Otra vez entre los cuatro mejores de América

Argentina celebra su finalista. Será nuevamente Peñarol el representante argentino que se mete a discutir el título de las Américas, aún sin sede, después de ganarle a Halcones Rojo de México por un contundente 83-63. Aunque los 20 puntos se abrieron en el cierre y el partido no se definió sino hasta los tres minutos finales, el local justificó su victoria claramente por mejor uso de su personal, inteligencia táctica y un deseo infinito de ganar (traducido a sacrificio defensivo).

Peñarol no será un equipo que brilla, anoche tampoco lo fue, pero si que juega BIEN y lo más importante para Fernando Rivero después de la clasificación es que su equipo dio una imagen superada del juego anterior. Jugó mejor cuando más lo necesitaba. Eso es oro puro.

Y hay algo más entre los elementos a destacar antes de contar la crónica: el valor de un equipo largo. Mientras que en la LNB Peñarol muchas veces depende de su quinteto inicial que suma muchas minutos, por esas cosas maravillosas del básquet, esta vez aprovechó la rotación que se hizo presente para darle un pase histórico a la Final 4 de la posiblemente más competitiva edición de la historia de la Liga de las Américas.

Honestamente, antes que termine mi carrera de periodista, sueño con desterrar dos imágenes mal logradas de nuestros estereotipos: "el que juega mejor gana" y "El resultado es lógico". En básquet ninguna de las dos cosas son ciertas.

Peñarol llegó a la final four mejorando ostensiblemente su imagen de ayer. Porque encontró en la solidaridad ofensiva la manera de lastimar la defensa rival sin depender casi exclusivamente del gesto individual. Lo que se destacó es que inicialmente metió 3/3 en triples y rápido su brecha se abrió 17-9.

Pero si todo está basado en los porcentajes de acierto y no en el juego, cuando se erran tres ataques se sabe que pasa: Si, 17-14. El dominio no era total por parte del local pero tenía los principales argumentos controlados: el rebote de su tablero, el rompimiento al canasto de Ebanks, la mano de Huertas y la cooperación ofensiva para pasar y cortar. El buen porcentaje de acierto (de ambos) regaló un primer cuarto de alto goleo (24-19).

El juego cambió en el segundo cuarto por varios factores. Principalmente porque los tiros no contestados por la defensa no ingresaron pero también las rotaciones de los equipos jugaron un papel clave. Peñarol tuvo a Franco Giorgetti, con dos tapas dos rebotes, dos recuperso y dos puntos haciendo todo bien, mientras que Halcones contestó con las dos pérdidas y 0/2 de campo de Stoll. La diferencia lentamente comenzó a abrirse.

El local tardó cuatro minutos en anotar el primer doble del cuarto (Massarelli, anoten este nombre porque se repetirá en la crónica) y Gabriel Fernández aparecieron en la ayuda ofensiva. Alejandro Konsztadt dio un recital en ese primer tiempo, sabiendo cómo y dónde atacar, sin pecar de forzar ninguna situación.

El técnico visitante, el conocido Eddie Cassiano, dejó en el banco a sus armas más valiosas y la respuesta de su segunda escuadra fue inexistente.

En el tercer cuarto, Rivero mandó a su dotación titular y el tandem Boccia - Leiva volvió a facturar como ante Trotamundos. Se entienden, se buscan, se miman. Saben como lastimar al rival. Mientras Leo Gutiérrez hizo un gran trabajo en defensa sobre Ebanks y Konsztadt ante el imparable Holland.

Peñarol no necesitó hasta allí de ningún milagro individual (algo que siempre es necesario en básquet) y su principal virtud fue no dejar despertar justamente ningún milagro en el rival, que tenía varios jugadores con capacidad anotadora.

Para el tramo final la distancia era menor en el tablero que en el desarrollo (55-50) y eso que Halcones es un pésimo equipo para lastimar a distancia (2/15 en triples). De todos modos, también en la lucha y el deseo, los mexicanos debatían sus posibilidades.

Cuando empezó el último cuarto, Rivero se la jugó (como es habitual) por su dotación suplente y metió otro pleno en el casino en pleno verano. Después de una fallido ingreso de Dowell como base (Peñarol malgastó la ficha con él) Massarelli asumió funciones.

Y fue Lucho (que lentamente va creciendo en Luciano) quien destrabó el juego con una seguidilla de 8 puntos corridos. Un triple con falta incluida, dos dobles y la posibilidad de burlar la defensa rival a pura individualidad. Porque lo de Massarelli, a diferencia de todo lo bueno que hizo Peñarol en la noche, no fue producto de un juego de pases. Luciano se creó él mismo los espacios. A veces sucede que en un juego de pases, cuando se está en "modo asociado" todo se destraba con dos o tres bombazos. Y a dormir.

Halcones no tuvo ninguna respuesta individual parecida a lo que hizo Massarelli. Buscó en acciones de rompimientos al canasto. Tan repetitivo y gastado fue la ofensiva de Halcones que Peñarol dio un paso atrás en defensa y congeló todo intento de que le lastimen el canasto. Sin tiro perimetral, el equipo mexicano quedó muy corto y previsible con la bola en la mano.

Para el tramo final la distancia se abrió a 20 puntos todo vez que Peñarol se sacó la mochila de encima de la clasificación y disfrutó de los últimos minutos. Consiguió el objetivo: el pasaje. Y ante Flamengo este domingo va por el premio mayor: ganar y quedarse con el uno del grupo para evitar a Baurú. Porque siempre está permitido soñar cuando la recompensa es grande.

Síntesis
Peñarol (83): Alejandro Konsztadt 16, Adrián Boccia 11, Justin Giddens 5, Leonardo Gutiérrez 3 y Martín Leiva 18 (FI). Franco Giorgetti 6, Gabriel Fernández 3, Luciano Massarelli 18, Alejandro Diez 3 y Reger Dowell 0. DT: Fernando Rivero.

Halcones Rojos (63): Terrel Holloway 14, David Huertas 9, Israel Gutiérrez 0, Devin Ebanks 12 y Rodrigo Zamora 11 (FI). Francisco Cruz 6, Fernando Benítez 7, Paul Stoll 4, Marco Ramos 0, Jesús González 0 y Cristian Cortés 0. DT: Eddie Casiano.

Parciales: 24-19, 40-31, 55-50 y 83-63.
Árbitros: Reynaldo Mercedes (República Dominicana), Jorge Vázquez (Puerto Rico) y Robinson Aracena (República Dominicana).
Estadio: Polideportivo Islas Malvinas - Mar del Plata

Link al Boxscore oficial

Fotos: Fiba Américas y Prensa Peñarol.
Crónica: Pablo Tosal (@pablotosal)