Victoria clara del Real Madrid sobre el Barcelona (97-73) en la sexta jornada de la Euroliga, liderado por Rudy Fernández y Chacho Rodríguez y apoyado en un gran trabajo colectivo ante un Barsa que no pudo nunca frenar a su rival.
A toda velocidad y sin frenos. Así comenzó el clásico europeo. Real Madrid y Barcelona se emplearon con todo desde el primer segundo y al minuto y medio de juego ya se habían anotado 10 puntos, 5-5.
Rudy Fernández estuvo especialmente inspirado en esos instantes iniciales y tres triples suyos, sin fallo, lanzaron a un Real Madrid centrado en el juego, en defensa y en ataque, 15-7 (min.4.30), que no quiso cometer los mismos errores que el día de los Santos Inocentes en el Palau en Liga.
Pablo Laso, entrenador del Real Madrid, y Xavi Pascual, técnico del Barcelona, hicieron gala de su vasto y florido banquillo y como la ocasión lo merecía, ambos jugaron su particular partida de ajedrez, dando entrada cada uno a diez de sus piezas en el primer periodo, algo completamente inusual. Con el Madrid como claro dominador de los primeros diez minutos de juego y con Rudy y Gustavo Ayón como mariscales de campo, el marcador reflejó un 26-16.
Las defensas entraron en acción en el segundo cuarto y frenaron el ritmo de anotación. Sobre todo dejaron los errores de concentración a la mínima expresión y obligaron al rival a sudar cada punto.
Ahora fue Sergio 'Chacho' Rodriguéz el que cogió el testigo anotador del Real Madrid y el que mantuvo la ventaja con la oposición de Ante Tomic y Justin Doellman, con Mario Hezonja no tan afortunado en el lanzamiento y con un Alex Abrines que no vio aro en sus cinco intentos de triple.
Así las cosas, con un juego a la altura de los contendientes y de la responsabilidad y trascendencia que tienen todos los clásicos, el marcador al descanso fue de 42-33, tras una mínima victoria parcial del equipo azulgrana en el segundo acto por 16-17.
El tercer cuarto fue el momento elegido para las acciones personales. Rudy y Hezonja fueron los primeros pistoleros que saltaron a la arena y también saltaron las primeras chispas. Ayón y Tomic tuvieron los primeros roces, en el intercambio de canastas de alto nivel.
La defensa de cambios del Madrid y el acierto de Hezonja mantuvo, más o menos, la diferencia, 58-48 (min. 26). Ayón puso un tapón imposible a Doellman y el Palacio se travistió de blanco para festejarlo, 62-51 (min.28). Los locales pusieron más empeño, más deseo, más trabajo y esfuerzo para cerrar el tercer cuarto con el marcador en franquicia, 66-53.
Con Rudy desbocado y Chacho haciendo magia, el Real Madrid se disparó hasta los 20 puntos, 74-54 (min.32), ante un Barcelona que no encontró la motivación necesaria para forzar la ingente calidad de sus jugadores.
Hezonja apoyado en su calidad, juventud y puntería demostró con tres triples sin fallo que está llamado a ser un jugador estrella a partir de ya mismo.
Las defensas se relajaron hasta el final del partido, 97-73, y el madridismo comenzó a disfrutar una victoria, quizá excesiva al final, nacida de un gran trabajo colectivo y que tiene un sabor a gloria.