Los Knicks no encuentran el camino

El equipo de la Gran Manzana sigue sin hacer pie en la mayor liga de básquet del mundo. La individualidad de sus jugadores y el poco juego en equipo, lo ayudan a bajar cada vez más los escalones. Aunque la cantidad de nombres importantes que tiene en su róster sea temporada tras temporada mayor, el estilo del juego neoyorquino no cambia; bajo la tutela de Carmelo Anthony, parece que todos quieren imitar su egoísmo: pocos la pasan, muchos tiran y pocos encestan.

Jugadores como los bases Calderón o el mismo Pablo Prigioni se van perjudicados por esta mentalidad. Siendo claro asistidores, tiene que relegar el juego a tiradores más frecuentes, como Melo o J.R. Smith, que tuvo una noche para el olvido.

Uno de los jugadores más tatuados de la NBA, erró más de lo acertó. Un pobrísimo porcentaje del 33%, con apenas 6 de sus 18 tiros encestados, quedándose con 17 unidades en su planilla, una estadística que parece buena… si no se observa la efectividad. Por su parte, Anthony terminó con igual cantidad de puntos, pero con sólo 5 de sus 11 lanzamientos errados.

Quien tuvo que ponerse la capa de superhéroe fue, nuevamente, Amare Stoudemire. Desde la pintura, conun 61.1% de tiros correctos, se convirtió en el líder en unidades de un equipo que se vio perjudicado por el egoísmo de algunos.

Por su parte, el cordobés Pablo Prigioni jugó apenas 16 minutos en los que pudo encestar 6 unidades y repartir 2 asistencias, cuatro menos que el líder Calderón.

En el bando de al frente, Tyreke Evans fue el máximo goleador del partido: 27 puntos con un porcentaje impresionante de 73.3%. Sin embargo, la mayor fluidez del juego de los Pelicans pasó en el juego del poste: Anthony Davis, de 18 unidades, sumado a las 16 conversiones y los 14 rebotes que capturó Omer Asik.

Con Jrue Holiday asistiendo en 7 oportunidades, los de New Orleans derrotaron a los de Nueva York por 104 a 93, para arrimarse a la décima posición de la compleja conferencia del Oeste y hundir a los Knicks a la tercera posición de abajo para arriba, humillándolo en cada uno de los cuartos.

El Thunder se recupera de a poco

Lo que parecía una utopía con las lesiones de Westbrook y Durant ahora se convierten en realidad con sus retornos. Primero fue el base y después el escolta. Con un equipo destruido que no tenía un líder concreto, hoy tiene dos. Con un récord muy malo, con más derrotas que victorias que lo posicionaron fuera de los 8 mejores.

Este martes vencieron a uno de los equipos revelación: Milwaukee Bucks, el sexto del Este, por 114 a 101. Cuando habían llegado con seis ganados y trece perdidos, los de Oklahoma se ubican en un incómodo decimosegundo lugar del Oeste; pero hoy sumaron su tercera victoria al hilo.

La obvia repartija de puntos en OKC pasó por las cuatro principales figuras que tiene el equipo de Scott, con las dos estrellas como máximos artífices. Russell Westbrook jugó un partidazo: 28 puntos, 7 asistencias y 5 rebotes, que se complementaron a Kevin Durant y sus 23 unidades, igual cantidad de asistencias y 9 tableros capturados (todos defendidos). Por otra parte, los otros dos jugadores importantes, con funciones más de rol, fueron el base Reggie Jackson (18 puntos) y Serge Ibaka (15).

En el conjunto de los Bucks, la efectividad no fue su mayor aliado: 18 puntos para O.J. Mayo (con un porcentaje de acierto del 46.2%) más las 17 unidades del griego Giannis Antetokounmpo (36.4%) testifican la mala suerte que benefició al Thunder para quedarse con una nueva victoria.

Memphis se quedó con un duelo clave

En el FedEx Forum, el local se adueñó de un partido importantísimo para aventajarse ante sus rivales y posicionarse en un mejor lugar, en la tabla y jerárquicamente. Vencieron al duro Dallas, en un partido de realidades similares: los Grizzlies asomaban con un récord de 15-4 y los Mavericks con un buen 16-5.

