En un arraque espantoso para Los Angeles Lakers, el #24 salió a dar la cara. Como referente del equipo y parte de la historia púrpura y oro aclaró que no se bajará del barco. Ese barco que capitanea y dirige. Ese barco que parece estrellarse con el iceberg.
Autor:Lucas Barreña (@LucasBarrena)
Unos de los momentos más duros para una de las franquicias más ganadoras en la NBA. Todo empezó en el 2012, con ese cuarteto que a priori parecía invencible: Dwight Howard y Steve Nash se sumaban a la leyenda Kobe Bryant y a Pau Gasol. Los Lakers estaban dispuestos a todo, se esperaba que le ganasen a cada uno de los equipos que se enfrentara. Pero pasó todo lo inverso: un choque de egos, principalmente entre el actual Houston Rockets y Black Mamba. Los californianos accedieron en aquella primera temporada raspando a los playoffs, aunque, lógicamente, no aguantaron demasiado y en Primera Ronda fueron despedidos en un abrumador 4-0 por la máquina de los Spurs.
A la siguiente temporada, ya sin Howard, el conjunto más exitoso de Los Angeles (por historia, porque los Clippers empezaron a tomar gran protagonismo en los últimos años) tuvo una 2013-14 para el olvido: con las lesiones de Bryant y Nash que se acarrearon y dejaron a la deriva a un equipo conducido sólo por el español Gasol y el joven Young desde la base, se despidieron rápidamente de la Liga; terminando en la decimocuarta posición en el Oeste con un récord de 27 victorias y 55 derrotas.
Los Lakers parecían mancherse en su historia. En sus 16 títulos de NBA. En sus leyendas como Magic Johnson, Jerry West, Kareem Abdul-Jabbar, Shaquille O’Neal y hasta en el mismísimo Kobe Bryant, quien no se daba por vencido y se mantenía en búsqueda por su sexto anillo.
Todavía permanece hasta hoy. Volvió. En las páginas más dolorosas del libro amarillo y púrpura y tras dos lesiones que lo dejaron afuera por un largo rato de las canchas. Pero parece que en esta tormenta ni Batman puede ponerse la máscara para convertirse en héroe: los Lakers están últimos, son de lo peor del Oeste. Cinco victorias y 16 derrotas, para ocupar la segunda posición de abajo para arriba, detrás de los Wolves, con un partido ganado menos.
Sin embargo, el jugador franquicia siempre da que hablar. Siempre tiene algo de qué hablar. Siempre, pero siempre, va a querer ponerse la capa de superhéroe, por más que el equipo no acompañe.
“Ahora mismo diría que no seguiré, pero realmente no importa. ¿Quién sabe lo que pasará de aquí a un año?”. Las palabras de Bryant parecían hace unos días parecía ponerle fin a su carrera basquetbolística. Sin pensar en el presente del equipo que siempre lo representó.
Pero, días después, viendo que la mano no cambiaba, su discurso sí cambió y nos dejó una frase que quedará, seguramente, para la historia: “Si esto es el Titanic, yo me hundo con él, no abandono. No todo va a ser siempre champagne y celebraciones, hay que pasar por momentos así de duros también”.
Simplemente eso. Una frase le bastó para no darse por vencido, para todavía tener los brazos bien en alto. Para demostrar que a sus 36 años mantiene sigue siendo ambicioso como un joven de 20. Para demostrar quién es Kobe Bryant.
El capitán quiere evitar el iceberg.
Las declaraciones de Kobe Bryant, en inglés
»lakers10/12/2014 14:53
y por qué no ponen el triunfo de los lakers anoche contra sacramento, kobe 32.