El base cordobés pasó de New York a Houston y de esta manera formará parte de un equipo que pretende luchar por el título. A cambio los Rockets enviaron al ruso Alexey Shved a los Knicks y a Isaiah Canaan a Philadelphia, que a su vez cedió a K.J McDaniels.
Autor:Sebastián Ciano (sciano@pickandroll.net)
Cambió el panorama un cien por ciento. El paisaje es definitivamente otro para Pablo Prigioni; otrora un túnel oscuro y largo hasta el final de la fase regular, que determinaría también el final del año. Ahora se encendió la luz de aquel camino, y la 2014/2015 tendrá un tramo más para recorrer.
Prigioni fue involucrado en un cambio entre tres equipos que derivó en su llegada a los Houston Rockets, uno de los aspirantes al título; junto a él viajará el rookie K.J McDaniels, proveniente de los Sixers, quienes a su vez recibieron los servicios del base base Isaiah Canaan, como así también dos selecciones de segunda ronda. New York, mientras tanto, se quedó con el ruso Alexey Shved y otras dos selecciones de segunda ronda.
No cabe otra interpretación que la de un cambio altamente beneficioso para Prigioni, quien si bien continuará siendo el base suplente del equipo también en Houston, seguramente podrá tener mayor participación de la que venía aprovechando - al margen de la lesión - más el agregado que lo hará en un contexto más sabroso, como lo es un equipo que pelea cosas importantes (los Rockets marchan cuartos en el Oeste).
En primera instancia, la temporada no terminará el miércoles 15 de abril para Prigioni, fecha en la que los Knicks jugarán su último partido ante los Detroit Pistons, sino que en Houston la historia sumará el capítulo de la postemporada.
El ánimo decididamente será otro. Luego de sobrepasar todas las complicaciones que implica los traslados imprevistos que la NBA exige mediante estos traspasos repentinos, las cosas serán distintas para la carrera de Pablo, quien supo ser figura sobre el final de la fase regular del año pasado pero que no logró mantener su nivel dentro de un equipo que es de lo peor de la liga.
Como primer objetivo, lo que buscaban los Rockets era contratar a Goran Dragic, la gran vedette de la fecha límite de traspasos en la NBA. Sin embargo el esloveno terminó en Miami, por lo que Houston cambio sus planes.
Ninguna de las dos nuevas caras le dará a Kevin McHale un cambio significativo, no obstante la llegada de Prigioni podrá aportarle todas las bondades de un base con la experiencia, panorama e inteligencia que tiene el argentino, y sobre todo un puñado de características distintas a la de Patrick Beverley, base titular.
Beverley es un armador que quizás juegue a un ritmo más alto que el de Prigioni, sin embargo carece de su visión de cancha; asimismo, se preocupa más por su lanzamiento (promedia 10 tiros por partido, ante los casi 4 del argentino). El de Río Tercero saltará desde el banco para darle más orden a las ofensivas y comandar la segunda unidad de McHale.
El aterrizaje de Prigioni (4.7 puntos, 2.4 asistencias, 1.9 rebotes y 1.2 recuperos en 18.5 minutos durante 43 partidos) al campamento texano se espera que sea en el transcurso de los próximos dos días. Esta noche, los Rockets se medirán nada menos que ante los Dallas Mavericks como visitantes, aunque es más factible que el base de la selección esté disponible mañana sábado, cuando su nuevo equipo retorne a Houston para recibir a los Toronto Raptors.