Con jugadores de gran renombre en el plano basquetbolístico en ambas partes, los dueños de casa se quedaron con un partido en el que solo ganaron el tercer cuarto, y con eso les sirvió para sacar ventaja considerable para alzarse con una nueva victoria.

En el equipo ganador, todos jugaron brutal, pero hubo uno que sobresalió del resto: el español Marc Gasol, de 30 puntos y 6 asistencias, fue quien manejó el partido desde la zona pintada. Pero no fue solo él quien condujo a la victoria. En el armado de juego, el base Mike Conley terminó con 22 unidades, escoltado por Zach Randolph, con 17, que también se destacó bajo el aro y capturó 13 rebotes.

Mientras que en la visita, el alemán Dirk Nowitzki no querrá recordar este juego: apenas 11 puntos, con un porcentaje del 23.5%. Aunque sí tuvo remplazantes que pudieron suplementarlo: Chandler Parsons, Jameer Nelson y Juan José Barea se alzaron literalmente con las unidades. El ex Houston se quedó con 30 (6 triples encestados); el ex Orlando con 18 (con 4 triples); y el boricua con 17 (con 3 triples).

Kobe lo hizo de nuevo

Como todos los partidos, Lakers pisaron el rectángulo del Staples Center con esa mentalidad perdedora, y evidentemente el rival lo aprovechó, da igual como se llame el rival, o sus ausencias, si sales así, el otro lo va aprovechar. Los Kings necesitaron más bien poco para saberse ganadores, y aprovechar sus primeras oportunidades en el marcador, los de Sacramento dominaron los primeros compases en el marcador.

Los visitantes solo necesitaron un poco de paciencia y sosiego, y el buen baloncesto de Darren Collison, a los mandos, y de Rudy Gay, uno de los grandes aleros de la competición, para encauzar el partido. Por desgracia, el irregular baloncesto de los Kings, y la ausencia de Cousins, hizo que las diferencias en el marcador solo fuesen arreones, y que nunca acabasen de decidir el partido. Los Kings dominaban al descanso por 9 puntos de diferencia.

Las cosas cambiaron en la segunda mitad, pero antes los Kings tuvieron ventajas de hasta 12 puntos de diferencia, pero un bajón claro en el juego de los visitantes, fue aprovechado por los del Staples para dar rienda suelta a su mejor anotador, no solo actual, Kobe Bryant. La mamba negra en medio de la remontada de su equipo se marcó lo mejor de la noche, con dos rachas anotadoras dignas de mención.

Kobe Bryant despertó a todos del letargo de un partido anodino, primero con 10 puntos , incluyendo dos triples espeluznantes, para igualar el encuentro. Y mas tarde para decidir el encuentro, anotando 9 puntos en los últimos 3 minutos del partido. La mamba lo volvía a hacer, anotar y anotar, para decidir un partido que sin el hubiese sido una historia mucho mas aburrida seguro.

Sacramento Kings lo tuvo en la mano, aun sin su estrella Cousins, tuvo baloncesto de sobra para llevarse este encuentro, pero el agujero ofensivo en la segunda mitad ante uno de los peores defensores de la liga, les lastro en exceso. Pese a todo, Rudy Gay y Darren Collison estuvieron excepcionales. Gay firmaría 23 puntos 5 rebotes 5 asistencias, y Collison se iría a los 26 puntos 4 rebotes 6 asistencias.

En Lakers todo empezó y termino en el señor Bryant, tanto fue así que en el ultimo cuarto, el propio Kobe se encargo de ser el base del equipo, duro golpe para un Jeremy Lin que no encuentra su sitio en este equipo.

Fuera de Kobe, Carlos Boozer, esta vez desde segunda unidad, fue lo mejor de los púrpuras, con 15 puntos y 9 rebotes en unos Lakers que tienen problemas muy serios tanto en defensa como en ataque, pero que en algunas noches se encuentran con los milagros de Bryant.

La mamba finalizó el partido con 32 puntos y 6 asistencias, convirtiéndose en el amo y señor de una segunda mitad que dio brío al acercamiento a marchas aceleradas del récord de Michael Jordan como tercer máximo anotador de la historia de la NBA. Kobe ya solo esta a 30 puntos de Air, lo que le convertirá en uno de los tres grandes de la anotación del baloncesto, claro, si no lo es ya.

Lucas Barreña

En Twitter @Lucasbarrena

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