Sin la presencia de Parker y Leonard los Spurs se cargaron a uno de los mejores del Oeste, los Houston Rockets, por 110 a 106. Ginóbili fue muy importante para su equipo y terminó con 15 puntos en 24 minutos Danny Green encabezó a los de Popovich con 24. El martes se las verán ante los Memphis Grizzlies.
Autor:Sebastián Ciano (sciano@pickandroll.net)
San Antonio llegaba al duelo de texanos habiendo perdido seis de sus últimos siete, y una derrota más marcaría la peor racha del equipo desde que Tim Duncan llegara para cambiar la historia de la franquicia para siempre. No obstante, los Spurs suplieron las ausencias de dos de sus titulares para salir adelante.
Sin Tony Parker ni Kawhi Leonard, los de Gregg Popovich (19-13) derrotaron a los Houston Rockets, su rival divisional y número tres del Oeste, por 110 a 106 para tratar de comenzar a levantar la mala racha.
Emanuel Ginóbili fue clave para los Spurs. Jugando gran parte del partido con tres faltas, el bahiense resultó importante y cerró su planilla con 15 puntos (3/3 en dobles, 2/4 en triples y 3/4 en libres), 5 rebotes, 4 asistencias y 2 recuperos en 24 minutos de juego. Además, como siempre, su aporte excedió los números; durante la primera mitad, Manu rápidamente cometió dos faltas, pero de todos modos Popovich lo mantenía en cancha para terminar el primer cuarto.
Un muy mal cierre de dicho parcial (Houston tomó dos ofensivos y robó un balón, que derivaron en dos triples y la ventaja) iniciaron el mejor momento de la visita, que se fue arriba al primer descanso 33-28 y llegó a sacar una máxima de 10 puntos (45-35) en la marca de 8:25 del segundo chico.
Los Rockets (21-8) sacaron provecho en las rotaciones. En el momento que los Spurs sentaron a Duncan, Manu y Splitter, Kevin McHale respondió con el ingreso del lituano Montiejunas (8) y Corey Brewer (15); y cuando parecía que San Antonio perdía el control del juego, Popovich volvió a mandar a la cancha a un Ginóbili con tres faltas; la jugada le saldría muy bien. Lo puso estando abajo por siete (41-48) y volvió a sacarlo a solo un punto (47-48). Un plus. Finalmente, ajustando cuestiones defensivas, los Spurs se irían al descanso largo arriba 56-55.
El tercer cuarto fue aún más parejo (29-29). En Houston aparecía la imagen de James Harden como guía anotando 13 puntos, cuando en toda la primera mitad había convertido 9 tantos (fue el goleador de la noche con 28). Pero San Antonio sacó un as de la manga, que hasta allí había brillado por su ausencia: El italiano Marco Belinelli se anotó en la lista de goleadores, sumó sus 8 puntos en el tercer cuarto y mantuvo a los Spurs con ventaja de un punto (85-84) para entrar al período final.
Los doce minutos finales no comenzaron bien para San Antonio, que cometió tres pérdidas. No obstante, a través de su defensa logró enderezar el rumbo y promediando el cuarto metió un parcial de 7-0 con el que de a poco fue tomando las riendas sobre la recta final del partido. La ráfaga se extendió a 10-0 para que los Spurs alcancen una máxima de once (102-91) a 4:23 del final.
Pero los Rockets no se iban a rendir tan fácilmente. Howard volvió a herir en la pintura (10 puntos) y si bien Harden cometió tres pérdidas, clavó un triple a 52 segundos del final que le puso suspenso a la noche (103-106).
Green estuvo perfecto desde la línea, pero una vez más Houston pegó el zarpazo, esta vez con un triple de Trevor Ariza que dejó el marcador 106-108 a diez segundos de la chicharra final. Sin embargo - una vez más - a Green no le temblaría el pulso: Metió dos libres más con el que estableció el 110-106 definitivo y demostró que, a pesar de las ausencias, lo que vale en San Antonio es la esencia de campeón.