En un Madison Square Garden semi vacío, con el público enojado por los malos resultados que el equipo local acumula, los neoyorquinos, con una muy buena actuación del argentino, cayeron 107 a 87 con el poderoso Dallas Mavericks, que cada vez más se perfila para candidato.
Autor:Lucas Barreña (@lucasbarrena)
Una de las franquicias más históricas y en un recinto legendario donde pasaron grandes figuras de todos los deportes. Con algunos jugadores de renombre, con Derek Fisher, nada más y nada menos, como entrenador y hasta con el coleccionista de anillos de Phil Jackson como Presidente.
Los Knicks de Nueva York hoy atraviesan una grave crisis, donde los buenos números son cosas del pasado y los récords positivos una utopía que parece inalcanzable. Desde que arrancó la temporada, los de la Gran Manzana llevan 21 derrotas y apenas 5 victorias, alcanzando la anteúltima posición de la débil Conferencia del Este, delante de los Sixers.
Su última victoria como local fue el 22 de noviembre, casi hace un mes. Y este martes se enfrentaban con un rival de peso. Los Dallas Mavericks incorporaron jugadores de calidad al ya equipo armado con nombres importantes. Actualmente, tienen un balance de 18-8 y están en el sexto lugar del Oeste, la zona más difícil.
Con una planilla mucho más experimentada y amplia, el partido ya tuvo un favorito desde el comienzo. Con la vuelta de Tyson Chandler a New York, que además abrió el partido con un alley-oop que conectó de Monta Ellis, la visita se aventajó en el marcador para nunca más despegarse.
Con los bases Ellis, que penetra con excelencia, y Nelson, en su función de tirador de triples, condujeron a un equipo armado a la perfección, sumado a los aportes del fabuloso Dirk Nowitzki desde media distancia, la posición de Chandler bajo el aro y el multifuncional Parsons que hace todo lo que se proponga.
En contraste, los recursos de los Knicks no pasaban de Carmelo Anthony o Amare Stoudemire en la pintura. Con los minutos del argentino recortado por las presencias de Hardaway Jr. y José Calderón. Poca efectividad y muchas pérdidas, ese fue la clave por la que se basó el bajo nivel de juego de los neoyorquinos en el primer cuarto, frente a unos Mavericks que improvisaban y abrían su paleta de variedades a la hora de atacar.
Con amplia diferencia basquetbolística y con Prigioni entrando recién a falta de 5:20 para que terminen los primeros doce minutos, acompañado por el joven base Larkin, los Knicks se retiraron abajo 36 a 24, con la suerte de que Harris encestó a destiempo una canasta desde mitad de cancha.
En el segundo cuarto, NY pareció meterse en otro partido: en apenas un puñado de minutos, achicó la brecha a cuatro unidades (36-32). Pero la presión cayó para ambos lados: Dallas, que no quería perder la ventaja, y New York, que querían revertir la situación de inmediato. Fallas, desaciertos y muchas tapas y robos fueron la clave para que el encuentro se empareje, con ahora Hardaway y Parsons como las figuras en ambos bandos.
Al cierre de la primera mitad, el resultado no se pudo revertir: la visita se fue a los vestuarios con un 54 a 44 que lo adelantaba en el marcador.
Nuevamente el reinicio favoreció a los de naranja, azul y blanco: Carmelo Anthony mostró su rol de figura, se acomodó bajo el poste y se lució. Fue el mejor momento del jugador-franquicia que se sumó a una baja efectividad de sus contrincantes.
En las dos partes, la pelea estuvo desde las zonas perimetrales. A tal punto que Fisher optó por poner a tres bases en cancha a la vez: Prigioni, Calderón y Larkin. Por su parte, en los Mavericks la opción pasaba por Jameer Nelson y Monta Ellis, sumado al retroceso de Parsons.
Así y con un conjunto neoyorquino que comenzó a fallar más de lo que encestó, los jugadores se fueron al inicio del último cuarto con un 81 a 68 a favor de la visita.
Ya en la parte final, pareció todo una práctica. Destacable un triple de Prigioni desde, aproximadamente, ocho metros y medio, pero nada más. La entrada de Barea le dio aire fresco al equipo occidental que sentenció el partido rápidamente con un 107 a 87 final para que los neoyorquinos se dirijan a las duchas con un abucheo impresionante.
De esta manera, los Knicks acumularon su segunda derrota consecutiva, mientras que los Mavericks cambiaron su imagen tras haber caído frente a los Warriors.
Carmelo Anthony, de 26 puntos, fue el máximo anotador del encuentro, que contó con el cordobés Pablo Prigioni como el gran asistidor de la noche, con 9 pases, y el que más robó, con 5 balones, además de sus cinco unidades con las que contribuyó y cerró una muy buena noche personal, aunque se haya quedado con las ganas de festejar.
Compilado de las mejores jugadas del encuentro.
New York Knicks (87): José Calderón (3), Tim Hardaway Jr. (14), Carmelo Anthony (26), Quincy Acy (6), Amar’e Stoudemire (10) (FI); Jason Smith (10), Pablo Prigioni (5), Samuel Dalembert (0), Shane Larkin (9), Travis Wear (4). Entrenador: Derek Fisher.
Dallas Mavericks (107): Monta Ellis (14), Jameer Nelson (6), Chandler Parsons (13), Dirk Nowitzki (16), Tyson Chandler (8) (FI); Devin Harris (11), Richard Jefferson (9), Brandan Wright (8), Al-Farouq Aminu (7), Jae Crowder (0), José Juan Barea (10), Greg Smith (2), Charlie Villanueva (3). Entrenador: Rick Carlisle.