Los Rockets se aprovecharon de unos Spurs incompletos

Desde el principio se sabía que el partido iba a tener un atenuante insoslayable. Sin Tiago Splitter ni Marco Belinelli, quienes cayeron lesionados tras la victoria del miércoles ante los Atlanta Hawks, ni tampoco Emanuel Ginóbili y Tim Duncan, a los que Popovich les dio descanso, los Spurs entraban a jugar ante los Rockets en inferioridad de condiciones. Houston hicieron todo lo posible por hacérselos notar.

Si bien el marcador no lo refleja, el equipo de Kevin McHale vapuleó a su clásico rival texano por 98 a 81 y así estiró su racha invicta a seis partidos.

Claro que los Rockets no tenían la culpa de las ausencias rivales. Salieron con todo y jugaron de gran manera. De la mano de un imparable Howard, autor de 20 puntos y 12 rebotes tras los dos cuartos iniciales, los locales se aprovecharon de un rival que no encontraba respuestas.

Mientras “Superhoward” se divertía en ataque, su equipo borraba de la cancha a los Spurs con su defensa. En el primer cuarto Houston limitó a San Antonio a solo 6/22 en tiros de campo. Leonard comenzó 1/7, al tiempo que Parker no encentó en cuatro intentos. Corey Joseph, desde el banco, sacaba la cara para los de Popovich con 6 tantos (3/3). No obstante, San Antonio se iría abajo en el marcador solo por tres puntos (18-15), ya que los Rockets tuvieron varias pérdidas de balón (6).

El segundo período fue más un monólogo de los Rockets, quienes continuaron defendiendo duramente, permitiéndole apenas 5 conversiones en 22 intentos, para un total de un 25% en la primera mitad.

Jason Terry apareció en el segundo cuarto, con 7 puntos desde el banco, producto de un triple y 4/4 en libres. Howard continuó hiriendo en la pintura, mientras que al otro lado San Antonio aboyaba el aro con 0/8 en triples (cerró el primer tiempo 0/12).

El partido parecía definido en el entretiempo, pero los Rockets no sacaron el pie del acelerador en el inicio del tercer cuarto, que comenzaron con una ráfaga de 8-0 para sacar una máxima ventaja de 53-32. Los Spurs recién anotaron su primer triple en el partido a falta de 7:21 para el cierre del periodo, desde las manos de Boris Diaw. Hasta allí iban 0 de 15. De allí en más, los locales se encargaron de estirar poco a poco la brecha, que llegó a ser de 31 puntos, 80 a 49, a 1:58 del final del tercero.

Los doce minutos finales se jugaron solo para cumplir con las reglas. Las características que había tenido el juego en los primeros tres cuartos no generaban demasiadas expectativas, ni siquiera para los propios protagonistas. Sin embargo, McHale tardó en sacar a Howard, quien recién se sentó a falta de 9 minutos para el final, con un total de 32 puntos y 16 rebotes.

La diferencia fue limada por los Spurs hasta llegar a 15 (88-73) con 3:52 en el reloj, pero no podrían bajarla aún más. Con esta derrota - segunda como visitante – San Antonio quedó con un récord de 2-2. Su próximo partido será el sábado ante New Orleans, nuevamente en el AT&T Center.

Sebastián Ciano
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