Houston perdió un partido importante ante Portland
Sin la presencia de Pablo Prigioni los Rockets cayeron ante los Trail Blazers por 105 a 100 y de esta manera también cedieron la serie personal entre ambos pensando en un hipotético desempate. El cordobés no fue tenido en cuenta por Kevin McHale. LaMarcus Aldridge se destacó en el ganador con 26 puntos y 14 rebotes.
Autor:Sebastián Ciano (sciano@pickandroll.net)
Cada vez falta menos para el final de la fase regular. Van quedando menos partidos a disputarse hasta el inicio de los playoff, y aquellos equipos que pelean por llegar de la mejor manera posible en cuanto a su ubicación en la tabla se juegan el doble en cada partido.
Anoche, los Houston Rockets cedieron ante Portland – 105 a 100 - en un partido que puede resultar clave en un futuro inmediato, porque no solo quedaron igualados en el tercer puesto de la conferencia Oeste, sino que los deja mal parados ante un eventual desempate ya que perdieron la serie entre ambos 2-1.
Por segunda noche consecutiva - y en tres de los últimos cuatro encuentros - Pablo Prigioni no vio acción en toda la noche; su entrenador, Kevin McHale, no contó con sus servicios. Como suele suceder, cuando Patrick Beverly no está en cancha la base se la reparten entre Jason Terry y James Harden, quien en el segundo tiempo brilló por su ausencia.
“La Barba” guiaba a los Rockets durante la primera mitad con 14 puntos (6/13) y 4 asistencias, sin embargo fue muy controlado por sus “custodios”, llámese Arron Afflalo, Nicolas Batum o Alonzo Gee en menor medida. Harden – máximo anotador de la NBA – cerró su planilla con 18 tantos.
Del otro lado, quien no logró ser frenado fue LaMarcus Aldridge. Desde un principio se hizo eje de la ofensiva de los Blazers y terminó como máximo anotador con 26 tantos, producto de 11/17 en dobles, 1/3 en triples y 1/1 desde la línea. Asimismo, “L-Train” terminó con 14 rebotes en 33 minutos de juego.
Su compañero en la pintura, Robin Lopez, terminó con una buena planilla de 18 puntos y 10 rebotes. Los Blazers vienen superando a su rival de turno en cuanto a rebotes en 10 de los últimos 14 partidos desde el regreso por lesión de su pivot. Anoche la diferencia fue abismal: 60-40. Por su arte, Damian Lillard terminó con 16 tantos y fue importante en el momento en el que los Rockets habían sacado la primera máxima diferencia de 7 puntos, que él solo contrarrestó con un doble de costa a costa y con triple a la carrerea. Batum sumó 18 tantos, 9 tableros y 6 asistencias.
Por el lado de los Rockets, no fueron suficientes los 23 puntos de Corey Brewer, de los cuales 17 llegaron en el último cuarto y fueron los que mantuvieron con vida a Houston, que perdía por once (96-85) a 3:34 del final y contaron con posibilidades hasta el cierre.
Tras el partido, los Rockets cayeron al cuarto puesto en el Oeste con récord de 43-21 (67.2%) a solo medio punto de los Blazers, terceros con 42-20 (67.7%); ambos están a ocho juegos y medio de los Golden State Warriors, líderes de la conferencia.