En esta ocasión es Marc el que asiste a su hermano por la línea de fondo para que la rompa tras recibir dos ayudas rivales en el poste bajo.
El momento
España pegó el primer despegue en el primer cuarto con un 0-13 en dos minutos, que le dio un más 14 (16-30). Pero el 2-14 en los tres últimos minutos antes del descanso sí que fue un auténtico golpe demoledor para el rival. Del 33-41 se pasó al 35-54 que reflejaba el luminoso en la media parte. En la reanudación Serbia luchó para remontar los casi 20 puntos de diferencia.
Llegó a ponerse a diez (64-74) a seis minutos del final. Pero España no sufrió en absoluto por la victoria.
Conclusión
La selección española cumple con mayúsculas y excelencia todos los objetivos de la fase de grupos. Acaba la primera parte del Mundial invicta, con cinco clara victorias, sin lesionados, y jugando en varias fases a un grandísimo nivel.
Ahora llega la hora de la verdad con los cruces, donde no hay margen de error. España se ha ganado el derecho a jugar los octavos con el cuarto del grupo B, una Senegal, a la que ya superó en la gira. Será el sábado, en el Palacio de Deportes de Madrid.